viernes, 6 de marzo de 2020

MARY POPPINS Y OTROS POEMAS



                                                  Sonia Chocrón


            Muchos la conocen seguramente como @lachocron, esa aguda periodista que dispara a matar en twitter, comentando los acontecimientos de la realidad venezolana, sin concesiones. Sonia, en realidad es también poeta, narradora, guionista de cine y televisión, con diversos premios en todas esas vertientes de escritura. Ya no recuerdo cuándo nos conocimos Sonia Chocrón y yo; pero sin conocernos, en la década de los noventa, ambas estábamos escribiendo versos ambientados en la época medieval. Ella escribía Toledana (1992), ese bello libro de los amores entre Raquel “una judía fermosa y toledana” y el rey Alfonso VIII de Castilla. Mis lecturas de la Escuela de Letras sobre la Edad Media, sus acontecimientos y personajes históricos, los versos de trovadores medievales escuchados en interpretaciones de la Camerata de Caracas, Clemencic Consort y un fugaz y apasionado romance, a mediados de los 90, me llevaron a escribir Acto de fe, que fue escenificado en 1997 por la actriz Juliana Cuervos, en el Museo Sacro de Caracas, y posteriormente publicado por La Liebre Libre en el 2000.

                          Escenificación de Acto de fe en Museo Sacro de Caracas





            Posteriormente, Sonia publicó Púrpura (1998), en el que viaja por las sonoridades del decir clásico de nuestra lengua, el castellano, a través de poemas rimados  y La buena hora (2002), que paradójicamente arropa en la mayoría de sus versos muerte, incertidumbre, soledad y melancolía. Estos tres primeros libros de Poesía, luego fueron editados en conjunto por el sello Bid & co., en 2010, bajo el título Poesía re-unida. En 2014, la editorial Lugar Común publica el libro que hoy les quiero comentar, Mary Poppins y otros poemas.


            Hay referentes decididamente generacionales, o más bien, epocales. Porque el personaje que encarnara en el cine Julie Andrews, la institutriz Mary Poppins,  quizá enamoró a más de una generación, con su paraguas, su bolso de viajes y sus canciones. El cine, también, es un referente importante, que fue acompañando a varias generaciones, antes de que el cine empezara a verse en casa. ¿Qué hace que unas películas sean parte de nuestro equipaje, de nuestra memoria? No lo sé, pero es la misma razón por la que algunos libros o canciones nos acompañan y volvemos a ellos, como los amantes vuelven a los amantes. En el caso de Sonia Chocrón, su amor por la imagen la llevó muy joven a La Habana, a la escuela de cine de San Antonio de los Baños, donde conoció a Gabriel García Márquez, y luego fue invitada por él a trabajar en algunos proyectos audiovisuales en México. El cine, no es, pues, un referente azaroso en la vida de esta periodista, narradora, guionista de cine y televisión y poeta. Sin duda.

            En el pórtico de su libro nos dice:

            En el año 2002 escribí el primer poema de esta recopilación.
Tan solo diez años después, y a pulso, he podido completar 
las partículas de algunas memorias.
            Pero entiéndase bien: este libro no es una lista sesuda de las
mejores películas de la cinematografía mundial.
            Tampoco es una selección de las películas favoritas de la autora.
            Es más bien un conjunto arbitrario de postales o el intento 
de fijar recuerdos con la exactitud de una cinemateca.

Así que Mary Poppins y otros poemas se nos ofrece como “partículas de algunas memorias” y “un conjunto arbitrario de postales o el intento de fijar recuerdos con la exactitud de una cinemateca”. La memoria, efectivamente, suele ser un poco arbitraria en los recuerdos que nos trae; pero sin duda, esos recuerdos, tienen para nosotros una carga emotiva, un color, una sensación en el alma, que a veces puede ser un tanto alegre, como ese toque de fucsia en la portada del libro de “La Chocrón”, que enmarca la foto de Mary Poppins; otras veces es agridulce, y tiene colores más tenues. O a veces nos deja reflexionando o nos hace sonreír, en complicidad, como quienes comparten una travesura. Escuché en voz de Sonia varios de los textos que componen el libro, antes de su publicación. Al releerlos evoco algunas de estas atmósferas emotivas que he mencionado, unidas al tono y la expresión en que la escuché leer sus versos.

Sonia es una mujer de temple, ya lo dije, pero como todos tiene laberintos por donde su alma va y viene. En estas evocaciones cinematográficas, la mujer madura que hoy es, va tomando películas, personajes y escenas que ha ido guardando y escoge ciertos elementos para configurar esas “memorias”, “esas postales”, desde diversas perspectivas. Cada película escogida genera su propio universo, su tono, la voz narrativa que la comenta. Algunas una sola frase, unos breves versos, en otras se demora en versos más largos, descriptivos, como el poema que da título al libro “Mary Poppins”. La vida y la ficción parecen cruzarse en una frontera bastante difusa en la que, como ocurre en “La rosa púrpura del Cairo”, una de las películas que sirven de referencia, los personajes de ficción salen de la pantalla y se vinculan con la espectadora atónita. Pero en este caso, es la poeta quien entrecruza en estas postales cinematográficas ficción y vida, cine y reflexión, para construir un universo poético propio, en el que nos habla del deseo, del amor, del desencanto, del juego de vivir que a veces se pierde, a veces se gana, de la muerte.

Comparto una selección de poemas:

ROSA PÚRPURA DEL CAIRO

Si se pudiera morir varias veces
si fuera posible ensayar el terror y hacerlo tan común
como la mañana pequeña de todos los días
su solecito tenue
adoraría la muerte como si fuese nada más
el fin de una película infausta
Se encenderían las luces y
la historia recomenzando
-fotograma terco-
nuevamente
y otra vez a intentarla
a la salida de la sala llena de gente
carnes palpables
mordiendo pop corn
Si se pudiera morir varias veces y ejercitar el arte
como quien corrige la palabra
del poema ideal
obcecadamente como una condena
si se pudiera morir varias veces
adoraría la muerte como al amor
sería perfecta

EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS

¡Que les corten la cabeza!
por pensar

OCHO Y MEDIO

A los ocho y medio
yo soñaba historias de príncipes
A los dieciocho y medio
reía sin más
tontamente
A los veintiocho y medio
viajaba
A los treinta y ocho y medio
cambiaba mi historia errante
por un hogar
Y ahora que voy por la cuenta de cincuenta
ya no sé qué más hacer
para enterrar las cosas muertas
para no asustarme tanto
para que todo valga la pena

BIRDY

Allí desnudo al filo de la ventana
hecho de pectorales blancos
y nalgas colmadas
como un estandarte de libertad rasa
me recuerdas
que sigo agazapada esperando
que me crezcan las alas

SÉPTIMO SELLO

No es un chiste sentarse a jugar
ajedrez
en blanco y negro
con La Parca

Ella nunca nos dirá sus secretos

Peor aún,
se corre el riesgo
de ganarle

MARY POPPINS

Después de tanto amor por la familia Banks
Mary se iba volando
con el viento a favor
del final
y sin fotos para llevar en el portamonedas
porque su deber había sido consumado
De la misma forma recuerdo
la mirada de mi madre y sus ojos
que también de mucho amor
se hicieron tecnicolor
la última vez que su silencio fue eterno.
Ella nos vio para siempre
(y sentí vergüenza por los sueños
que no le cumplí,
que nunca soñé yo)
y acompañamos su calma al final
como lobas en vela
por la predecible huida de Mary mamá Poppins
yéndose levemente en su paraguas volador
al aire
difusa
cada vez menos
cada vez más mínima en la pantalla de la memoria
cada vez menos
como nosotras junto a ella
ausentes ya
de todo pasado
y de todas las promesas.

UN RESPLANDOR

Jack,
querido,
viéndote así
a plena luz,
no eres el mismo.
Eres peor.

TODAS LAS NARANJAS SON MECÁNICAS

Todas las naranjas son mecánicas
Se pelan
Se chupan
Se lamen
Se tragan
Se exprimen con alevosía y desafuero
Se diluyen en un zumo
Y se deshecha el bagazo indefenso
al final
como un cadáver
como si nada
Son tan parecidas las naranjas
al tiempo

y su maldad


    En 2019 Kalathos Ediciones publicó Bruxa, un nuevo título de La Chocrón, junto a  Toledana, su primer libro, que está entre mis lecturas pendientes, por eso no lo reseño aquí.



Beatriz Alicia García

Caracas, marzo 6, 2020