miércoles, 9 de diciembre de 2015

"Quebrantos" María Gabriela Rosas






Pocas semanas atrás asistí a la presentación del libro de poemas Quebrantos, uno de los mejores libros de Poesía que he podido leer en este año que termina, 2015. Editado por el Movimiento Poético de Maracaibo, bajo la coordinación de Luis Perozo Cervantes. Que algunos de sus versos contundentes y hondos hablen por si solos:


                                                                      María Gabriela Rosas

Poro

                                                       "Entrego lo que he encontrado,
                                                       el festín del fuego"
                                                                 Esdras Parra

Te digo que te quiero con mis manos
me importa que después de tanto escombro
tanta caída
sepas decir y digas
junto a mi cuerpo
Me importa lo temprano de tus sueños
que llegues limpio
a tiempo
tú que me conoces sabes que no temo
no pongo el corazón en cualquier parte.


Ruidos 
No pude marcharme ilesa de la noche
los labios nunca son serenos
los agita el silencio
De cada beso uno regresa distinto
o no regresa
y uno se queda solo en las esquinas del mundo
porque estarlo no depende de la gente
de su ruido
depende del silencio que somos

Postal
Una boca es sólo eso
hasta que te abre en dos
y habita la tormenta que eres
entonces, tiemblas
en una boca cabe toda la lluvia.

Columpio
Yo pude mostrarte el color de mis encajes
abrir las piernas más

abonar los límites
ir hondo

pudo pasarme el silencio un día
pero jamás contigo

debiste colocar dentro de tus ojos un pañuelo
para evitar excusas
                               vueltas
                                            círculos
y fraccionarme la tonta idea de no poder abandonarte
porque un espejo roto es suficiente para toda la vida
pero ningún espejo se quiebra tanto como nosotros

yo pude decir
espera
amor
tengo hambre y hace frío
mi cuerpo es tu columpio

pero no quise.

Trampa
Quedé con las manos limpias
la boca seca
recién bañada
la piel más suave que nunca

soy mi trampa
no cargo lágrimas
no encuentro ya dolor en las despedidas

mi techo siempre ha estado en llamas
no tengo ganas de volver a atravesarlo
me quemo y es contigo

soy una herida
que la noche no cierra.


María Gabriela Rosas