lunes, 21 de diciembre de 2009

MEMORIA DE UNA POÉTICA

Geografía del alma
(fragmento)

Escribir una memoria poética es diferente a una simple biografía intelectual. Se trata de una geografía del alma. Allí entran la infancia, la educción para el sentir poetizante, el trabajo de la lengua, la conciencia de la música, el amor por el arte, las enfermedades, los fracasos.
Nadie puede sentarse a escribir un poema como si fuese un documento. Uno acumula experiencias, se llena de todo lo que ve y contempla, posee una memoria que como vasija guarda visiones, rachas de sentimiento, tensiones, imágenes. Esos sedimentos brotan en nosotros, surgen como chispazos, anunciaciones; ellos son los que van a conformar el primer estadio de un poema, la materia prima. Junto a ella la luz de la conciencia iluminará aquello que en un primer mometo puede aparecer como crepuscular. La luz de la conciencia organiza ese material psíquico en lenguaje. Pero antes de ello debemos escuchar. La poesía es escucha y receptividad. La imagen suena, es palabra sonora. Algo en nosotros asciende y quiere hablar. De lo profundo del inconsciente surgen materiales arcaicos. La memoria del inconsciente nos habla. A veces no es posible expresar la imagen o las imágenes que ascienden en nosotros. El hecho poético es también un proceso de maduración. No todas las imágenes que vienen a nosotros son inmediatamente comprensibles, maduras para su expresión. Pero si hay una imagen madura, claramente perceptible y audible el oeta la sigue con palabras, la hace lenguaje y resonancia. Esas imágenes son cargas que el vivir acumula, sedimentos, rachas de memoria.
Cada libro nuestro es una experiencia, un lapso que se expresa del vivir, un momento nunca definitivo. Eso nos distancia a veces del libro técnico. Lo tecnológico alberga la fantasía de lo definitivo, lo completo. La poesía no se halla en casa en lo completo ni en l definitivo sino e el tanteo de lo provisional. Ella explora y destruye, emerge y aniquila. Sus descubrimientos, porque pertenecen a la zona crepuscular del ser humano, no pueden ser definitivos. La pasión, el error, la errancia la signan. Creo que he escrito desde esta perspectiva: el error, la errancia y el esplendor.
Hanni Ossott
(Tomado de Cómo leer poesía)

jueves, 17 de diciembre de 2009

Tragedia de Vargas


La tragedia de Vargas 10 años después

Diez años atrás, por estas fechas, me tocó uno de los acontecimientos más difíciles que me ha tocado vivir: una de mis amigas más cercanas, Gloria Ruiz, desapareció en el deslave de Vargas, y junto con ella su mamá y su hija mayor de cinco años. Gloria tenía 32 años, era una madre extraordinaria, una amiga entrañable y un ser humano valioso. Hasta ese momento yo no sabía lo que era la muerte o la pérdida de un ser querido. Me tocó vivirlo de esa manera. Estuve varios días viendo imágenes en la televisión, las entrevistas a los sobrevivientes, pero Gloria nunca apareció. Para mi sorpresa, una mañana me encontré con la foto de su hija Valentina, de 3 años, en la portada de El Nacional, milagrosamente la habían rescatado porque atrapada en el lodo casi hasta el cuello estaba cantando, y unos bomberos las escucharon. Diez años después aún el dolor es hondo, aún me parece injusto, absurdo, pero tan cierto. Es muy difícil describir lo que sientes ante una situación como esa. Fue sólo el inicio de otros horrores que vendrían, aún no habíamos visto derrumbarse a las torres gemelas de New York, ni las masacres en Caracas del 11 de abril y el 6 de diciembre de 2002 (ésta a una cuadra de mi casa), ni el secuestro y asesinato de los niños Fadoul, etc. No hay paz este diciembre, hay guerras, hay mafias y totalitarismos en nuestro golpeado planeta, en nuestro bello país tomado por la corrupción, el resentimiento, las diferencias, la desidia. Pero hoy más que nunca hay que comprometerse a seguir trabajando por la paz, hay que seguir intentando el respeto y el afecto, para que alguna vez sea distinto, para que alguna vez las generaciones futuras no tengan que hacer huelgas de hambre por sus derechos. Hoy más que nunca tenemos que darnos cuentan de nuestros errores y reflexionar. Si no aprendemos de estas tragedias, de estos desastres, continuarán sucediendo. Anoto texto que escribí diez años atrás, aún cuando verdaderamente no tenía palabras para expresar lo que estaba sintiendo:
CON CENIZAS EN LA LENGUA
A Gloria Ruiz Bejarano, desaparecida en diciembre de 1999, en la tragedia de Vargas
A cada piedra yo arrojé
El nombre de un sol.
Andreé Chedid
La vida es única y frágil.
Javier Marías
Con cenizas en la lengua,
con sal en lo hondo,
con palabras mutiladas,
con metástasis en la memoria,
con angustia y olor
a tantos miles de muertos,
con videos mentales gritando
en los días y sus noches
más amargos de mi vida,
con grietas gigantescas
abriéndose
en el pánico inmerecido,
el dolor inmerecido,
con el abismo
de lo inefable
abofeteándome,
estos versos.
Esto,
que en verdad,
no tiene palabras.
Beatriz Alicia García

lunes, 14 de diciembre de 2009

Poema de Eduardo Lizalde

Que tanto y tanto amor se pudra, oh dioses;
que se pierda
tanto increíble amor.
Que nada quede, amigos,
de esos mares de amor,
de estas verduras pobres de las eras
que las vacas devoran
lamiendo el otro lado del césped,
lanzando a nuestros pastos
las manadas de hidras y langostas
de sus lenguas calientes.

Como si el verde pasto celestial,
el mismo océano, salado como arenque,
hirvieran.
Que tanto y tanto amor
y tanto vuelo entre unos cuerpos
al abordaje apenas de su lecho, se desplome.


Que una sola munición de estaño luminoso,
una bala pequeña,
un perdigón inocuo para un pato,
derrumbe al mismo tiempo todas las bandadas
y desgarre el cielo con sus plumas.

Que el oro mismo estalle sin motivo.
Que un amor capaz de convertir al sapo en rosa
se destroce.


Que tanto y tanto, una vez más, y tanto,
tanto imposible amor inexpresable,
nos vuelva tontos, monos sin sentido.

Que tanto amor queme sus naves
antes de llegar a tierra.

Es esto, dioses, poderosos amigos, perros,
niños, animales domésticos, señores,
lo que duele.

Eduardo Lizalde

(Tomado de: "El tigre en la casa",Universidad de Guanajuato, México, 1970)

martes, 8 de diciembre de 2009

No way darling

martes 8 de diciembre de 2009


Memoria truncada, arrasada,
vuelta leña, cenizas.
Bajo el signo del arma
blanca, corren mis días,
se extremecen mis noches.

La memoria,bello fantasma que me visita
en pixels, que me llora
por lo bajo, me canta requiems,
me dice: "never more".
Bajo el signo del truhán
me han sido arrebatados
todos los frutos de mi esfuerzo,
le escupen a mi dignidad
sin contemplaciones.

Mi triste generación
limpia baños en Miami,
limpia baños y sirvemesas en Madrid,
se rebusca en Montreal
o en Londres,
le niegan visa en El Salvador,
sobrevive día a día
en Caracas,si hay suerte.

Mi triste generación,
la generación "boba"
se dejó embaucar con malls,
mundos virtuales y cocaína.

Mi triste generación
tiene miedo, tiene miedo,
vende su alma
por un viaje sin retorno
a las playas
del placer mal habido,
el enriquecimiento ilícito,
a la borrachera perecne.

Mi triste generación
se dejó quitar el futuro,
le fue robado,
junto con el de sus hijos y sus
nietos.

Mi triste generación empezó un éxodo
que se renueva cada año,
que no termina.

Mi triste
za
no
tie
ne

mi
tes
agarra
día
a
día
pro
fun
di
dad.



Caracas 2009


Beatriz Alicia García

jueves, 3 de diciembre de 2009

La otra que soy

La otra que soy
ríe y ríe con mis desvelos,
abre la puerta y se va
a respirar aire fresco
(¡qué optimista!).
Sale, en fin, a ver ciudad,
a escuchar bullicio,
a beber vino y bocas,
a ver vitrinas y niños
que sonríen y chillan de la mano
de sus padres.
Sale a embriagarse de luz,
a sentir el calor tropical,
a oler la gama increíblemente
grande de cosas que palpitan
en las aceras: basura, muchachos
guapos, cabelleras recién lavadas,
aceras recién lavadas,
la humareda de los autobuses,
la grama humedecida
por la lluvia,
los sexos humedecidos
por el deseo.

La otra que soy,
hace bien sus diligencias,
va al supermercado, va
a las librerías, a los cafés,
a los tenderetes de películas
quemadas,
sale a ganarse el pan,
como mejor puede.

La otra, en realidad, soy yo,
la que entre muros suspira,
entre silencios se abisma,
entre dolores se encorba,
cuando ella, se descuida.

Caracas, 2009


Beatriz Alicia García

lunes, 30 de noviembre de 2009

Ruego no volver a dejar propaganda como comentario a las personas que lo están haciendo. Es abusivo y evidentemente lo que siempre hago es borrarla.

No te empecines

No te empecines: fija a tu relámpago el oro extremo de sílabas.
No mientas: tu valle profundo es la casa hechizada.
No ilumines nunca lo vacío. No expreses horror.
No tiembles por esa lágrima de plomo
(de lo que no vuelve nunca o no hallas nunca).
La memoria olfatea a tu reina vestida de gala.
Consta de unas cincuenta plumas el gavilán. Cincuenta.
Sin embargo
No devorarás más tiza en Trinidad o Maturín.
No estimules el grito haciendo equilibrio entre el bien
y el mal.
El ligero crepúsculo no es cordero de pascua.
El desgarrón del otoño es tan poco simple como la
tempestad.
Tu asombro es eficaz como el tacto de un ciego.
¡Sopla nieve loca entre los pinos!¡Jadeante pomposa
desconocida vastedad azul!
¡Sopla por la nariz el día y el plato por la sombra del
arcángel donde brinca la nada!
El ave resbala por intermitencias en una mesa con huesos
de pájaro.
El ave que se transforma en espíritu.
La noche es una piedra alta
colocada sobre las estrellas del cielo.
Más próximas sus manos
más cercana toda mía
más cerca el amor más cerca y salvaje que gime tu mirada.
Espera no te empecines empínate talante propio.

Juan Sánchez Peláez

martes, 17 de noviembre de 2009

Poemas de Carmen Leonor Ferro

El andariego
no va solo

los muertos
lo acompañan

el alma
de su padre

la mirada gentil
de sus abuelos

si cierra los ojos
aparecen
raros acompañantes

en el fondo
sabe que es él mismo

se asegura
de saludarlos

en sueños


&&&

El cielo habla una lengua
que sólo entiende
la mudez



(Tomado de El viaje, Monte Ávila Editores Lainoamericana,2004)

Este libro me lo encontré en el más reciente cambalache de Relectura, junto con otros de poesía que iré compartiendo.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Gamoneda en Caracas

No puedo dejar de comentar, ahora que nuevamente estoy vinculándome con la poesía. De una mejor forma, de un modo más cercano. La bella y profunda experiencia que fue escuchar al poeta español Vicente Gamoneda en Caracas. Es difícil expresar lo que sentí esa noche. Hacia mucho tiempo que no me conectaba con ese sentimiento de lo humano más profundo. No me queda menos que agradecer a Edda Armas el envío de la invitación, y a ella misma y a todas las personas que hicieron posible esa visita. Asimismo mi agradecimiento a Alexis Romero y María Teresa Ogliastri por otra hermosa velada, el homenaje a Yolanda Pantin y Efraín Hurtado, que se celebró el viernes antepasado en el Centro Cultural Chacao, en la cual participé. Fue una velada entre amigos, llena de afecto y poesía, en la que homenajeamos a dos extraordinarios poetas venezolanos. Más allá, o más acá, de eso aspectos contextuales que a ratos nos hacen entristecer hace bien confirmar que la poesía nos une, que la poesía nos resguarda.
Beatriz Alicia García

Llamado

La sílaba escurridiza
me ronda
me busca
impúdicamente
me guiña el ojo
alude
a la desnudez
de mi alma
solitaria
se esconde
en el aire silencioso
del día asoleado
sabe
que acudiré
sabe
de mis ganas
de decir
mis ganas
de penetrar el silencio
con mi voz
tu voz
que se esconde en la mía
sabe
que hay un pacto
con la palabra
que sólo ondula en el verso
en la soledad
que siempre es reencuentro
con lo humano.


Beatriz Alicia García

miércoles, 28 de octubre de 2009

Alfredo Silva Estrada


LA PALABRA TRANSMUTADA

Como un humilde pero sentido homenaje al poeta venezolano, recientemente fallecido, Alfredo Silva Estrada, posteo el primer ensayo de su libro "La palabra transmutada". Sólo agregaré que el maestro Silva Estrada es una de nuestras más hondas voces contemporáneas, y tanto sus versos como sus reflexiones poéticas siempre van a acompañarnos:

Palabra transmutada...Poesía como existencia

Transmutación de la palabra poética enraizada en la existencia misma y como recurso extralimitado de existir: transgresión de límites.
Oficio vivenciado como uno de nuestros actos más comprometedores de fusionar tiempo y espacio en una presencia que, sin negar la impulsión ni los estratos del pasado, aspira a ser incesantemente nueva, gravitante de ausencias.
Extremado ejercicio de existir (deslimitarse en cada asunción de nuestro ser limitado) con todos sus riesgos y retos, obstáculos provocados o fatales, exaltaciones en camino y repetidos enfrentamientos al fracaso.
Poesía como experiencia y no como sola experimentación formal, porque su material (el lenguaje) sólo es manipulable en la medida en que continuará siendo naciente e incitantemente elusivo.
Dicción de lo que se ha llamado “los grandes lugares comunes del ser humano”: el amor, el dolor, el júbilo, la conciencia de la muerte... sentimientos universales que desde siempre han sido dichos, que siempre quedan por decir y que cada poeta, individualizándolos, los pronuncia con la intensidad de una primera vez.
Poesía como lenguaje de revelación y, al mismo tiempo y en un solo movimiento, revelación en el lenguaje...en un lenguaje.
Revelación ¿de qué? Precisamente, de lo que, en cierta forma y dentro de esa forma única, permanece en su secreto y en insistente surgimiento porque nunca se agota al confiársenos.
La palabra del poeta recobra la fuerza original que impulsó el acto de nombrar el primer objeto, la primera sensación, el primer sentimiento...En las eclosiones de su devenir –de su aventura- la fulguración nominativa, inocente quizá en sus comienzos, se va tornando más compleja, se va nutriendo de las oscuridades, del silencio, de las negaciones y hasta en ocasiones tiene que armarse de astucia para sobrevivir y afrontar o marginar todo aquello que la adversa.
Cotidianamente, el poder primigenio de la nominación reveladora corre el peligro de debilitarse o de ser confundido por y con la función del lenguaje utilitario. A contracorriente de la cultura misma que, aun sin proponérselo, trata de reprimir con su rigideces institucionalizadas el impulso originario que nos hace vivir en y por la poesía, corresponde a cada poeta, inquieto morador de esa parcela de “desconocido despertándose en su tiempo dentro del alma universal” (Rimbaud), recatar y defender contra hostilidades y sorderas la vitalidad subterránea, irrefrenablemente resurgente y a menudo estallante, de esa palabra que constituye su auténtica manera y más alto grado de existir.
Poetizar, pues, nunca alejado de lo vivido, pero que nunca se conforma con instalarse pasivamente a ese acopio. A partir y más allá de todas las vivencias, la poesía exige –el poeta se exige a sí mismo- una super-vivencia: el lugar sorprendente del poema con estructura propia que resista, hasta en sus vacilaciones y sus quiebras, todas las lecturas posibles.
Un poema sin germen, sin tuétano de vida, no es poema. Pero la vivencia misma, por profunda y signante que sea, no basta para crear un poema. Desde lo vivido del plano existencial, entre sus plenitudes fugaces y frecuentes derrotas, a través del misterioso proceso de la escritura-autolectura, braceo entre tachaduras y asentimientos u holgado fluir después de una tácita, dilatada espera sin tiempo cronológico, el poeta engendra la super-vivencia de la estructura poemática: una vivencia nueva, cargada, para ser vivida por otros; una hechura, fundamentada sobre el tiempo existencial, pero medularmente construida por esa conjunción insólita de tiempo y espacio que nos hace habitar durante instantes privilegiados una presencia infinitamente abierta, abriéndose hacia su propia comunicación inagotable.
Alfredo Silva Estrada


















viernes, 16 de octubre de 2009

Talleres y asesorías

Estoy ofreciendo talleres y asesorías en las siguientes áreas: taller de redacción, taller de poesía. Asesoría (coaching) individual para revisar trabajos creativos (poesía, narrativa, ensayo), asesoría para revisión de trabajos académicos, y asesoría en el área editorial (edición de un libro, folleto,etc). Si tienes interés o sabes de alguien a quien pueda interesarle escríbeme a bealgarna@yahoo.com llámame a los teléfonos 04122124967 - 8878153 - 2652410.
Beatriz Alicia García

Días inciertos

Terminados mis inquietantes, acelerados y enriquecedores días de librera, estoy nuevamente en días inciertos. Días reflexivos que no me dan salida, a ratos tristes y vacíos, a ratos de tareas domésticas, a ratos asalta la depresión. He pasado por esto muchas veces, quedarme sin una ocupación fija, pero no de manera tan seguida y abrumadora. Me acompañan el Diario Anaïs Nin, una interminable novela de Philipe Roth y las maravillosas, exquisitas crónicas gastronómicas de Ben Ami Fihman, y la poesía, fiel compañera de tantas soledades. Curiosamente, esta vez, no me cuestiono por haber escogido esta ingrata vocación. Veo a mi alrededor tanto desencanto, tanto atropello, tanto egoísmo, tanto desorden, tanta mediocridad, tanto dolor y me consuela mi vocación, me consuela tener un espacio psíquico de resguardo que nada de eso puede destruir. Aunque hay que vivir, claro, y asusta enormemente encontrarte sin un lugar donde tus destrezas, tus talentos, tus conocimientos, puedan ser productivos para otros y para ti. A ratos es verdaderamente angustiante. En la adolescencia era un punto de honor: no me tranzo, me niego a orientar mi vida según valores que detesto, no quiero ser simpática cuando algo me desagrada, no quiero humillar a otros, no quiero valer por la marca de zapatos o de blue-jean que uso. A los 43 no tranzarte, no aceptar el caos, la grosería, la vulgaridad, la injusticia, significa aislarte, significa no tener para pagar en el supermercado, no tener para pagar el alquiler. Te juegas la supervivencia. Como dice mi psicoanalista: "Tienes razón, pero vas presa", para usar términos de uso común. No se fingir, no sé decir con palabras agradables "no me jodas", y vivo en una sociedad que disfruta fregándome la existencia todo el rato. No quiero dar la otra mejilla, no quiero ser amable con los que me humillan, me ofenden, me hacen la existencia algo detestable. A veces me siento inmensamente cansada, desmotivada, que nada tiene sentido. Veremos que se resuelve. Si lo que parecen corteses promesas falsas o deudas que no me pagan por milagro, por justicia, se transforman en algo más tangible. Por ahora estoy sola, con dos o tres amigos (as) que sólo pueden darme su apoyo moral, y una sociedad que francamente detesto.

ARTE POÉTICA (HUIDOBRO)

Que el verso sea como una llave
Que habra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
Cuanto miren los ojos creado sea
Y el alma del oyente quede temblando.

Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra:
El adjetivo, cuando no da vida, mata.

Estamos en el cielo de los nervios.
El músculo cuelga,
Como recuerdo, en los museos;
Mas no por eso tenemos menos fuerza;
El vigor verdadero
Reside en la cabeza.

Por qué cantáis la rosa, ¡oh poetas!
Hacedla florecer en el poema;
Sólo para nosotros
Viven todas las cosas bajo el Sol

El poeta es un pequeño Dios


Vicente Huidobro

miércoles, 7 de octubre de 2009

De azul a verde

Así como el mirar contra el océano
cuando la vastedad
derrama el azul en las retinas,

así este golpe de ventana
cuando los ojos salen a bucear
en el verdor del parque,

en su color umbroso.

Todo va siendo peregrino
porque nuevo es el mirar que se hunde.

Es un irse,
quedarse sin adentro y sin afuera:

ese punto disolviéndose
en el lugar común,

en su fuga
por el aire vegetal que se pega al cielo.

De azul a verde sucede la mañana,

Sucede
Y nadie sigue estando.



Pausides González
(Del libro Libro del aire)

martes, 29 de septiembre de 2009

a O. Mandelshtam

Me inclino frente a ellos como un cáliz,
incontables sus señales arcanas
esta negra y tierna rama
de nuestra juventud ensangrentada.

Yo respiraba desde hacía tiempo
el mismo aire sobre el precipicio
de aquella noche desierta y férrea
donde llamados y gritos fueron inútiles.

¡Oh!, qué aromático el aliento del clavel
soñado por mí alguna vez en aquel lugar.
Son Eurídices que giran, mientras Europa
es arrastrada sobre las olas por el toro.

Son nuestras sombras las que vuelan
sobre el Neva, sobre el Neva, sobre el Neva
que revienta contra los escalones,
es tu paso hacia la eternidad.

Estas son las llavecitas del apartamento
acerca del cual ahora ni jota...
es la voz de la lira misteriosa
en la sepulcral pradera visitada.

1957

Anna Ajmátova

martes, 22 de septiembre de 2009

Mis nuevas labores

Mis nuevas labores de librera en la librería Libroria, en Las Mercedes, me mantienen bastante ocupada, de allí que mis posteos hayan mermado. Haré todo lo posible por retomarlos pronto. Para seguir acompañando a mis fieles amigos blogeros. aprovecho la ocasión para invitarlos a participar en el concurso de poesía de Librería Sónica. Puedes ver la bases en www.libreriasonica.wordpress.com o escucha el programa el domingo a las 11 am por 750 am. En la página de la Librería Sónica en los archivos de los programas del 2009 puedes escuchar mi participación el 23 de agosto. Un abrazo.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Torres gemelas World Trade Center New York 11 s


Zona Cero

I
Soy Ana Frank,
en el gran Auschwitz
mundial.

Anoto con vehemencia
el último abrazo,
-puede ser el último-.
Fue hermoso y cálido,
me lo dio un amigo.

Un escalofrío me recorre
de la coronilla
a la punta del pie.

Soñé con Hiroshima
y Nagasaki
(Amanecí en un mundo
estallando).

¿En qué parte de mí
está la pequeña luz
brillando?

Debo hallarla.

2002

II

Inmenso corazón negro
de Manhattan.

Ruego por la paz.

Rostros llorando a mediodía
en la catedral de Saint Patridge.

Ruego por la paz.

Amor de los hombres
en ese infierno.

Ruego por la paz.

Por los seres inocentes
que sufren en todo el planeta.

Ruego por la paz.

Por los seres humanos
que aún tienen esperanzas.

Ruego por la paz.



enero, 2003


Beatriz Alicia García

Octavio Paz


"La imagen" Octavio Paz


Cuando percibimos un objeto cualquiera, éste se nos presenta como una pluralidad de cualidades, sensaciones y significados. Esta pluralidad se unifica, instantáneamente, en el momento de la percepción. El elemento unificador de todo ese contradictorio conjunto de cualidades y formas es el sentido. Las cosas poseen un sentido. Incluso en el caso de la más simple, casual y distraída percepción se da una cierta intencionalidad, según han mostrado los análisis fenomenológicos. Así, el sentido no sólo es el fundamento del lenguaje, sino también de todo asir la realidad. Nuestra experiencia de la pluralidad y ambigüedad de lo real parece que se redime en el sentido. A semejanza de la percepción ordinaria, la imagen poética reproduce la pluralidad de la realidad y, al mismo tiempo, le otorga unidad.
(...)El poeta no describe la silla: nos la pone enfrente. Como en el momento de la percepción, la silla se nos da con todas sus contrarias cualidades y, en la cúspide, el significado. Así, la imagen reproduce el momento de la percepción y constriñe al lector a suscitar dentro de sí el objeto un día percibido. El verso, la frase-ritmo, evoca, resucita, despierta, recrea. O como decía Machado: no representa, sino presenta. Recrea, revive nuestra experiencia de lo real. No vale la pena señalar que esas resurrecciones no son sólo las de nuestra experiencia cotidiana, sino las de nuestra vida más oscura y remota. El poema nos hace recordar lo que hemos olvidado: lo que somos realmente.

“La imagen”. (Tomado de: Octavio Paz. El arco y la lira. México: Fondo de Cultura Económica)

jueves, 27 de agosto de 2009

María Celina Nuñez







Los jardines de Versalles

I

Soy la que camina por las calles
El ardor penetra las suelas de mis zapatos.
Me muevo por los bordes de la ciudad
Mientras en los Jardines de Versalles se celebra una fiesta

II
Soy la más nueva entre los mendigos del basural
Llevo un libro en mi mano
Lo abro cuando la luna está en lo más alto
Y como un farol me permite leer
En menguante empieza a decrecer la luz
Aún no me hago de unos cartones para dormir
Esta mañana fui al mercado y no logré nada
Llega la noche
Me acuesto con el libro de almohada
Y el resto de mi cuerpo regado sobre la tierra fría.

VII
La fiesta de los Jardines de Versalles
se ha transformado en un torbellino
Yo me estoy quieta
Lejos de los otros
Oí que están montando
Guillotinas en la ciudad

XI
He aprendido a diferenciar los olores
Del contenedor de basura junto al que duermo
Hoy una familia botó sus muebles viejos
Un niño ensució sus pañales
Y en el fondo yace un cadáver con la cabeza cortada

María Celina Nuñez, Los Jardines de Versalles


"Los Jardines de Versalles" puedes conseguirlo escribiendo a El Pez Soluble: belkys.arredondo@gmail.com

Los jardines de Versalles (breve comentario)

Recientemente El Pez Soluble publicó "Los jardines de Versalles" de María Celina Nuñez. Uno de los libros de poesía más interesantes que se han publicado en Venezuela en los últimos años. Con un lenguaje preciso y contundente, el libro de Nuñez se adentra en los submundos de la calle y el fracaso. Si bien el contexto lírico es la época del terror, en la cual rodaron innumerables cabezas con la guillotina, su tema es universal y sigue tocándonos con su intemperie, su desasosiego, su canto al destino humano y a la perdición humana, al vicio y a la caída como última y única apuesta.

martes, 11 de agosto de 2009

Eleazar León


Adiós a Eleazar León

Eleazar León (Caracas, 1946) murió tempranamente días atrás. Nos deja un número importante de libros de poesía publicados y una mirada terriblemente melancólica en la memoria. Eleazar coordinaba en la Escuela de Letras de la UCV el primer taller de poesía al que asistí, como invitada, por Gabriela Kizer, en los tempranos 80's. Fue también, pues, docente, durante más de dos décadas. Su poesía es poesía de honda subjetividad, que desde sus primeros libros indagó en los misterios, las angustias, del alma humana. En 2004 se me encomendó la producción editorial de su libro de poesía en prosa Papeles para un adiós. Después de muchos años sin verlo tuve que llamarlo por no me acuerdo qué asunto vinculado con la producción de su libro. No había cambiado, era el mismo hombre silencioso, melancólico, cordial. En el café Arábica revisamos esa tarde lo que debíamos revisar, le comenté sobre mi visita a aquel taller de poesía que coordinaba en la UCV. Como un pequeño homenaje dejo aquí un texto de su libro Papeles para un adiós, aunque en realidad los poetas nunca mueren, siempre nos acompañan un poco en sus versos.

PLEGARIA PARA EL SILENCIO

Quiero una plegaria para el silencio, para las voces inoídas que poseen las silabas de mi felicidad, mi sufrimiento, todo el destino desconocido que me separa de mí mismo, su garra, su cautiverio.
Hay palabras de barro, palabras de hueso, palabras de silencio.
No quiero hablar, pero la ausencia de promesas como regalos de porvenir pone una música en mis labios y yo silbo el silbo de la sal cuando es ahogada por el silencio de la marea.
Ecos y ecos llenan mi pecho de un aire de otras edades, la resonancia del gemido de quien vio la orilla y no la alcanzó, el suspiro de quien tocó el cuerpo del deseo y lo dejó seguir como una ráfaga en una alta montaña.
Para la esperanza esta época es un látigo.
El fuego, el fuego, el fuego.
El fuego del alma, brilla por fin, para que la ceguera no devore el mediodía de nuestros ojos.
(De Papeles para un adiós, Monte Ávila Editores Latinoamericana, 2004)

viernes, 7 de agosto de 2009



MUÑECAS ROTAS

A Marisela De Abreu

Hemos dejado de sonreír,
me dice una amiga.
Es cierto, digo, cada vez
Nos cuesta más
.

Es honda la noche
Y no sabemos cuán larga va a ser.

Ahora yacemos en un oscuro rincón.


Agosto 29, 2002


Beatriz Alicia García

CARACAS


SOBRETODO O SOBRENADA/CARACAS MORTAL

Son más de dos semanas sin pasar por aquí, sin dejar mis lecturas o desconciertos en este espacio. No encuentro comentarios ya hace más de un mes, pero yo nunca escribí por comentarios. Escribo porque me hace bien, porque tal vez es el único vicio que me queda, supongo. Son muchos, realmente, los desconciertos que mi ciudad, Caracas, me produce. Caracas es inagotable, caprichosa, disociada, hambrienta. A veces parece que fuese a engullirte, a veces parece arroparte. Hace algunos días visité en el Paseo Las Mercedes una instalación con los poemas de Claudia Noguera Penso, acompañados de las ilustraciones de Yvoly Noguera. Es interesante que la poesía también pueda verse y leerse en el nivel PP de un hotel capitalino. Me alegra encontrar una poeta de mi generación, con quien compartí el taller de poesía del Celarg, por allá a finales de los ochenta, unos versos que también son urbanos y humanos, unos versos que buscan descifrar a Caracas, desnudarla. En ellos hay cierta inmediatez, cierta premura, cierta atmósfera de vida o muerte. Algo de esa velocidad que tiene la voz misma de Claudia cuando te la topas en algún vernisage. Algo de esa Caracas que parece arrastrarte en alguna acera, en algun atasco de automóviles, alguna movida nocturna. Pero también hay mucho de nostalgia, nostalgia por esa Caracas quizá un tanto frívola, excesiva, despreocupada, de los 80's. Esta aprehensión de la ciudad esta acompañada por un discurso amoroso de fondo, que le da a su visión otra perspectiva, la humana, intersubjetiva, en la que el afecto, el sentimiento amoroso, se entrelazan con los colores, los sonidos, del transitar citadino. Transcribo, entonces, algunos de los textos de Claudia, los siguientes poemas pertenecen a “Sobretodo o sobrenada/Caracas mortal”, los tuve que segmentar en distintas entradas porque si los posteo juntos blogger no respeta los espacios entre estrofas :









En medio de la ciudad respiro profunda-
mente, hundo mi existencia,
acabo con las horas de tedio.
La ciudad engulle y vomita su cotidianidad
para que vayamos
acostumbrándonos a lo que viene, solo
espero en el fondo, donde
estoy, un ademán que me salve del pantano
qu eme está comiendo
los pies.
El ruido de tu voz me arrastra mientras
espero que me devuelva esa
palabra, la que indefectiblemente me man-
tiene girando en tu centro.
Esta no es una capital. No es una ciudad.
No es un pueblo. Es solo una
Caracas mortal en medio de cualquier cosa
qu eno entendemos, que
nos desconcierta hasta la rabia.
Es sal sobre la herida.
Es sentirse en medio de la nada con un
alarido atrapado en la garganta.
Ayer rodé por la ciudad, se sentía el olor a
piña, lechoza, mango,
guayaba.
a verdura fresca.
A sol y verdes de todos los tonos.
Esta ciudad, inevitablemente nos abraza y anuda.
Ejerce su derecho de pertenencia.
Todos los muertos que conozco, a
excepción de dos, están en esta
ciudad. Algunos están enterrados, otra
esparcida en la montaña, los
demás enmarcados, algunos siempre
jóvenes, otros ya no tanto, es
otra manera que tiene la ciudad de
mantenernos cruelmente dentro
de sus límites.

Me paro en una esquina solo para verte
cruzar, llegar de otro punto
de la ciudad y pasar sin verme.
La ciudad tiene su maldad y la ejerce:

nos deja solitarios e invisibles con la mano extendida.
Necesito una ciudad menos amarga
que deje de golpearme en los costados.

martes, 21 de julio de 2009

El poeta y ensayista venezolano Rafael Cadenas




"Anotaciones" de Rafael Cadenas

Finalmente R.P. y yo hemos dejado de vernos, o ahora, si nos tropezamos, nos vemos con distancia. Nos conocemos hace 20 años, pero no creo que salvemos esa brecha, como otras veces. Y está bien. Nuestro tiempo de locura compartida se acabó. Nos queda lo que nos dimos, y lo que tenemos en común: ser personas inquietas, creativas, hedonistas, el gusto por ciertos cantantes, cierto tipo de música, ciertos placeres. Y entre otras cosas, nuestro respeto y afecto por el poeta Rafael Cadenas. Releyendo las "Anotaciones" de Cadenas ha sido inevitable pensar en R. P., su fervor por Cadenas. Como un acto de nostalgia, pero también de reflexión, dejo aquí fragmentos de "Anotaciones". Aunque supongo que R.P. no las leerá, (tal vez nunca ha leído este blog), debe estar preparando, planificando su viaje allende las fronteras, debe estar en tantas cosas que se ocupa en estos días inciertos. Una parte de mí no dejará de quererlo, otra, sigue adelante, en su camino inevitablemente solitario.
"ANOTACIONES" DE RAFAEL CADENAS
(Fragmentos)
El poeta moderno habla desde la inseguridad. No tiene más asidero que la vida. Seguramente una voz queda le dice en los adentros: la época de las causas terminó. Ya no puedes aferrarte a religiones, ideologías, movimientos, ni siquiera literarios. Se acabaron las banderas. Pero este desengaño lo libera para luchar en otra clave por lo que religiones, ideologías, movimientos dicen defender: lo religioso, lo humano, lo valedero.
Esa voz, que parece la del nihilismo, podría ser más bien la voz de la vida que deea recuperarnos.
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La quiebra de la lengua es la quiebra de la cultura, de la sociedad y del espíritu. Es tan indeciblemente importante enseñarla bien. Debía ser el eje de la educación en la escuela, en el liceo, en las escuelas de letras. Con todo, ningún Estado le da importancia. Sin ese instrumento, dice Pound (en El arte de la poesía), el propio Estado se va al diablo.
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La raíz del desdén hacia la literatura es el desdén hacia la lengua. Quien vuelva la mirada hacia el instrumento que le sirve para expresarse, la volverá también hacia el arte de usarla o servirla.
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La poesía puede acompañar al hombre, que está más solo que nunca, pero no para consolarlo sino para hacerlo más verdadero. Por eso tiende a ser seca, dura, sobria. Además, ¿qué consuelo puede haber?
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En la poesía se ha de sentir el sabor de eso que siendo lo más presente, no conocemos.
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¿Por qué escribo como lo hago? Es algo que se me impone, a lo que no debo ofrecer resistencia, contra lo que no debo luchar. Es mi habla.
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Estoy lejos de exquisiteces. La cultura, en mi sentir, no está asociada a ellas sino a un sentimiento ante la vida como cosa que siéndola nosotros nos sobrepasa.

sábado, 18 de julio de 2009

Cósimo Mandrillo


TODO INDICIO DE TI

Los poemas que transcribo pertenecen al libro "Todo indicio de ti" del poeta venezolano, nacido en Italia, Cósimo Mandrillo (1951). Quizá poco conocido, en tanto no se lo encuentra en antologías o referencias bibliográficas u hemerográficas, pero es también docente e investigador de la Universidad del Zulia y ha publicado diversos textos, entre los que se encuentra "Víbora y barro: acercamientos a la obra de Gustavo Díaz Solís".




Me ennieblo

Me unto de verde

La montaña tiene caminos que le zanjan el orso

El hombre manco lee las marcas de la tierra

Verano que esconde lluvia en agujeros celestes

El hombre manco tiene pactos con el fuego

Enciende hogueras

Repite pases en la superficie de su mano sola

Se interna en la leña encendida

La mano es candela y venas

Tizón de carne

Lienzo de luto


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Si el cuerpo es casa

¿Quién abre las puertas del sueño?


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Es bueno sentarse aquí

Y verse desde arriba

Es bueno que el viento le sople a uno por los lados

Que la neblina se meta en casa

Y haga tarde sin consentimiento


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domingo, 12 de julio de 2009

El Hotel Humboldt en Caracas


VIDEOPOETAS VENEZOLANOS. MARIELA CASAL

Algunas semanas atrás en un coloquio en la librería caraqueña, Las Musas, Rafael Arráiz Lucca conversaba sobre un tema del cual trata en un capítulo de su más reciente libro sobre literatura venezolana: el vínculo entre artistas plásticos y poetas en nuestro país. Rafael hizo mención del Circulo de Bellas Artes, a comienzos del siglo XX, que reunió pintores y poetas, al igual que grupos como El Techo de la Ballena, en la década del 60, en el cual hubo artistas que se expresaron tanto en las artes visuales como en la poesía, tal es el caso de Carlos Contramaestre o Juan Calzadilla. Poco después recibí la invitación de Mariela Casal para la presentación de su más reciente trabajo de videopoesía, "Hotel". Este interesante trabajo conjuga videoarte y poesía, y fue editado por la editorial La Diosa Blanca, que dirije el poeta Edgar Vidaurre. Ese domingo pudimos ver el video, en el cual escuchamos los versos de Hotel mientras observábamos imágenes del estado actual del Hotel Humboldt, ubicado en la cima del Avila, que fuera una de las piezas arquitectónicas del gobierno perezjimenista que parecía prefigurar nuestro ingreso en la modernidad, nuestro pasaporte al futuro. En las imágenes y los versos de Mariela sus espacios cobran un aspecto verdaderamente inquietante, atemporal, onírico y nos llevan a los meandros de la memoria, la más terrible destrucción, pero también hacia la belleza que anida dentro de aquello que el tiempo corroe. La edición de "Hotel" se inicia con una versión manuscrita de los poemas que lo conforman, luego hay una versión impresa, y el lector encontrará también un CD con el video. Anoto aquí mi más profunda admiración por el trabajo videopoético que ha venido realizando Mariela Casal, parte del cual pude observar en la Galería de Arte Nacional (antigua sede). Aprovecho la ocasión para mencionar una noticia leída recientemente en El Nacional, que se vincula con la obra de otro joven artista venezolano, en la cual se conjugan el trabajo multimedia y la poesía, el cual ha obtenido recientemente una beca de la Fundación para las Artes de Nueva York, me refiero a Yucef Merhi. No he tenido la oportunidad de observar la obra de Merhi, pero es evidente que también viene desarrollando una obra interesante, según lo destaca el artículo publicado el viernes pasado en El Nacional. Termino este post con algunos de los textos que conforman "Hotel" de Mariela Casal:
hotel, dos de enero
esa flor es azul porque es de aire
esa rama es más verde porque es más lejos
esa casa es más alta porque es más arriba
el océano nos lleva el manto
su lejana candidez
y su sal
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sólo sé que volveré a verte
en nuestro hotel las calles son pliegues
todo el siglo es una red distante
yo me quedo en tu cabello
tu cabello de almohada
y piedras peregrinas
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Esta breve transcripción no puede hacerle justicia a la propuesta de Mariela, que también es imagen, que también es sonido, que también es una atmósfera, una voz susurrante que te envuelve, que te acompaña durante el recorrido por la videopropuesta de "Hotel". Pero es una forma de dar cuenta de una experiencia inolvidable. Para los no caraqueños que pasen por aquí, el Hotel Humboldt esta en lo alto de la montaña que rodea a Caracas, el Avila, y desde allí puedes ver un grandioso paisaje que mira hacia Caracas, pero también hacia el Litoral que se encuentra al otro lado de la montaña. El Humboldt fue un hotel espectacular, modernísimo, un absoluto lujo de aquel país y aquella ciudad que el petróleo construyó como un espejismo que hoy es algo absolutamente fantasmático.
Beatriz Alicia García

miércoles, 1 de julio de 2009

Retrato de Anaïs Nin


DIARIOS DE ANAÏS NIN. TOMO V (Fragmentos)

Comparto con los eventuales lectores fragmentos de uno de los diarios de Anaïs Nin. A mis me han acompañado sus diarios por muchos años. Cada tanto los releo desde que dos amigas me permitieron leerlos, Yurinis Prieto y Susana Sánchez. Susana, especialmente, me fue prestando los siete tomos que tenía. Aún entonces no se había publicado la versión inexpurgada. La lectura de los diarios de Anaïs me conecta con el difïcil arte de madurar y crecer como persona y el muy difícil arte de escribir, la búsqueda de una expresión propia. Y muy particularmente me ha conectado con lo que significa ser mujer en el más profundo sentido de la expresión, en tanto relata desde sus experiencias más físicas y corporales hasta sus más hondas ansiedades, miedos, temores. Aquí sólo transcribiré, por lo pronto, algunos fragmentos de su diario en los que se refiere a la escritura y al arte.
Beatriz Alicia
DIARIO DE ANAÏS NIN. TOMO V. Editorial Bruguera
Yo creo que escribimos porque tenemos que crear un mundo en el que podamos vivir (...) Tuve que crear un mundo mío, como un clima, un país, una atmósfera en la que yo pudiera respirar, reinar y re-crear lo que la vida destruía.
(...) También escribimos para aumentar nuestra conciencia de la vida, escribimos para atraer y encantar y consolar a otros, escribimos para llevar una serenata a nuestros amantes. Escribimos para paladear la vida dos veces, en el momento y en retrospectiva. Escribimos como Proust, para que todo sea eterno y para persuadirnos a nosotros mismos de que lo es...Escribimos para poder trascender nuestra vida, para llegar más allá de ella. Escribimos para aprender a hablar con los otros,para registrar el viaje a través del laberinto, escribimos para ensanchar nuestro mundo cuando nos sentimos asfixiados, constreñidos, solos. Escribimos como los pájaros cantan, como los primitivos realizan sus danzas rituales. Si no respiramos escribiendo, si no lloramos escribiendo o cantamos escribiendo, entonces no escribamos. Porque nuestra cultura no necesita nada de eso. cuando no escribo siento que mi mundo se encoge. Siento que estoy en la cárcel, que pierdo mi fuego, mi color. Debería ser una necesidad como el mar necesita la marea. Yo lo llamo respiración.
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Convalescencia. Tanta debilidad que yace uno como un animal en hibernación, como un animal que se hace el muerto. Se flota. Se está a la deriva. Todas las corrientes son más fuertes que uno.
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Lo que el mundo olvida es que la pasión no es solamente una fusión sensual elevada, sino una forma de vida que produce, como en los místicos, una conciencia extática del conjunto de la vida, y y que es de esta manera como la poesía se convierte en la mayor verdad, por intensificación y condensación de la experiencia.
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En el inconciente se encuentran no sólo los demonios del hombre (como temíamos), las fuerzas primitivas, instintivas, incontrolables de la naturaleza, sino también esa fuerza creativa, expansiva, que conecta con el universo y que se halla en grandes figuras como Beethoven, Einstein, y en pintores y escritores de valor. El amor del hombre por dichas figuras revela su propio sueño de alcanzar las cimas del logro humano.
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Todavía bajo la euforia sintéticamente creada por una belleza sintética, me enfrenté y vencí el miedo a morir descubriendo un reino qu eno muere, lo más altos momentos del arte que son los únicos que se perpetúan. He descubierto el reino en el que me encuentro en casa, y estoy contenta de enterrarme en él, en las pirámides del arte. Allí, por lo menos, nunca me sentiré sola.
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Es cierto que existen elevaciones en el arte, en música y en el oficio de escribir, que nos sotienen, nos ayudan a vivir. Cambian nuestros pesares en belleza. Pero también es verdad que existen caídas abismales de las que el arte no puede salvarnos, y entonces se hace necesario encontrar un conocimiento de nuestra vida humana, de nuestroo mal. Yo he encontrado ese conocimiento, esa búsqueda de la salud y de la integridad, necesaria para mí y para los demás. Los poetas, como he observado en mis estudios de los románticos clásicos y modernos (que llamamos neuróticos), siempre acaban en catástrofe, en tragedia, enfermedad y muerte. Son las víctimas de la vida en lugar de sus conquistadores. Véase la trágica vida de Baudelaire, de Rimbaud, de Verlaine, de dylan Thomas,etcétera. Incluso recientemente Virginia Woolf se ahogó por su propio deseo. Rimbaud caminó fuera de su vida de poeta y en el olvido.
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He elegido escribir sobre los artistas, primero porque los conozco mejor, y después porque la expresión de fantasía e imaginación se manifiesta en ellos más que en otras vidas. En otros hombres la mayor parte de sus vidas está reprimida por la estructura burguesa, por sus costumbres profesionales, sociales y comunitarias. El artista conserva su sensibilidad, es el elemento que necesita para su profesión. El artista empareja su vida con sus necesidades y vive para su propio designio y sin conformidad con los patrones hechos por los otros. El artista vive más en armonía con su propio carácter y está más cerca de la liertas y de la individualidad, y por lo tanto de la integridad.
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El papel del escritor no es decir lo que todos podemos decir (...) La responsabilidad del escritor es incrementar, desarrollar nuestros sentidos, expansionar nuestra visión, perfeccionar nuestro conocimiento y enriquecer nuestras articulaciones.
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La dramatización de nuestros infiernos personales es nuestra única forma de salvación, de separarnos de ellos.

jueves, 25 de junio de 2009

ESPUMA MELANCÓLICA

Me complace postear un poema de un amigo de Chiapas (México), quien además de escribir poesía, escribe cuento y ensayo, ha sido conferencista, coordinador de talleres, colaborador de la prensa. Un poco más abajo está su página para los que quieren leer otros textos suyos. Un cordial saludo desde el valle de Caracas. Pronto posteo una escritora que siempre retomo cuando la vida me da estos giros imprevistos y me quedo un poco perdida, Anais Nin y sus diarios.
Beatriz Alicia García
ESPUMA MELANCÓLICA

La mujer que espera bajo la lluvia,
la que siembra
pensamientos en la hoguera,
gime, se estremece.
Sus pechos, violentas rosas, braman.
Sus muslos se abren
con denso escalofrío.
Su voz, espuma melancólica,
entrega vaticinios
como una Luna Nueva que galopa.
La noche, complacida,
la corteja.
En la fronda los pájaros maduran.

Óscar Wong

(Del libro Razones de la voz, CNCA, Colec. Práctica Mortal, Méx., 2002, 73 pp.)

oscar_wong83@yahoo.com

http://www.geocities.com/poetaoscarwong/

jueves, 18 de junio de 2009

No sé por qué los poemas que he posteado últimamente están quedando pegados unos a otros a pesar de que pongo dobles espacios entre ellos. Previniedo esto en los poemas que he posteado de Idea Vilariño los títulos de cada poema están en mayúscula. Así que lectoras (es) míos cada poema empieza donde hay un título en mayúsculas todas. No sé como solucionar el problema, si alguien sabe dígamelo por favor. Gracias. Beatriz Alicia

Idea Vilariño


Homenaje a Idea Vilariño

En el reciente encuentro de bloggeros de Caracas, supe por casualidad, que había muerto Idea Vilariño. Una de esas poetas latinoamericanas devastadoramente lúcidas que me han acompañado por muchos años. Antes de colocar algunos poemas suyos quisiera aprovechar la ocasión para celebrar ese grato encuentro del martes, en el que pude compartir con tantos y tantas amigo (as). Realmente fue gratísimo ver a tanta gente bella junta. Pude además conocer algunos blogs de los cuales no tenía idea. Aquí van algunos poemas de Idea Vilariño:
YO
No sé quién soy.
Mi nombre
ya no me dice nada.
No sé qué estoy haciendo.
Nada tiene que ver ya más
con nada.
Tampoco yo
tengo que ver con nada.
Digo yo
por decirlo de algún modo.
NADIE
Ni tú
nadie
ni tú
que me lo pareciste
menos que nadie
menos que calquier cosa de la vida
y ya son poco y nada
las cosas de la vida
de la vida que pudo ser
que fue
que ya nunca podrá volver a ser
una ráfaga
un peso
una moneda viva y valedera.
EL OJO
Qué pasa ahora
qué es este prodigio este
desplome de prodigios conmoviendo la noche.
qué es esto preguntamos
qué es esto y hasta dónde.
El mundo cede vuelve
retrocede
se borra se derrumba se hunde
lejos
deja de ser.
Qué será de nosotros
qué es esto pregutamos espantados
qué es.
Y sin embargo
sobre el sordo delirio sobre el fuego
de todo lo que quema y que se quema
en lo más implacable de la noche
en lo más ciego de la noche está
planeando sobre el colmo y la ceguera
un ojo frío y despiadado y neutro
que no entra en el juego
que no se engaña nunca
que se ríe.
UN HUESPED
No sos mío
no estás
en mi vida
a mi lado
no comés en mi mesa
ni reís ni cantas
ni vivís para mí.
Somos ajenos
y yo misma
y mi casa.
Sos un extraño
un huésped
que no busca no quiere
más que una cama
a veces.
Qué puedo hacer
cedértela.
Pero yo vivo sola.
EL ENCUENTRO
Todo es tuyo
por ti
va a tu mano tu oído tu mirada
iba
fue
siempre fue
te busca te buscaba
te buscó antes
siempre
desde la misma noche
enqe fui concebida.
Te lloraba al nacer
te aprendía en la escuela
te amaba en los amores de entonces
y en los otros.
Después
todas las cosas
los amigos los libros los fracasos
la angustia los veranos las tareas
enfermedades ocios confidencias
todo estaba marcado
todo iba
encaminado
ciego
rendido
hacia el lugar
donde ibas a pasar
para que lo encontraras
para que lo pisaras.
MAS SOLEDAD
Como una sopa amarga
como una dura cucharada atroz
empujada hasta el fondo de la boca
hasta golpear la blanda garganta dolorida
y abrir su horrible naúsea
su dolorosa insoportable naúsea
de soledad
que es soledad
que es forma de morir
que es muerte.

martes, 16 de junio de 2009


El canto de La Murada

Luego de un tiempo sin escribir vuelve a tentarme la poesía con sus cantos de sirena, y yo cedo, claro. Como si me salvase de algo, como si tuviese algún sentido. De algún modo tiene que justificar una sus desvaríos, su errancia, su descolocación. Ahora que ya no formo juventudes, ni tengo ocupación productiva, algo hay que hacer. Por suerte mis amigos e instituciones afines no cesan de enviarme invitaciones, de tenderme trampas, de darme afecto. Como mínimo hay que dejarles aquí algún señuelo, algún gesto, para seguirnos comunicando. Nos vemos.
Beatriz Alicia
EL CANTO DE LA MURADA


Entre muros,
tejo mis días,
late mi corazón
en largas noches,
mis deseos
no salen del foso
donde me mantienes,
mis deseos trepan
como arañas
las piedras de estos muros
cuando duermes,
se iluminan con los astros.
Pero nada alcanza
tu piedad,
nada doblega
tu alma,
tu alma de piedra,
que me devora
lentamente,
entre estos muros.

Junio 2009

Beatriz Alicia García

lunes, 8 de junio de 2009


Poemas de María Casiraghi

Los poemas que siguen pertenecen al libro "Escamas del silencio" (2004) de la poeta argentina María Casiraghi (Buenos Aires, 1977). Quien es periodista y licenciada en Letras. Traductora de guiones de cine y diarios de viajeros europeos del siglo XIX. También ha publicado "Retratos", "Patagonia Sur" y "Patagonia Sur Santa Cruz-Argentina".


IV
Una sola huella basta
para hacer de la máscara
una osamenta
orando
en el destierro.

XII
Cómo explicarnos el destierro
desde el fondo de la sal
desde la lágrima
deshabitada

Cómo habitar la lágrima
después del naufragio.

XIV
El miedo es la tortuga insomne
hurgando el barro
interrogando el hambre

reptil del invierno
arrugándose despacio
bajo el cardumen prisionero del océano

El miedo es la llaga
de todos los misterios.

XV
Callando

la primera palabra
extirpada antes de nacer

y la palabra que habla
de una desnudez abandonada.


La soledad
ese tiempo
buscando refugio
desesperado

I
Será siempre la noche
un hueso abandonado

y tu fosa
un sendero
al mutismo de la luz.

VII
Por qué no tocarnos
venciendo las costras
los filos
la porosa distancia de las frutas.

Tocarnos la paciencia
la dilexia
el sueño.

Palpar los muros del otro
la grieta en el otro

y regresar sumergidos
líquidos

viernes, 22 de mayo de 2009

ESTACIÓN MI CASA

Quiero irme a mi casa
al anaquel de los jabones
tocar las teclas del piano
sentarme en la silla roja
y quedarme con el libro
el buen Testamento
del maestro Villon

quiero irme a mi casa
para hablar con la perra
y esperar que la trepadora
teja su verde muerte
sobre las paredes
de mi casa de siempre
a donde quiero ir contigo
para terminar el tiempo
viendo las grises lluvias
y escuchar el viento
ver en la ventana de la sala
como la trinitaria abraza
la reja con su carmesí
quiero irme a mi casa
donde en cada rincón
se mueven los recuerdos
olvidadas penas
y fiestas navideñas
quiero irme a esta casa
donde tocabas el piano
donde las paredes blancas
cerraban nuestro mundo
de largas noches cantadas
y largos mullidos silencios

Quiero irme a mi casa.


Aladár Temeshy

(Este poema pertenece a un libro recientemente presentado en la Sala Cabrujas de la Fundación Cultural Chacao, "Viajes en la noche". Una bellísima edición de La Diosa Blanca)

jueves, 7 de mayo de 2009

Antonia Palacios


ESCRITO EN EL MARGEN (fragnento)

Antonia Palacios (Caracas, 1904-2001)

Al escribir no hacemos más que explorar en nosotros mismos en busca de nuestro misterio. Luego de esa exploración queda siempre una secreta realidad intransferible. La lucha por transmitir lo intransferible constituye la esencia de la creación.
En el impulso creador hay siempre revelación, advenimiento. Nada importa qu elo revelado haya estado en nosotros siempre y nos hayamos consustanciado tanto con él hasta olvidarlo. En ese redescubrir reside, en gran parte, la creación. Lo trivial se torna milagroso.
El creador se haya siempre en constante indagación de su yo. Una suerte de dragado interior hacia lo más profundo. Tarea que se dificulta a causa del mismo creador, quien levanta vallas internas y siembra de obstáculos la vía por donde avanza la indagación.
La creación posee un dinamismo propio dentro del cual se establecen pausas. La complejidad de la acción creadora propicia la lucha entre lo estático y lo activo. Aun en aquellos temperamentos inclinados por naturaleza a la acción, el goce que se desprende de facultades estáticas sobrepasa muchas veces a aquel que emana de la actividad en ebullición. Acaso el estatismo, en su origen, no sea más que una de esas pausas, vastas demoras, que se abren en medio de los gérmenes de la creación.
La creación es una aventura en la que arriesgamos la totalidad de nuestro ser. El riesgo consiste precisamente en ignorar su destino.
Para el creador la realidad resulta siempre misteriosa. La creación penetra la realidad dejando intacto su misterio para una nueva posibilidad de renovación del acto creador.
El estilo no es solamente una serie de procedimientos que la técnica pone a nuestra disposición como medio de expresión. Es también una manera de formular que nos es propia y en su iniciación la técnica no cuenta mucho. Nacemos con un estilo ligado a nuestra manera de ser, el cual comienza a afirmarse en el momento que traduce con autenticidad nuestras experiencias. En sustancia el estilo no cambia, como no cambia tampoco, en lo esencial, nuestro ser. Al paso de los años el estilo se depura en la misma manera en que la experiencia nos modifica. El estilo nos pertenece como nuestra propia piel, cambiarlo, en su esencia, sería como traicionarnos a nosotros mismos. Nuestra fidelidad al estilo es involuntaria.
El estilo encierra mucho de nuestra vida interior.
Insistir, sin premeditación, en la búsqueda, es un camino hacia el hallazgo. Trillar una y mil veces el mismo surco, horadar con terca tenacidad el punto único que sólo reconoceremos cuando de él salte la chispa. Un continuo y fervoroso roce puede revelarnos lo inaudito.

viernes, 17 de abril de 2009

ELEONORA REQUENA


ETICA DEL AIRE


Antes que nada me disculpo con los eventuales lectores de mi Bitácora, debo tener algo así como dos meses sin actualizarla. Pero mi agenda está hipercomplicada. Reanudo mis posteos, para reivindicarme con una de las mejores poetas de mi generación, Eleonora Requena, quien en tiempos recientes editó con Bid & Co. dos libros: "Mandados", ya editado con anterioridad en un pequeño tiraje y "Etica del aire". No agregaré mucho a los poemas, salvo que la poesía de Eleonora hunde sus raíces hondamente en la tradición de la lengua, cosa difícil de encontrar en las generaciones más recientes de poetas venezolanos, tan influídos, me incluyo, por la estética norteamericana. Sin más algunos poemas de "Etica del aire", de la poeta venezolana Eleonora Requena. (Se agradecen comentarios, este blog existe, entre otras razones, para compartir textos, pero también, en la medida de lo posible, para el diálogo):




Cuida el corazón


de los desfiladeros,


de caer en el precario


goce de caer


en los desfiladeros,


cuida al corazón


profundo de caer


piedras abajo,


cuídalo


de los tropiezos,


déjalo


que caiga


sin remedio.




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Las trampas del lenguaje




Los grillos, el agua por los caños, los niños dormidos,


los carros, los gatos, la vejiga llena, el vaso de agua, el


fondo de la olla de lentejas, los leves latidos del fracaso,


sus augustos planes de vuelo, las alegrías maceradas, la


cáscara dura de la madrugada, los giros, escribir sobre


esto o aquello, las flores cortadas, los niños dormidos,


el toque de diana, la mañana




Petitorios temerarios




Pido pies y manos para las palabras,


prebendas,


vientos favorables, tiempo cernido


para llegar al cuerpo firme


de tu abrazo




Kit de palabras conjuro para sacarte de mi cabeza




Sacacorchos, tirabuzón, tachadura


eclipse de sol, raticida, licor, disolvente,


ángel exterminador, papelera, catapulta,


armadura, congelador, tippex, jabón


esparadrapo, delete, delete, se acabó




miércoles, 25 de marzo de 2009

FALLECÍO STEFANIA MOSCA



Ayer, luego de una ardua lucha contra el cáncer, falleció Stefania Mosca (1957-2009). Egresada de la Escuela de Letras de la UCV y magister de la Universidad Simón Bolívar. Stefania nos deja tres extraordinarios volúmenes de cuentos: "Seres cotidianos", "Banales" y "Mediáticos", tres libros de ensayos "La memoria y el olvido" y "Borges y la utopía" y "El suplicio de los tiempos" y las novelas "La última cena", "Mi pequeño mundo" y "El circo de Ferdinand". La parodia y la ironía como herramientas de cuestionamiento de la realidad que le tocó vivir son su más evidente legado. Su vitalidad y agudeza nos queda a aquellos que tuvimos la suerte de compartir con ella. Más allá o más acá de la triste catalogación que padecemos en la actualidad los escritores venezolanos, en chavistas o no chavistas, espero que el tiempo reivindique la obra extraordinaria de esta amiga escritora, cuya obra cuentística trabajé en mi texto de grado con el cual obtuve el magister en literatura venezolana por la Universidad Central de Venezuela. Dejo aquí a los eventuales lectores de mi blog un texto que leí el año pasado en un homenaje que se le hizo a Stefania en la Fería del libro en Los Caobos. Hasta siempre, flaca:


MUJERES DE ARMAS TOMAR: FÉMINAS URBANAS DEL NUEVO MILENIO
Beatriz Alicia García
(homenaje a Stefania Mosca en la Feria Internacional del Libro de Caracas, 2008)

Hablar hoy de la mujer venezolana y sus distintos roles en la sociedad nos parece natural, pero apenas 50 años atrás nuestras mujeres sólo tenían una aspiración en la vida: encontrar un buen marido, conformar un hogar y una familia y ser "feliz para siempre". En ese entonces era jurídicamente menor de edad, debía representarla una figura masculina de la familia: el padre, un hermano, si era soltera, o el marido, si era casada. Esa situación, sin duda, limitaba sus posibilidades de crecer personalmente y desarrollarse a plenitud como ser humano. Sin hablar, digamos, de lo que podía significar tener que aguantar "para siempre", "en las buenas y en las malas" y con todos los cachos posibles, a un esposo que les saliera malo. Entre madres y monjas se quedaba la cosa, para no mencionar otros roles indecorosos que se nos han endilgado desde la antigüedad, como el de ser brujas o prostitutas, ser las culpables de la perdición de los hombres, desde que Adán y la raza humana fueran arrojados del Paraíso, por culpa de una mujer malvada llamada Eva.
Afortunadamente para nosotras hoy las cosas han cambiado. Las mujeres hoy nos movemos en distintos ámbitos de actuación, que van desde los roles tradicionales de esposas y madres, pasando por el desempeño en distintas profesiones, llegando incluso a presidir altos cargos públicos, hoy tenemos una presidenta en la Asamblea Nacional y otra en la Corte Suprema de Justicia. Pero en realidad, ¿qué tanto han cambiado las cosas en el terreno de lo íntimo, de lo privado?¿Qué tanto han cambiado las relaciones entre los hombres y las mujeres?¿No se sigue esperando que la mujer sea la responsable de las labores típicamente hogareñas, además de atender sus responsabilidades profesionales?¿De qué modo representa la literatura, y en específico nuestra literatura, a la figura femenina?
En los años recientes me planteé, como proyecto de grado para obtener el grado de magister en literatura venezolana, revisar de qué modo algunas de las escritoras venezolanas contemporáneas han representado en su narrativa breve a la mujer y los roles sociales que cumple en la actualidad. En una investigación anterior había encontrado que durante el siglo XIX y buena parte del siglo XX los escritores habían reiterado una visión tradicional y trágica del sujeto femenino. En sus textos narrativos las mujeres o eran buenas y maltratadas por el hombre, (con frecuencia se volvían locas o tenían una muerte prematura) o eran seductoras y destruían a los hombres que las amaban, o por lo menos los llevaban por el mal camino. No había términos medios.
Dos años atrás, o quizá un poco más, leyendo algunos cuentos de Seres cotidianos de Stefania me llamó la atención precisamente la galería diversa de personajes femeninos que había en ese libro, los cuales no se atenían a las representaciones tradicionales del sujeto femenino. Como había tenido que descartar mi proyecto inicial para culminar la maestría, me dije, tal vez ése podría ser un proyecto interesante, es decir, indagar en ése y otros libros de cuentos escritos por mujeres si ellas, a diferencia de los escritores hombres, estaban proponiendo en sus textos una visión distinta de la mujer. Estas mujeres urbanas representadas en Seres cotidianos no eran dulces y resignadas féminas sufriendo a causa de algún machista maluco. Sufrían sí, porque la mayor parte de ellas eran mujeres abandonadas por su amado, pero no se resignaban en lo absoluto, en su discurso con frecuencia lo increpaban, le pedían explicaciones, pedían la cabeza del ingrato. Como es el caso de los personajes de "Unas son de despecho" y "Alegato". Veamos:

"La verdad, sin camisa verde en el recuadro, la verdad, chico. La verdad es el estatus, por qué perderlo, la verdad, es que imposible tú y yo, no estoy tan loco por ti para dejarlo todo" ("Unas son de despecho")

"Muy bien: engañas, dices un falso paradero, das falsas razones. No sé cómo puedes pensar que soy tan tonta. Me enfurezco. De pronto puede invadirme de modo total la urgencia de tu sangre, comer de ella, ver ajada la sonrisa de burla y futil satisfacción en la cara de tu nombre que anda por allí diciendo más mentiras y cree que así conseguirá su sitio en el mundo" ("Alegato")

Estos narratarios, a quienes se dirigen estas mujeres "de armas tomar", son hombres de poder, y el poder es un tema sobre el que le ha interesado indagar a Stefania. En sus novelas "Mi pequeño mundo" y "El circo de Ferdinand" se parodia, con no poco de aguda reflexión y terrible ironía, los traspatios del poder, los laberintos destructivos que pueden vincularse al poder político, económico. Al final de ambas novelas la violencia acaba con los protagonistas, los destruye. En algunos de sus textos breves, la violencia es también un eje temático, pienso en cuentos como "Sotto voce" o "Acorralada" de Seres cotidianos, que se centran en las secuelas psicológicas de la violencia:
"Tengo su mano amarga en el rostro; sentí la ira y el dolor por cada uno de sus dedos; el dolor, y no soy patética, sino dolor, ustedes entienden, esa cosa de todos los días que uno arrastra" ("Sotto voce")
"Mi futuro no me alivia aunque sea dichoso ¿entienden?" ("Sotto voce")
"Los veo de cacería, sedientos, ávidos de una presa" (Acorrala)
"Son las dos de la mañana y ya debería suponer que se han cansado, que la cinta o la película se les acabó por hoy. Pero lo sé, lo temo, creo que me escuchan pensar. Quiero olvidar su amenaza...Y si me descubren. Si hay algo equivocado en mi intimidad, en mis preferencias" ("Acorralada")
Mientras que en un relato como "Residencias Pascal" nos encontramos in sito con los acontecimientos, no hay mucho espacio para la imaginación, desde la primera línea estamos en plena balacera. Cito:
"La bala apenas si rozó la noche que salía mecánica del ascensor. Una sombra saboteaba la cinta de programación de nuestro único y apenas sobreviviente elevador. El profesor alemán del pent house lo sorprendió. Era Souto, el pistolero del Pascal. Al verse descubierto, el hombre bajo, regordete, de ascendencia portuguesa, turbio e intimidador, sacó su revólver y disparó a la rodillas de mi her proffesor."
La violencia de nuestra ciudad ya no es definitivamente algo que se lee en los periódicos sino que se ha metido en el hogar, en los pasillos del edificio de esta narradora y de las otras a las que he hecho referencia. Pero hablemos mejor de acontecimientos menos trágicos, hablemos de las afroditas que se pasean por los relatos de Stefania.
En su segundo libro de cuentos de Banales, me encontré con personajes como Marlene Díaz, protagonista de "La chica cosmo", quien descubre en su adolescencia en la revista Cosmopolitan "un modelo alternativo de mujer, un modelo preferible" al de las ama de casa abnegadas y frustradas como su madre, "por primera vez la mujer se le presentaba gozosa además de bella". En adelante Marlene va a consagrar su vida en convertirse en una "chica cosmo", para las cuales la vida es un goce y no un resignado martirio. En este grupo de bellas se encuentran también las protagonistas de "Gimnasio", uno de los cuentos emblemáticos de la narrativa moscaniana. Por una parte encontramos a una señora, ya no tan joven, que procura mantenerse decorosamente bien en el gimnasio, la cual coincide a la salida del local con "Lola", la "tranfor" más cotizada de Caracas, quien le pide que le de la cola, porque no se siente bien. A ambas las une su interés por la apariencia física, su necesidad de simular, aunque por distintas razones, que son algo que no son. La mujer clase media tiene todo arsenal de productos y rutinas para "mantenerse" joven, aunque ya no lo es; mientras que "Lola" también construye un personaje femenino, con su ropa y su maquillaje, aunque biológicamente ha nacido hombre.
La influencia de lo mediático y la cultura de masas es otro de los ejes de la narrativa de Stefania. No por azar su tercer compendio de relatos se llama Mediáticos y uno de los personajes de este compendio, la mujer que protagoniza "Patz" es un personaje de televisión que está a punto de abandonar al marido, con quien mantiene una simulada historia conyugal feliz. Veamos que nos dice este personaje sobre la idiosincracia nacional: "Nuestra patria, condenada al culto de los héroes, ha olvidado el valor de la vida, de las personas normales. O te rasgas las vestiduras por la patria, o te metes a revolucionario y te follas a todas las niñas del campamento, o te metes a marica. No tenemos valores para la vida normal".
Quisiera cerrar esta galería de personajes femeninos de Stefania Mosca, con dos de sus personajes más interesantes. Uno es una bruja moderna, Astrid, quien protagoniza uno de los relatos más bellos, poéticos y enigmáticos de la autora sobre la que hoy conversamos: "Rostro de mujer" (Seres cotidianos). Ella parece simbolizar el arquetipo que ha vinculado a la mujer con lo oscuro, lo misterioso. Ella ha seducido desde su balcón a Eduardo, quien estaba de paso por la ciudad donde ella vive y ha quedado hechizado al verla. Eduardo, que es el narrador de la historia, la describe así:
"Era tan hermosa. Pese a todas las cosas que llevaba puestas. Las lagartijas bajo la manga, el cofre de plata entre las piernas, unas bolitas de naftalina en los bolsillos, una jaula vacía en las caderas. Pese a no parecerse a nada ni a nadie, Astrid era hermosa".
Cierro mi intervención con uno de los personajes femeninos más transgresores que he leído en la narrativa venezolana, el personaje protagónico de "Passion Fruit" de Banales. Ella es una Afrodita de avanzada edad quien regenta una glamorosa casa de citas, cuyos clientes son profesionales universitarios de buen poder adquisitivo. Pero ella de ningún modo es espectadora nostálgica de lo que sucede en el salón rococó de su morada, por el contrario es participante activa y gozosa de las relaciones sexuales en grupo, en las que participan dos amantes predilectos: un joven ingeniero y un enano violinista que musicaliza las veladas y posee un miembro extraordinariamente dotado para el placer. Las veladas se inician con la degustación de buena comida y buenos caldos, y luego terminan en el salón rococó. En este relato encontramos un lenguaje irónico y paródico, que de principio a fin atrapa al lector. Copio las líneas iniciales:
"Vuelvo al jardín. Cierro los ojos para atrapar el alma de la noche que se hace en tu boca. Mira como suspiras. Estamos acabaditas por dentro. Como las parchitas de Don Alonso. De tanto esperar a que maduren ya están rancias. Secas. Muy arrugadas. Como tú. Quien iba a decir que tu vecino ingeniero agrónomo fuese así, tan bien dotado de cariño, ¡guao!....mi vida"
La mayoría de estas féminas a las que he hecho referencia son mujeres urbanas, e independientes, pero sobre todo, rompen con el esquema tradicional de lo que una mujer debe ser: resignadas y entregadas madres y esposas. Son, en definitiva "mujeres de armas tomar", que además no dejan de ser femeninas, van al gimnasio, cuidan su cutis, disfrutan, hasta donde la trama se los permite, de los favores del macho. Si bien al finalizar mi investigación concluí que la mayoría de los personajes representados no eran felices o no tenían un final feliz; lo que definitivamente si se hizo evidente es que algo está cambiando respecto a la representación de la mujer, en la sociedad y en la literatura: la mujer hoy ha emprendido un difícil viraje en su modo de autodefinirse, y por lo pronto ni ellas mismas ni sus compañeros saben muy bien como replantearse la relación de pareja y eso crea conflictos.

sábado, 14 de marzo de 2009

Poética

Me gusta asfixiar al poema
cuando todavía lo tengo adentro,
hacerle llevar una vida ordinaria
de la que se avergüence,
crearle necesidades mundanas.
Que me pida cama, para no dársela.
Que me pida baño para asearse.
Me gusta hacerle pasar hambre,
sed,
miserias,
hacerle sentir que no es la gran cosa,
mostrarle desinterés cuando me llama,
hostigarlo con burlas.
Que sufra.
Que sienta que no hay tinta para él.
Me gusta desafiar las fuerzas del poema,
intentar debilitarlo.
Que caiga enfermo.
Que ofrezca resistencia.
Que de pelea.
Y si sobrevive,
me gusta dejarme ganar por el poema
y anunciarle sobriamente
que saldrá.


Odette Da Silva

Odette Da Silva. (Caracas, 1978). Es egresada de la Escuela de Artes de la Universidad Central de Venezuela, donde se desempeña como docente en la actualidad. Actualmente elabora su tesis de grado en la maestría en Filosofía de la Universidad Simón Bolívar. "Poética" pertenece al libro "Escandinavia y otros destinos", poemario ganador del concurso para autores inéditos de Monte Ávila Editores, publicado en 2006.

martes, 17 de febrero de 2009

Queremos tanto a Julio


25 años sin el Gran Cronopio, conocido también como Julio Cortázar. Dejo aquí para los lectores algunos de sus poemas, que si bien no tuvieron la relevancia de su narrativa, también forman parte de su legado:


Ahora escribo pájaros.

No los veo venir, no los elijo,

de golpe están ahí, son esto,

una bandada de palabras

posándose

una

a

una

en los alambres de la página,

chirriando, picoteando, lluvia de alas

y yo sin pan que darles, solamente

dejándolos venir. Tal vez

sea eso un árbol



o tal vez

el amor.


(Tomado de "Salvo el crepúsculo", "Cinco últimos poemas para Cris")



UNA CARTA DE AMOR


Todo lo que de vos quisiera

es tan poco en el fondo



porque en el fondo es todo



como un perro que pasa, una colina,

esas cosas de nada, cotidianas,

espiga y cabellera y dos terrones,

el olor de tu cuerpo,

lo que decís de cualquier cosa,

conmigo o contra mía,



todo eso que es tan poco

yo lo quiero de vos porque te quiero.



Que mires más allá de mí,

que me ames con violenta prescindencia

del mañana, que el grito

de tu entrega se estrelle

en la cara de un jefe de oficina,



y que el placer que juntos inventamos

sea otro signo de la libertad.



(De "Salvo el crepúsculo")