sábado, 25 de enero de 2020

Poema Rodolfo Häsler

                                                      Rodolfo Häsler





VIENA (EN EL CAFÉ MUSEUM

A mi hermana Ana

I
¿Se puede penetrar en el espacio de la memoria?
La estancia tiene forma de pentagrama, los muros oscuroa
y anchos y unos cuantos libros en las esquinas.
Pudieran servirnos un café turco, en toda su gloria,
para contrarrestar la fría lluvia de primavera.
Si logramos traspasar la doble puerta
nos haremos fuertes frente a lo extraño. Por no escuchar
el reclamo de la caverna escondo un Jacinto azul entre la ropa.

II
Hallamos en sus muros desconchados
un juego zodiacal para protegernos del hado,
al abrigo de la luz, al amparo de las miradas.
Los animales del cielo nos señalan desde sus asientos
y no podemos escapar a sus bramidos,
la fuerza del espíritu clama por el advenimiento
de lo oculto, el grito del Sardanápalo ya asesinado.
Los signos se repiten en la dureza de la piedra.

III
La disciplina gobierna nuestras vidas,
no podemos dejar de andar por las constelaciones
para atajar la suerte en el sueño de los antepasados.
Hasta el punto marcado, hasta el espacio acotado,
todo es reflejo de las aguas superiores, del movimiento
de la batuta sobre la línea negra.
El castillo de Bartók es sólo el punto de partida,
luz y dolor para reconocernos en el jardín cifrado.

Roberto Häsler

Mariposa y caballo (Libro de viajes), 2002

jueves, 23 de enero de 2020

Poemas de William Carlos Williams





POEMAS DE WILLIAM CARLOS WILLIAMS

Enero se ha ido tan rápido. He intentado que no me deje atrás, pero inevitablemente, aun cuando vivo acelerándome, voy como un pulpo por allí, haciendo montones de cosas, parezco no avanzar mucho. Estar en casa de nuevo pensé que me daría un tempo pianísimo, pero no ha sido así. Envidio un poco esa muchacha que fui, no porque fuese joven, la madurez me ha dado otras cosas que disfruto mucho, la envidio por ese tempo que podía permitirse, porque no tenía responsabilidades. Podía saborear las cosas, las lecturas, el silencio. Sobre todo la soledad y el silencio, que te acogen como una cueva tibia. La vida de la madurez puede ser muy demandante. No se entiende mucho que disfrutes la soledad como disfrutas la compañía.

A veces lo simple, lo cotidiano en su simple belleza, puede ser poético. Porque la belleza siempre está en quien la mira, en quien la siente. En una de estos raros ratos de soledad y silencio me he puesto a releer a William Carlos Williams, que en sus poemas aparentemente simples, cotidianos, nos abre justamente la importancia del mirar, porque sólo quien mira acuciosamente, amorosamente, puede describir así, como lo hace Williams, aquello que ve, lo que ocurre, tal como es. Y fíjense que no digo “fue”, en pasado, porque justamente, esa es la gracia de su poesía, su encanto, entregarnos un instante, en presente, que “es”.

THIS IS JUST TO SAY

I have eaten
the plums
that were in
the icebox

and which
you were probably
saving
for breakfast
Forgive me
they were delicious
so sweet
and so cold

(ESTO ES SOLO DECIR

Me he comido
las ciruelas
que estaban en
la hielera,

las cuales
probablemente tú

guardabas  para
el desayuno.

Perdóname,
estaban ricas,
tan dulces
y tan heladas.

THE RED WHEELBARROW

so much depends
upon

a red Wheel
barrow

glazed with rain
wáter

beside the White
chikens.

LA CARRETILLA ROJA

tanto depende
de

una carretilla roja

reluciente de gotas
de lluvia

junto a las gallinas
blancas.

JANUARY MORNING

SUITE:

I

I have discovered that most of
the beauties of travel are due to
the strange hours we keep to see them:

the domes of the Church of
the Paulist Fathers in Weekhawken
againt a smoky dawn ―the heart stirred―
are beautiful as Saint Peters
approached after years of anticipation.

XV

All this―
                  was for you, old woman.
I wanted to write a poem
that you would understand.

For what good is to me
if you can’t understand it?
          But you got to try hard―
But―
           Well, you know how
the young girls run giggling
on Park Avenue after dark
when they ought to be home in bed?
Well,
that’s the way it is with me somehow.

(MAÑANA DE ENERO

FRAGMENTO:

I
yo he descubierto que la mayor parte de
las bellezas del viaje se deben a
las horas extrañas en que las vemos:

las cúpulas de la iglesia de
los Padres Paulinos en Wechawken
contra un alba humeante ―el corazón agitado―
son bellas como las de San Pedro
divisadas después de años de anticipación.

XV

Todo
Todo esto―
                       fue por ti, vieja.
Quise escribir un poema
que tu pudieras entender.

Porque ¿a mí de qué me sirve
si tú no lo entiendes?
             Pero tienes que esforzarte―
Pero―
              Bueno, ¿tú sabes cómo
las muchachitas retozan riendo
en Park Avenue de noche
cuando debieran estar en casa acostadas?
Bueno,
es lo mismo conmigo en cierta manera.

William Carlos Williams

Los poemas aquí compartidos han sido tomados de Poemas de Williams Carlos Williams, Visor, Madrid, 1985. Traducción de José Coronel Urtecho y Ernesto Cardenal.

William Carlos Williams (Rutherford, Nueva Jersey, 17 de septiembre de 1883 – ibídem, 4 de marzo de 1963). 

Además de ejercer como médico y de escribir dramas y prosa variada, Williams es uno de los poetas modernistas más innovadores y admirados. Fue condiscípulo de los poetas Ezra Pound y Hilda Doolittle, y en los primeros poemas acusó la influencia del imaginismo.

Más tarde se convirtió en impulsor del uso literario del habla coloquial. Su buen oído para los ritmos naturales del inglés hablado le ayudó a liberar a la poesía de la métrica que imperaba en la versificación en inglés desde el Renacimiento. Superada la tendencia imaginista, es un poeta de gran sencillez expresiva y de fácil comprensión, con cierto gusto por la adivinanza, interesado en la constante experimentación y en la intimidad lírica. Como otros modernistas, procura diluir la figura del poeta, dejando que hable el poema por sí mismo. No busca los símbolos en las cosas sino más bien las propias cosas, que expresa imitando la fluidez del habla.

Williams cree que la realidad objetiva despierta la imaginación de quien la percibe, y no el proceso inverso. Utiliza el verso libre y la disposición visual de las líneas marca la estructura poética. En su obra Paterson, escrita a lo largo de varios años, mezcla poesía, prosa y collage incluyendo incluso fragmentos de publicidad. Constituye una especie de biografía épica de un doctor-poeta, pero formalmente consiste en un montaje de escenas y de imágenes, con pocos verbos que las vinculen explícitamente.

POESÍA
Poems (1909)
The Tempers (1913)
Al Que Quiere (1917)
Kora in Hell. Improvisations (1920, repr. 1973)
Sour Grapes (1921)
Go Go (1923)
Spring and All (1923; repr. 1970)
The Cod Head (1932)
Collected Poems, 1921–1931 (1934)
An Early Martyr and Other Poems (1935)
Adam & Eve & The City (1936)
The Complete Collected Poems of William Carlos Williams, 1906–1938 (1938)
The Broken Span (1941)
The Wedge (1944)
Paterson (Book I, 1946; Book II, 1948; Book III, 1949; Book IV, 1951; Book V, 1958)
Clouds, Aigeltinger, Russia (1948)
The Collected Later Poems (1950; rev. ed. 1963)
Collected Earlier Poems (1951; rev. ed. 1966)
The Desert Music and Other Poems (1954)
Journey to Love (1955)
Pictures from Brueghel and Other Poems (1962)
Paterson (Books I–V in one volume, 1963)
Imaginations (1970)
Collected Poems: Volume 1, 1909–1939 (1988)
Collected Poems: Volume 2, 1939–1962 (1989)
Early Poems (1997)











martes, 21 de enero de 2020

Metamorfosis poema de Juan Liscano


                                                         Juan Liscano

METAMORFOSIS

Tu bloque de hielo flotante
tu iceberg tu castillo de escarcha
tus labios de cascada helada
tu soledad polar
en la noche gélida del mes de enero.

Tus labios como dos cuchillos fríos
tu lengua y tu saliva
como lento glaciar que resbala
tu pubis como un bosquecillo de pinos
sobre la estepa nevada.

Para vencer la noche y la helada
para ahuyentar la soledad como un hambriento lobo
establecimos ritos de sangre
de fuego
              de marcha lunar.

Tú cantas. Yo canto.
Las lenguas de nuestro canto nadan en el viento
como dos peces de fósforo.
Tú cantas desde el fondo de ti.
Yo canto desde el fondo de mí.
A nuestros rostros asoman desconocidos rostros.

Tú cantas desde el fondo de ese nuevo rostro
                                                                                      [aparecido
y tu carne se irisa florece en cristalería de nieve.
Una luna marina la enciende una luna interior
y es como resplandeciente gruta de hielo.

Yo canto desde el fondo de mí y nazco otro.
Brota una voz desconocida
un verbo una lengua de mí que no sabía
brota un hombre de deseos como una llamarada:
delfín que salta
oso que se yergue
                                 flecha que da en el blanco.
Yo canto. Tú cantas.
Dejamos de ser los mismos.
Los hielos retroceden. Se funden los glaciares.
La noche se llena de murmullos de aguas.
Nuestras voces nadan en el viento
como dos peces de fósforo
vuelan por el aire azul de luna
como dos aves de estrellas.

Tú cantas desde el fondo de los seres que te pueblan.
Te llena el coro de sus voces.
Eres la tierra el agua el fuego
eres un pájaro hembra y un tibio nido.
Yo canto desde el fondo de mis verbos:
soy la lluvia el cauce la ceniza el humo
soy el viento y mis lenguas lamen tus plumas.
Eres el eco del viento
cuando suena su rumor de fondo del mar entre los pinos
y yo soy el pinar.

Yo canto. Tú cantas.
Tu voz suena mía. Suena tuya mi voz.
Eres ahora la lluvia la nieve el granizo de mil pisadas
y entonces soy la tierra el agua: lo que eras tú.
Te miras en mí como un paisaje
eres el lecho de mi río
                                        fluyo
                                                   te mojo toda
soy el agua de erizadas crestas de gallo
el agua que canta como un gallo y sacude sus plumas
soy el gallo de lumbre que te seca y te enciende
y te convierte en ceniza en humo y en distancias.

Tú cantas. Yo canto.
Soy el eco de tu voz. Eres la sombra de mi voz.
Nuestros pueblos se juntan en paz.
Retrocede el invierno. Reverdece el otoño.
Amanece la noche
el hielo corre río de la aurora
el polo resplandece como trópico
fulgura el eterno verano el equinoccio justo
                                                                         la Edad de Oro
y tú y yo somos clarividencia
doble pájaro del sol.

Juan Liscano

De Cármenes (1966)

(Tomado de Antología Poética Juan Liscano. Caracas, Monte Ávila Editores, 1993)

Sobre el autor: Juan Liscano. (Caracas, 1915-2001). Es más conocido y recordado como gestor cultural, folklorista, editor, crítico de arte y literatura, e incluso como ensayista. Para los anales culturales de Venezuela quedará siempre aquel evento que organizó en 1948, con motivo de la toma de posesión como presidente de Rómulo Gallegos. En dicho evento, realizado en el Nuevo Circo de Caracas, pudieron contemplarse expresiones culturales de todas las regiones de Venezuela. Nunca antes se había realizado un espectáculo de tal magnitud en nuestro país. Liscano también fue Individuo de número de la Academia Venezolana de la Lengua, fue director de Monte Ávila Editores; fundó y dirigió varias revistas: Acción Estudiantil (1928), Cubagua (1938), Suma (1944), Revista Nacional de Folklore (1948), y Zona Franca (1964-1984); así como también el Papel Literario de El Nacional. Fue galardonado con el Premio Municipal de Poesía (1943) y el Premio Nacional de Literatura (1950).