"Intente, como el
primer hombre, decir que ve y experimenta y ama y pierde (.,.) sálvese de los
temas generales y vuélvase a los que le ofrece su propia vida cotidiana:
describa sus melancolías y deseos, los pensamientos fugaces, y la fe en alguna
belleza: descríbalo todo con sinceridad interior, tranquila, humilde, y use,
para expresarlo, las cosas de su ambiente, las imágenes de sus sueños y los
objetos de su memoria. Si su vida cotidiana le parece pobre, no la acuse;
acúsese a usted, dígase que no es bastante poeta para conjurar sus riquezas;
pues para los creadores no hay pobreza ni lugar pobre e indiferente (...) Una
obra de arte es buena cuando brota de la necesidad. En esa índole de su origen
está su juicio: no hay otro."
Rainer Maria Rilke, carta a
Franz Xaver Kappus, París, 17 de febrero de 1903
EL TERRITORIO
"Un país— no,
costas quebradas"
Corbiere
Aquí en el país blanco
cada árbol es un tótem
cada roca un altar
¡aquí!¡descúbrelo!
este suelo es mortal
todo lo aniquila
salvo lo que es esencial
poeta— tu reino
Kenneth White, Tierra de diamante
(traducción: Francisco
Rivera)
LA BELLEZA
Yo soy bella, ¡oh mortales!
como un sueño de piedra,
Y mi seno, en quien todos de
a uno se nutrieron,
Para inspirar fue hecho al
poeta un amor
Tan eterno y tan mudo como
lo es la materia.
Yo trueno en el azur,
esfinge incomprendida;
Un corazón de nieve yo uno
al blanco del cisne;
Yo odio el movimiento que
trastueca las líneas,
Y yo no lloro nunca y yo
nunca me río.
Y los poetas, ante mis
grandes actitudes,
Que parezco deber a magnos
monumentos,
Consumirán sus días en
austeros estudios;
Pues para fascinar, tengo, a
esos amantes dóciles,
Puros espejos que hacen cada
cosa más bella:
¡Mis ojos, grandes ojos de
eternas claridades!
Charles Baudelaire, Las flores del mal
Traducción: Rodolfo Alonso
POESIA II
Lo que es más que la palabra
pero que la palabra libera
Lo que es perecedero
pero renace más adelante
Lo que naufraga profusamente
pero sin cesar se construye
Lo que siempre nos sobrepasa
pero de su pasar somos
semilla
Lo que tiene nombre de vida
pero que los días apartan
Lo que es evidencia
pero permanece en suspenso.
Andrée Chedid
Tramada idolatría.
Germén de voz nutrida por su
acecho.
Tráfago de secretos. Escozor
de raicillas
en la cueva que escarda sus
recogidos ecos.
Bajo ropa de ortigas y
escarcha voluptuosa
idólatra y fetiche son una
larva en arco contemplando el esfuerzo.
Tráfago de secretos,
lenta brasa
activa un mar de mosto
persistente.
Nata de enigmas rájase en
relámpagos.
Bullen truenos de agraz en
las arterias.
Encierro.
Intimidad en hilo en cuajado
susurro
cierne un aire de chispas
como péndulos.
Mas, sobre tu escondite,
memoria que guareces al
mundo en la avidez pulida de una vértebra,
pesa otro aire tañendo
irritados vacíos
para que tu distiendas el
respirado asombro
y recobres esporas frenadas
en el sueño.
Violentas telarañas
pronuncian la guarura.
Caduco hollín se irisa en galope de semen.
La voz,
tendida afuera.
Bostezo y apetencia de
mentones de liquen,
creencia que levanta su
macerado sol y ya lo pierde
tras el telar deshecho y
ululante
de un cielo que perdura por
su tensión de brea.
Alfredo Silva Estrada
el poeta invisible y su
hermana la música
giran entrelazados pero el tiempo
es más rápido
nievan sobre la página pero
el tiempo es más rápido
corren hacia el espejo pero
el tiempo es más rápido
borran todas las huellas
pero el tiempo es más rápido
Julio Miranda, El poeta invisible
DIVAGACIÓN III
Queda el lenguaje
mas es hueco
Queda el sonido de las
palabras cuando aman
mas es ruido
Queda el silencio puro de
las cosas
cuando son
Queda el hombre solo con el
verbo
y las cosas en silencio
puras sin palabras
Yolanda Pantin, Poemas del escritor
POÉTICA DEL DEBER APRENDIDO
Debo escribir
atento a lo que me rodea.
Elaborar alguna metáfora
palpable:
desconocidamente cotidiana.
Debo escribir
como quien espera
una llamada telefónica
—una voz ansiada y elegida—
Debo ceder así a las evidencias:
a la hinchazón del tiempo
que apuntala la demora,
al sudor de las manos
y a la dificultad de repasar
el respiro
como quien aprende algo
nuevamente
con el firme propósito de
olvidarlo.
Debo reunir en la memoria
los gestos y las azoradas
miradas.
Afincar el lápiz
para hacerlo testigo,
para hurgar en su propia
sombra,
para que de fe
al igual que quien escribe
del paso sigiloso y terco de
las horas.
Arturo Gutiérrez, Principios de contabilidad
KANJI
La palabra es la imagen.
La palabra se escribe
en cada hoja de maple,
por eso hablan los bosques
y viaja su voz a ras del agua.
Cada gota de lluvia es un prisma
que descifra los secretos del follaje.
Allí habita la herbolaria,
ella conoce los brebajes que cierran las heridas.
Esta es la tierra que encantó a Odiseo
cuando bajó lentamente de su nave
y quiso saber si era cierta o sólo una visión,
arte de encantamiento o extravío del destino.
El cielo se abre paso entre las nubes,
invita a descifrar los trazos
de esa escritura acompañada de violines.
Lengua que presiente el aleteo del pájaro
y fija para siempre la estela de su vuelo.
Entre estos signos puedo respirar
y del aire vienen los sentidos,
primorosos, como debieron ser
los amaneceres del paraíso.
Gregory Zambrano, Desvelo de Ulises y otros poemas
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