UN PUEBLO
Para admirar aquella plaza antigua,
hermosamente enferma de abandono,
veníamos de lejos.
(Un pueblo es un paisaje
de pintoresca tradición humana.)
Anduvimos las calles empinadas,
entramos en la iglesia, contemplamos
otra vez el efecto de los montes
azulados cayendo sobre el campo...
Como suele ocurrir
(nuestras horas comportan una idea de renta)
no tropezamos gente
sino entrada la tarde en el café
envuelto en una sombra azucarada.
Una paciencia mineral
se pringaba en los naipes untuosos.
En la esquina encendieron
la luz sobre una puerta con letreros:
CASA DEL...
que será ahora
el centro parroquial o el sindicato.
Nos íbamos. Los faros
teñían de amarillo las piedras de la fuente
cuando aquel golpe violento
resonó en la chapa.
Nos miraba
por delante del grupo, con bravura,
hueca la mano aún igual que un arma
todavía humeante del disparo.
(Oh déjalo, es un loco,
un insensato...)
Carretera adelante
yo miraba las puertas, las paredes
lívidas de la noche
con una extraña sensación, pensaba
que en cada una habría alguien apuntándonos,
que a nuestra presencia escandalosa
en todas partes respodía
la enemiga mirada, la sonrisa
de antes. Porque algo
que no sabía qué era nos marcaba,
algo que consistía en estar allí,
en el agradable
sopor del camino y en irles a observar
a sus pueblos decrépitos.
Como un árbol,
como una planta inoportuna,
me sentía crecer,
húmedo de miedo,
en medio de la avenida suburbana,
suplicando
a la luz de las bombillas enrejadas.
Carlos Barral
Carlos Barral (Barcelona, España, 1928-1989). Poeta, memorialista, editor y senador. Lo conocemos, sobre todo, de este lado del océano Atlántico, como editor de los autores del llamado Boom Latinoamericano (Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa). Pero en estos versos, podemos leer al Barral Poeta, el sobrio lenguaje de su versos, que describen un pueblo interiorano, desde la perspectiva de un urbanita, de un capitalino. Junto a Jaime Gil de Biedma, José agustín Goytisolo, pertenece a la Generación del 50 española.
1 comentario:
Bea, no conocía a Carlos Barral poeta, pero me ha encantado la descripción de la vida del pueblo, es cierto, recuerdo los largos paseos en las noches de verano por la carretera que atravesaba el pueblo y la sensación de ser observados por las miradas ocultas detrás de las puertas...
Besos, querida
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