martes, 27 de marzo de 2007

El otro lado del instante

De pronto estoy en el otro lado del instante, de la vida. Ese en el que se pierden certezas, se gana quizá humildad. La conciencia de los propios límites me llena de zozobra. Sé que en el fondo toda certeza es falsa, toda premisa es siempre vulnerable. Es paradojalmente lo que me gusta, y lo que me friega a ratos, de la vida. Estar allí siempre a disposición para las batallas cotidianas, para la sorpresa, con una cierta fe ciega y vitalidad, pero también hundiéndome en un cierto vacío, un juego oscuro, una muerte que voy pagando a plazos. Movimiento pendular que me afirma y me niega en la incertidumbre. Ah, esta frágil materia hecha para el goce y el dolor.

26 de marzo de 2007, 6: 45 pm