Comparto una de las poéticas de uno de mis poetas españoles contemporáneos predilectos, Ángel González, quien perteneció a esa generación que le tocó vivir la niñez en medio de la Guerra Civil Española y luego la larga dictadura franquista, cuya poesía sin dejar de ser lírica, es también irónica, desencantada, y se permite referentes cotidianos.
POÉTICA
A la que intento a veces aplicarme
Escribir un poema: marcar la piel del agua.
Suavemente, los signos
se deforman, se agrandan,
expresan lo que quieren
la brisa, el sol, las nubes,
se distienden, se tensan, hasta
que el hombre que los mira
-adormecido el viento,
la luz alta-
o ve su propio rostro
o -transparencia pura, hondo
fracaso- no ve nada.
Ángel González
Poeta, catedrático, ensayista, nacido en Oviedo en 1922. Pertenece a la generación de la década del 50 del siglo XX, junto a Jaime Gil de Biedma, Carlos Barral. Licenciado en Derecho por la Universidad de Oviedo y Periodista por la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid. Fue catedrático en varias universidades en los Estados Unidos, Universidad de Alburquerque, Nuevo México, Utah, Maryland y Texas. Fue miembro de la Real Academia Española. Recibió importantes galardones entre los que pueden mencionarse, Premio Antonio Machado en 1962, Premio Príncipe de Asturias en 1985, Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 1996 y el Primer Premio Internacional de Poesía Ciudad de Granada en 2004. Falleció en Madrid el 12 de enero de 2008.
El texto ha sido tomado de la antología personal del autor titulada poemas, publicado por Ediciones Cátedra en 1980.
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