martes, 30 de diciembre de 2008

DEMOLICIÓN DE LOS DÍAS

Entre los libros de poesía que han llegado a mis manos este año se encuentra "Demolición de los días" de Alexis Romero. En este libro encuentro una voz que ha logrado ya una notoria madurez, que no ha dejado de expresarse con hondura, pero que también ha encontrado eso que Flaubert llamó "le mot juste" (la palabra justa). Creo con toda honestidad que muy pocos escritores lo logran. "Demolición de los días", como ya su propio título asoma, es un libro contundente, reflexivo, en el que se fusionan el insaciable lector que Alexis es, con el ser humano que también es. No hay aquí meros juegos de lenguaje, hay también como he dicho reflexión, pero también el sentimiento, la vivencia, pasada por el tamiz del poeta:
AVENIDA FRANCISCO DE MIRANDA
definitivamente
dudo del tiempo que me llega
asfixiado de lugares y cuerpos apurados
qué bastará
para limpiar de crímenes las palabras
CRÓNICA DEL PELTRE
todo lo demás empezó ayer
por ello no hay lenguaje para mencionarlo
para que brote un brillo en esta casa
no será suficiente con nombrar cómo se disponen
los enseres y las frutas de la mesa
tampoco lo será describirte a los abuelos
sus pasiones y paciencias por las alacenas y el peltre
su arte de zurcir las cortinas para salvar las ventanas
eso decían repetían o pedían
para ser útiles en su silencio de peltre
todo lo demás empezó en la cocina
cuando el cariño hizo contacto con la tragedia
He aquí, pues, un abreboca.

martes, 23 de diciembre de 2008

Un año de buena cosecha




2008 ha sido un año realmente excepcional en cuanto a la actividad editorial venezolana. Editoriales públicas y privadas han puesto en manos de los lectores muy buenos títulos, de diversos géneros (poesía, novela, cuento, crónica, textos biográficos y autobiográficos), de escritores de distintas generaciones. Es casi imposible hacer una semblanza por títulos y autores. Algunos autores inclusive han visto más de un título en la calle. Por mi parte, si bien no pude ver editado mi libro de poemas "Postales sin destino", en proceso de edición, ni mi libro de ensayos "Pruebas de artista", que lleva más de dos años en busca de editor, puedo dar cuenta de la aparición de textos de mi autoría en cuatro antologías, dos venezolanas y dos mexicanas: Un texto que leí sobre Elisabeth Schön, en el VIII Encuentro Internacional de Escritoras, realizado en abril de este año en Caracas, fue incluido en una edición realizada por las amigas de la Asociación de Escritores de Mérida. Mi agradecimiento a Mireya Krispín y Marial Lazzaro, quienes además me enviaron un ejemplar del libro. La profesora y poeta Gina Saraceni me incluyó también en su antología de poetas venezolanos nacidos entre 1960-1980, edición de la editorial Equinoccio de la Universidad Simón Bolívar. Igualmente fui incluida en la antología poética "La mujer rota" editada en México, y en una antología de poesía erótica escrita por mujeres de habla hispana, editada por unas amigas de Chiapas, México. Por otra parte, celebro profundamente el nuevo despertar de los poetas caraqueños, quienes nuevamente han vuelto a organizar actividades públicas, después de un largo paréntesis en años anteriores. Mi agradecimiento en particular a María Teresa Ogliastri y Alexis Romero por sus bellos homenajes poéticos realizados en la Casa de la Cultura de Chacao y a las chicas de La Parada Poética, Aymara Lorenzo y Georgiana (cuyo apellido no recuerdo en este momento), quienes también organizaron dos gratísimos encuentros de poesía. Gracias a todos mis amigos poetas, que de un modo u otro, me han permitido seguir encontrando un espacio para la poesía en medio del caos, un espacio para la poesía en medio de la incertidumbre, un espacio para la poesía cuando la tristeza y el dolor asoman. Un abrazo para todos. No puedo dejar de mencionar el profundo dolor que a tantos amigos y a mí misma nos ha ocasionado la partida de dos queridos escritores y poetas venezolanos: Adriano González León y Eugenio Montejo, ellos y su poesía siempre estarán en nuestros corazones.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Vecinos 1: Nana Rodríguez (Colombia)

En este nuevo espacio "Vecinos" colocaré poemas o textos de autores y autoras de los países vecinos de Venezuela, de los que a veces parecemos no ocuparnos mucho en nuestros blogs, como nos pasa a veces con nuestros vecinos del edificio o de la urbanización. Iniciaré este espacio con algunos de los minicuentos de una amiga colombiana: Nana Rodríguez. Ella estuvo una temporada en Venezuela hace algunos años en una residencia "creativa". Este género (el minicuento), si es que puede llamarse género, me gusta por su hibridez, su carácter reflexivo, su ironía, su forma de dialogar con la narración, la poesía, el aforismo, el ensayo, la crónica periodística, la fábula. Si tienes algo que compartir sobre el minicuento o sobre los textos de Nana, deja tu comentario, que con gusto lo publicaré:
La ruptura
La imaginación, acostumbrada a atravesar los muros, un día se encontró con el conocimiento que venái en muletas y le dijo:
-¿Coleccionista de verdades, qué va a ser de ti, cuando esas verdades se te escapen como colas de lagarto entre los dedos y te quedes con la piel seca y otro animal se te aparezca en el horizonte y quiera atraparlo?
El conocimiento silencioso y masticando su última verdad, extendió su mano para colgarse de los vestidos transparentes de la imaginación, quien con una gran zancada lo arrastró hacia un cubo llamado cuarta dimensión.
El conocimiento aturdido y con un gran hematoma en la cabeza, flotaba, sin necesidad de apoyarse en las muletas.
Poesía y ciencia
Mientras el emperador Adriano mira con dolor cómo su favorito Antínoo, fulgura como estrella en el firmamento, en otro lugar, un astrónomo observa la misma estrella como el pasado remoto de una supernova.
Ansias
Si a un personaje de Cortázar se le ocurre de vez en cuando, vomitar una peluza tibia y húmeda llamada conejito, conozco a una mujer que siente ansias y vomita continuamente bolas de papel pegajoso y caliente, las deja enfriar, las abre y salta de inmediato un enjambre de palabras alocadas que deambulan por el aire azul de su pequeño apartamento.
Caja china
El escritor engolosinado con el tratado de estructuras narrativas, se enamoró de la llamada caja china. El cuento inicial le resultó tan infinito qu enunca pudo hallarle un final. Se hundió en un abismo narrativo que lo persigue sin cesar.
El único alivio son sus encuentros fortuitos con Scherezada que se lo come a cuentos, hasta que de nuevo la aurora los sorprende...
La divina comedia
La bella Beatriz, al enterarse que El Dante se aprestaba a escribir su obra monumental, decide venir a la tierra, lo toma de la mano y lo conduce al lecho para que allí mismo conozca la espera del limbo, los encantos del infiernos y la inefable luz que conduce al paraíso.
Minificción
Alicia, sentada frente al computador, oprime el mouse, aparece el espejo y ya no tiene que atravesarlo, pues la realidad virtual está en la yema de sus dedos. Busca ansiosa a Zanco Panco, a la reina, al unicornio y al león. Alicia extraña el olor de las flores vivas. Desilusionada sale del programa, cruza la habitación, se acerca a la chimenea y con un brinco en el corazón, se sumerge totalmente en el espejo.
Nana Rodríguez. Nació en Tunja, donde sigue viviendo en la actualidad. Es poeta y narradora. Ha realizado estudios en Sicología y Filosofía, Literatura y Semiótica en la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. Ha trabajado en Teatro, docencia universitaria y producción de videos.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Maria Grazia Calandrone

A petición de la lectora que tenía interés en la poesía italiana contemporánea, coloco un par de poemas de Maria Grazia Calandrone. (Milán, 1964). Poeta y ensayista. Ha publicado varios libros: Pietra de paragone (1988), La mona vagabunda (2004), con el cual obtuvo el premio Pier Paolo Pasolini, Come per mezzo di una briglia ardente (2005), y La macchina responsabile (2007). Coloco aquí dos poemas de Come per mezzo di una briglia ardente (Como por medio de una brida ardiente), los cuales fueron traducidos por la poeta venezolana, de origen italiano, Erika Reginato, para la antología "Caminos del agua", publicada por Monte Ávila Editores este año:

EL CUERPO COLOCADO COMO UN UTENSILIO

Es más arduo adivinar el pasaje de aquello que no nos modifica.
¿De cuál distancia de la memoria proviene la despedida,
el arrepentimiento de los abandonados
y de los moribundos
a lo largo del último intenso remolino de las hojas
que se va por la ventana? Lo que transporta el sábado
(en aquel zumbido de mariposas posee la sordera
del arrastre de una carretilla entre los helechos,
(la autonomía de la maduración
de los cuerpos no comunes, encaminados
hacia los rayos del sol. Como una primicia -o la añoranza en el fondo
de las copas: los muertos hundidos
agudamente en la gracia de los establos.
O tierra impregnada del cuerpo lento y textual del sol, que aparece
entre los bosques lacustres.

(De "Como por medio de una brida ardiente")

DESPEDIDA DEL PARQUE DE LA VIDA

Cada cosa que toca el sol está coronada en sus estrias.
(Cada cosa es la última
lección de muerte: en el ordenado preludio del sueño,
lleno de profecías y de hojas como lo apenas visto,
sus zapatos serenos -una interrupción todavía
superficial del sol meticuloso y genuino: lo reseco
está al inicio de nuestra memoria, y los tres golpes de llave de hojilla.

(de "Como por medio de una brida ardiente")

Me gusta esta poesía de un lenguaje limpio, reflexiva, profunda. En la antología que menciono hay más poemas. En My Space puedes encontrar también materiales de la autora y en otras páginas web.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Polo Sur

Antes que nada gracias por los comentarios. Quiero compartir con ustedes un libro que recientemente cayó en mis manos y es realmente extraordinario, se llama Polo Sur y su autora es María Teresa Ogliastri. Puede conseguirse en la librería El Buscón en el Trasnocho Cultural (Paseo Las Mercedes) y pronto en otras.

ASUNTOS DEL SAURIO

El cocodrilo se deja arrastar
para engañar a la presa

he visto de frente esos ojos contener su instinto
lo he visto engullir a un hombre

ese saurio de escamas tan duras
más de una vez me ha rozado

he sentido como respira a mi lado

como un resentimiento
que de un zarpazo destruye todo

ALAMBIQUE

A veces pienso que debo llevar el rencor al frío
exorcizarlo en el hielo
y después pasarlo por el alambique

descomponerlo

gota a gota diluirlo
recoger la esencia
un extracto

el perfume del perdón

lunes, 13 de octubre de 2008

Centenario del nacimiento de Miguel Ramón Utrera


Este año 2008 se cumple un centenario del nacimiento del poeta venezolano Miguel Ramón Utrera. Para los poetas caraqueños quizá su nombre no sea muy familiar, pero él formó a varias generaciones de aragüeños. Nació y vivió la mayor parte de su vida en San Sebastián de los Reyes. Sus primeros textos escritos entre 1928 y 1932 conforman "Elegía Serrana", entre 1936 y 1940 escribe "Nocturnal" y en esos mismos años, 1936 a 1944 escribe "Rescoldo"; en 1948 "Calendario de ausencia", en 1950 "Oficio de verano", en 1953 "La voz recobrada", en 1956 "Testigos del alba", en 1960 "La huella invisible"; a 1962 corresponde uno de sus libros emblemáticos "Aquella aldea", "Aires de la vida" en 1968; en 1975 "Memoria de la espiga", mientras su último libro publicado "Edades de la flor" aparece en 1982. En 1981 rechazó recibir el dinero del Premio Nacional de Literatura que se le había otorgado. Esta obra sostenida si bien se centra en los paisajes y personajes de su lar natal también nos entregan hondas reflexiones sobre el vivir humano, sus quehaceres, sus dificultades, sus quebrantos, sus alegrías. A diferencia de otros poetas del paisaje su tono y su lenguaje son prístinos, transparentes, van mucho más hacia la luz que hacia la sombra. Dice de su poesía Pedro Díaz Seijas: "Ese paisaje vaporoso, matizado por un suave sentimiento en el que la nostalgia conforma un clima de evocación íntima, se repite en casi todos lso ciclos de la poesía de Utrera, en lso que canta al arroyo, al verano, a las cigarras, a los nidos, a los racimos, exponiendo su capacidad de adaptación a los reclamos del medio geográfico (...) Utrera, a diferencia de muchos de sus predecesores, ha insistido en la maceración de un lenguaje que tiene raíces arcaicas, pero que se presta al logro de una difícil pureza, pocas veces alcanzada por poeta alguno en la historia de la poesía castellana. Si acaso Antonio Machado y Jorge Guillén entre los modernos, tuvieron el privilegio entre pocos en la península de eternizar su mensaje poético en forma excepcional". Los venezolanos estamos en deuda con este poeta puro, lúcido, que trabajó como pocos entre nosotros la imagen poética, enraizado en la mejor tradición de la lengua. Miguel Ramón fue también cronista, antólogo, y como ya está dicho, maestro de varias generaciones. Dejo aquí una breve selección de su poesía, la cual he tomado de la antología que publicara la Contraloría General de la República:


LA FLOR IGNORADA


Alguien torna a buscar en aquel aroma

mientras bulle el verano

en cruento, desalado torbellino.


Cuando ese hálito puro

colmaba las fecundas primaveras,

nadie alcanzó a medir sus leves hilos.

Nadie pensó que aquella aldea opaca

guardaría la lumbre del hechizo.


Alguien va a penetrar ese misterio,

volviendo a desandar el tiempo mismo

tras el aroma claro

que ahora es otro tiempo fugitivo.


Y encontrará, como la imagen cierta,

una ignorada flor que duerme, casta,

junto al cristal del río.


(De "Aquella aldea")


LUNA DE GUANAYÉN


Caminos del sur de Aragua

para viajeros de ayer:

viaja por ellos, risueña,

la luan de Guanayén.


Recoge el campo las luces

lindas del amanecer;

ríe con ellas, ufana,

la luna de Guanayén.


La noche regala aroma:

lirios, mastranto, clavel.

Son los aromas que luce

la luna de Guanayén.


Lo decía Pedro Vera,

en sus andanzas de ayer:

daña, a veces, con sus "pasos"

la luna de Guanayén.


De Camatagua a Taguay,

por las veredas de ayer,

sigue narrando querellas

la luna de Guanayén.


Cuando los pájaros cantan

a punto de amanecer,

recoge el campo sus luces

y sus aromas también.


Baja entonces, silenciosa,

desnuda, como la ven.

Baja a bañarse en el río

la luna de Guanayén.


(De "Testigos del alba")


RELATO DE LA TORRE MUDA

(fragmento)


Porque llegaron, jadeantes,

los hombres que sudan hierro

y armaron largos andamios

para alcanzarle su techo;

porque alzaron, afanosos,

su tren de músculos recios,

y maderas y ladrillos

van escalando hacia el cielo;

porque rotundos puñales

van taladrando sus nervios,

y todos los ojos miran

sus flancos al descubierto;

porque dientes implacables

mordieron todo su cuerpo,

y junto a su lengua intacta

múltiples voces nacieron.


Por todo eso, que es bastante,

calla la torre del pueblo...


Abre sorpresa en el alba

la prisa de los obreros:

músculos que van y vienen

en un crujir de denuedos.

Los metales de sus voces

sirven de campana al pueblo

pues los relojes callaron,

bajo mordazas sin tiempo.

Y la torre, acongojada,

añorando otro silencio,

deglute sus horas muertas

bajo el sol junto a ellos.

Rechina el aire, encendido

de crudos gritos y fuegos;

bronco martillo de voces

sobre la plaza del pueblo.

Y son minutos de arena,

horas de cal y cemento,

lentos días, crucificados

en el compás del silencio.


Por todo eso que es bastante,

calla la torre del pueblo....


(...)


(De "Elegía serrana")


LA OTRA CLARIDAD


Tomaremos el cauce de estas voces

que nos llegan de lejos,

pidiéndonos asiento a nuestro lado

para un viaje de múltiples senderos.

¿Qué misterioso río

podría conducir nuestro desvelo

hacia el campo deseado

de inusitada luz y claro acento?

¿En qué tierras de olvido

podría refugiarse el mustio sueño?

Todo es oscuro ahora, hasta los rumbos

que hubieran sido, al fin, los verdaderos.


Y así caminaremos, como a tientas,

bajo el fragor del viento.

Que no nos llame nadie en el camino;

que no nos mire en sed el arroyuelo;

que no salgan al paso para herirnos

los pálidos deseos.


Tomaremos el cauce de estas voces:

claridad esperada, dulce fuego,

aroma del acento que redime

y debe ser eterno.


(De "La voz recobrada")


miércoles, 1 de octubre de 2008

Un payaso juega

Un payaso juega con mi alma.
En este mismo instante, el circo, de todo lo vivido, cambia el destino, exhibe el círculo de sus caballos cabizbajos, las domadoras de los terribles sentimientos, las afliccioens que fingen el equilibrio entre los días imposibles, melodías venidas de una guitarra rota.
Rehúso el espectáculo, pues es teatro de un extraño. Lo desconozco aunque respira mi propio aire (el único aire que poseo del mundo) y camina con mis piernas y abraza con mis abrazos, sin olvidar los invisibles cuerpos del amor.
Bien, es mi turno. Mi acto consiste en un salto profundo al interior de mí mismo (puños apretados, párpados apretados), buscando vías desconocidas y el horizonte donde mi distancia va con mi piel, la piel de un ser humano que ve la tierra desde la tierra.
La violencia destruye mi mirada. Tomo ahora el trapecio. Daré un salto mortal, el triple salto que me conduce a ninguna parte y en dirección de nadie.
Caigo perfecto, pero si observan bien, todo dentro de mí es polvareda de sueños, una estatua en dos pies que no sobrevivirá a una próxima desilusión.


Eleazar León
(Del libro "Papeles para un adiós")

sábado, 13 de septiembre de 2008

Jóvenes poetas venezolanos I

Poemas de Santiago Acosta y William McKey

Hacer de un verbo
lugar
plaza
de armas

nombrar vivaques
cercados
con palabras secretas

parajes como
único
santo
y seña

Psar la noche al raso del silencio

decir.


(Willy McKey, de Vocado de orfandad)


Se sabe que el recuerdo
se relame hasta la trampa

Pero tu reflejo es crudo
como si una lengua
fuese en verdad una lengua

(No te hizo un pájaro)


Santiago Acosta (De Detrás de los erizos)

jueves, 4 de septiembre de 2008

Pronto nuevos posteos

Pido disculpas a los eventuales lectores de mi bitácora por una ausencia más o menos larga. En las últimas tres semanas he estado en una clínica al lado de mi padre, quien fue metido a quirófano dos veces de emergencia. Ahora parece irse recuperando, pero igual no cesa la angustia ni los cuidados. Como abreboca a próximos posteos quisiera hacer un breve comentario: a mí esta época me da cada vez más vertigo. Supongo que a pesar de haber pasado los 40 años soy aún una persona joven y soy además inquietísima. Creo que ya lo he dicho en algún otro posteo. Soy además una persona dinámica, es decir, me muevo, hago ejercicio con la frecuencia que puedo, trato de ir acorde a los tiempos. Tengo un blog, estoy en Facebook, tengo algunos juguetes tecnológicos de los necesarios, como el celular (teléfono móvil), me engarcé hace poco nuevamente un piercing en la nariz. Pero a veces siento que lo que sucede a mi alrededor me sobrepasa, es todo tan rápido. Los procesos tecnológicos parecen pedirte cada vez más destrezas de las que carezco. Una suerte de mentalidad binaria, de destreza maquinal. A ratos quisiera desenchufarme, no tener que depender de tantos artefactos para sobrevivir, no tener que memorizar una enorme cantidad de claves de acceso, no tener que pelear con maquinitas que no responden, que se desenchufan solas, no tener que pelear con mi reproductor de películas porque de pronto no quiere leer los discos. Es una sensación poco grata, te sientes acosada por el "Big Brother" que decide que puedes ver o no ver, qué puedes escuchar o no escuchar. Uno no sabe bien quién o qué te friega, te fastidia. Es un enemigo cobarde, como esos fantasmas contra los que lucha Cadenas en sus poemas. Pero quieres ver tus videos favoritos de Björk o Portishead y nada, de pronto el aparato no funciona, y no sabes a quién mentarle la madre, porque después de estar tantos días en una clínica uno debería poder ver lo que le de la gana en su televisor. Probablemente escribirlo no va a cambiar nada, seguiré colocando compactos que no se oyen, películas que no se ven, pero creo que me hace bien consignar mi rabia en esta mi bitácora. Próximamente poemas de jóvenes poetas venezolanos, quienes, por supuesto no le temen al vértigo, aún se sienten eternos, bellos, imparables, como realmente lo son. Yo empiezo a cansarme, me agota vivir en esta época tan terriblemente cruel y vertiginosa. A veces quisiera ser una bruja, todopoderosa, tal vez sería más feliz. Andaría sin ley, sin preocupaciones, en esta interminable agonía de la modernidad. Pero sólo soy una poeta terca, solitaria y pobre. Y pendeja, además, lo que empeora las cosas.

Un abrazo bloguero

viernes, 8 de agosto de 2008

CASA Y ARCÁNGEL EDDA ARMAS

EL ARCÁNGEL

El arcángel visitaba nuestro cuarto
cuando nuestros padres se dormían

pactábamos los juegos

nada de desollar
las almohadas
y mucho menos las ovejas

ni abrirle un piquete a las sábanas
con el desorden de las piernas

nada de llenar los medios vasos
con agua de lluvia

Lavar las heridas no nos salva.


///


NUNCA RUINA

debe ser pecado (...) que
no dejes de dolerme.
Luzmaría Jiménez Faro


El amor los deja huérfanos
No te vayas, se dicen
igualados, el uno con el otro

la casa que no existe para ellos
la buscan en su propio cuerpo
herida en él podrá ser
pero nunca ruina.


Estos dos poemas pertenecen al más reciente libro de poemas publicado por Edda Armas, Casa y arcángel, amiga poeta venezolana que es una de las voces contemporáneas más sólidas que tenemos.

P.S.: Me disculpo por haber abandonado a los blogeros que me visitan las últimas semanas. He estado algo complicada de tiempo y de ánimo. Un afectuoso saludo blogero.

viernes, 18 de julio de 2008

MUJER CON HABITACIÓN PROPIA


I

¿Qué hago

con esta sed

esta inmensa sed

de silencio,

este océano

de no palabra

que me busca,

que me llama?


II

El reverso

del deseo

es esta sed


III

Esta sed

quiere

devorarme

es

llama

avivada


IV

Del otro lado

late

la llama,

la puerta cerrada

dice:

"vete"

-yo la cerré-.

La puerta cerrada

me reprocha

la cháchara vacía,

la banalidad

de mi voz

traidora.


V


La palabra

no oscurece

en el silencio,

se ilumina

en su origen,

para regresar,

blanca,

nueva,

más joven.


VI

¿Puedo

volver a buscar

la poesía

en esta sed?

¿Este hondo

silencio

es una señal?

¿Este desamparo?

¿Puedo

volver a arriesgarme

a perder

todo asidero,

a jugar

con la navaja?

Tengo miedo,

pero mi sed es mayor.


VIII

La mujer sola

con habitación propia

se lanza cuchillos

con los ojos vendados,

juega al circo,

a la trapecista

que ama el vacío,

a la domadora

de los leones

de su alma.

lunes, 7 de julio de 2008

El Salmón ataca de nuevo

Recientemente tuve la oportunidad de asistir a la presentación del No. 2 de la revista El Salmón, iniciativa de dos jóvenes poetas venezolanos: Santiago Acosta y Willie McKey. Celebro la iniciativa de ambos para recuperar la memoria poética venezolana, recorrer su cauce, indagar en sus voces conocidas y olvidadas. Cada número ya publicado se organiza en torno a un tema. El No. 1 giró en torno al río y el No. 2 en torno a la vastedad. Una bella y necesaria iniciativa que apoyaré en la medida de mis posibilidades. La revista puede comprarse en El Buscón, donde se presentó el No. 2 a Bs.F. 10 y supongo que en otras librerías de Caracas donde estuvo el No. 1 como la librería Noctua en el Centro Plaza en Los Palos Grandes.

Este miércoles a las 5 pm se realizará en la Sala E (Sala Francisco de Miranda) de la Universidad Central de Venezuela (Frente a la BIblioteca Central) un homenaje a Eugenio Montejo. Hoy se cumple un mes de su muerte y diversos poetas caraqueños le harán también un pequeño homenaje, leerán sus textos. Como hoy no doy clases el miércoles cerraré mis clases de Castellano II en la Escuela de Comunicación Social de la UCV leyendo un poema de Eugenio. Ha sido, después de todo un semestre lleno de entusiasmo y poesía. En este mismo blog he posteado algunos de los textos que me han entregado mis alumnos y aún seguiré posteándolos por un tiempo más.

sábado, 28 de junio de 2008

REGRESO


a Santiago Acosta

y a Willie McKey

con mi gratitud


Como quien deja todo atrás

y se adentra en lo vasto

voy

desasistida

íngrima

en este hondo instante

entrampada en el silencio

la terca soledad

más adentro

más adentro

donde rozo la herida

su puñal

ardiendo

regreso a mis anchas praderas

sollozantes

regreso

a la intemperie

no quiero asideros

ninguno

no

no quiero manos labios

palabras

quiero este aquí

azotándome

sin tiempo sin nada

sin nadie

éste

que anhelaba con ahínco

sin saberlo

quiero este aquí

sin nombre

que me aguardaba.



Caracas, junio 2008



Beatriz Alicia García

sábado, 21 de junio de 2008

Poesía en la televisión

Hace poco tuve la oportunidad de ver en el canal i de Caracas (canal 55, antiguo Puma TV) un programa de Bettsimar Díaz "Entre versos", que recomiendo a los lectores de mi blog. Es los martes a las 7 pm. En este programa Bettsimar entrevista poetas, lee versos de otros. Es un grato programa para los amantes de la poesía. Por su parte, los amigos de Relectura tienen un programa los martes también que pueden escuchar por la emisora cultural 97.7 FM a las 8:30 pm. Los domingos entre 11 am y 12 del mediodía en Radio Caracas Radio AM 750 J.M. Maldonado tiene su programa La Librería Sónica.

Mi estrés sigue a millón, pero he procurado seguir dejando algunos post para mis fieles lectores. Qué tal si dejan algún comentario. Sería chévere. Uno escribe estas cosas para dialogar y compartir ¿no? Sobre todo los que solemos ser escritores algo neuróticos y solitarios pero que nos gusta compartir nuestros hallazgos. Pronto colgaré otro cuento de uno de mis alumnos.


Chao, Feliz fin de semana,


Beatriz Alicia

miércoles, 18 de junio de 2008

Poesía italiana Contemporánea 2

Estos días tan veloces y atariados me tienen un poco borde, pero no puedo abandonar a los gentiles lectores de este blog, aunque a veces no dejen comentarios. Transcribo aquí poema de la antología de poesía italiana contemporánea, sobre la cual comenté días atrás, cuando copié poema de Davide Rondoni. Esta antología fue recientemente editada por Monte Ávila Editores, se llama "Caminos del agua". Copiaré un poema en español, que es lo que puedo hacer en estos breves minutos de los que dispongo. La selección y traducción de esta antología es de Erika Reginato.

LOS SIGNOS DEL CIELO

II

Si todo sucede a nuestras espaldas
y extraños en la ciudad son los signos del cielo
quién los recogerá allá abajo
donde los rayos persiguen
los dóciles grumos mondados aún crudos
y medio vacíos, las ramas
del verde aniquilado, el tronco
obligado a arrodillarse
como quien recibe un disparo en la nuca.
¿Quién nutrirá entre sus nidos adheridos
la fuerza viva de la abubilla sedentaria
y el concertado vuelo de las garzas
si todo a nuestras espaldas cae?

Biancamaria Frabotta

viernes, 13 de junio de 2008

CANTAMOS



Aquí dejo un poema de un amigo español, de Zaragoza, excelente poeta y cuentista.



CANTAMOS

Sostendré esta canción hasta que la verdad

me derrote y me cierre los labios.

"Cantores"

Gabriel Sopeña

Cantamos porque la vida lo precisa.

Porque al mágico influjo de la música

porque al cantar se cauterizan las heridas

y nace entre las manos una espiga

que eleva su estatura hacia el sonido

que fluye interminable, que germina

y se expande como un polen de promesas

por la extensión sin límite del cielo.

Cantamos porque el canto es necesario

Porque en alguna parte, alguien que sufre,

necesita los versos, las notas que tañemos,

los acordes que inventa nuestra lira.


(Pésimo conversador es el silencio,

hay que romper su círculo encantado

y lanzar hacia el viento las palabras

como un cauce perpetuo que no tiembla

ante el rugido atronador de sus sicarios.


Cantamos nuestra dicha y nuestra pena,

el pan que nuestras bocas alimenta

y el vino que nos roba la consciencia.


El canto es una lucha que no ceja,

una herramienta contra las cadenas,

un estandarte imprescindible, una luz plena

que no apagan las noches de derrota

ni el severo fluir de lágrimas doradas.


Mi canto es una bandera de horizontes,

una hoguera de manos enlazadas,

un coro de palomas que despiertan


Sergio Borao Llop





Sergio Borao Llop http://sbllop.blogia.com

lunes, 9 de junio de 2008

SILENCIOS


a Eugenio Montejo, inmemoriam


Una tarde silenciosa

es buena

para despedir a un poeta;

aunque en verdad no tenga

palabras apropiadas.


Nunca me ha pertenecido otro paisaje,

Eugenio, que las veloces autopistas,

que como exiliados en tierra extranjera

entran en mis sueños

en la duermevela.


Pero tus versos

acompañaron mi adolescencia caraqueña

con su terredad,

llenándola de árboles y pájaros,

de paisajes remotos y lejanos en el tiempo

que se me hicieron familiares.


Como quien entra en un cuento de hadas

entre de la mano de Mafer Palacios

en tu poema de la casa:

"En lo profundo del cuerpo de la mujer

se construye la casa,

entre murmullos y silencios"...

Yo que nunca he podido

hacer casa

en tu poema la casa se hacía.


Dioses olvidados

habitaban tus poemas

como Orfeo y su lira,

porque aún en tus versos

la música del idioma

encontraba su tono y su métrica.


En el viejo y humilde taller blanco

de tu padre

se amasaron versos junto al pan,

se templaba

la hondura de tus estrofas.


En este triste silencio

que te convoca,

los dioses sean propicios,

para que tu palabra y la mía

puedan diaogar,

en ese breve instante que es la vida,

en ese breve instante que es la muerte,

en este instante del adiós.



Beatriz Alicia García

sábado, 7 de junio de 2008

Novísimos narradores caraqueños 3


VIDA DE VACA


Leonor Roquett


Siempre se había sentido tan especial, todas las mañanas se levantaba con la luz del sol en sus hermosos párpados, el canto del gallo llegaba a su aposento mientras estiraba sus coquetas pezuñas. Definitivamente era la favorita del señor, siempre la cuidaba: "Este hombre si me quiere. No me puedo fijar en esos toros cuando tengo estas fuertes manos que me cuidarán hasta el fin de mis días; él se fija más allá de mis brillantes manchas negras o de mis largas pestañas, él me quiere por lo que soy".

Mientras el gallo continuaba su alarmante canto, unos pies fríos se posaron en las tablas de madera, caminaron hacia el baño en donde después de lavar su cara el granjero observó a la vaca, tan inerte, sucia, casi estúpida a veces; era el animal que más odiaba, su olor le repugnaba, el tiempo que pasaba cuidando a aquel asqueroso animal era sólo por obligación, pero contaba los días para el término de ese lastimoso deber.

Al oír los fuertes pasos de su fiel amado la vaca se paraba en la pose más seductora que un animal de cuatro patas podía lograr, sus ojos brillaban y su cola realizaba movimientos casi hipnóticos, sabía que todos los métodos que con tanta precisión estudiaba y practicaba en sus ratos de soledad surtían efecto ya que, el hombre en cuestión, no pasaba un día sin visitarla y las comidas románticas que le servía a diario la impresionaban cada vez más, los ricos manjares de pasto que le brindaba no se comparaban con aquellos ofrecidos por sus pretendientes toros.

Mientras él se acercaba, los sonidos de ese condenado animal se hacían más fuertes, el olor penetraba en su cuerpo mientras sus pies seguían moviéndose casi a manera de tortura al inevitable encuentro. Observaba su pelaje, sus movimientos torpes y su molesta presencia mientras la atendía con la mayor rapidez posible, sin olvidar que ese día se acercaba cada vez más con el pasar de los minutos.

La vaca pasaba el día recreando en su cabeza el tan precioso momento, y realizando planes para el siguiente día, pero ésta no era cualquier vaca, ella era ambiciosa, se veía a sí misma como dueña y señora de la hacienda porque la relación sería formal. La vaca se perdía en tan hermoso recuerdo. Al parecer la vaca no escuchaba la risa constante de sus compañeros animales, se habían cansado de hacerla entrar en razón y se limitaban a hacer comentarios entre ellos en forma jocosa.

El granjero se sentía feliz de que su momento con la vaca había terminado, aunque lo atormentaba la idea de que el próximo día otro espantoso encuentro se tenía que llevar a cabo. Pero pronto su tormento terminaría.

Ese día el gallo cantó de manera más estruendosa, los animales susurraban la noticia conocida por todos, por todos excepto por la vaca, lo spollitos reunidos en grupo movían sus pequeñas alitas mientras el granjero caminaba con paso decidido.

Al ver que el granjero deseaba llevarla a un lugar alejado la vaca no puso resistencia. El granjero, aún asqueado por la cercanía del animal caminaba de forma apresurada. La vaca con sus grandes y enamorados ojos se dejaba llevar por tan fuertes manos, deseando que ese moento durara para siempre. Al fin llegaron al lugar, ambos corazones latían sin cesar, ambos nerviosos, exaltados por lo que venía; el común ruido de los animales era inexistente.

La vaca al ver los brillantes cuchillos al frente de su cuerpo sintió una enorme decepción, una tristeza que hacía brotar lágrimas de sus ojos. Se sentía traicionada, humillada, decepcionada ante su propio destino. Allí estaba él, causante de tantas alegrías y ahora de tanto sufrimiento, batiendo los cuchillos en señal de victoria. Era el momento más esperado, su felicidad se notaba en su brillante sonrisa, mientras saboreaba de forma anticipada la rica parrilla del almuerzo del próximo día, mientras la vaca reafirmaba entre sollozos que todos los hombres son iguales.



miércoles, 4 de junio de 2008

POESIA ITALIANA CONTEMPORÁNEA I




En el reciente Festival internacional de Poesía de Caracas tuve la oportunidad de asistir a la presentación de dos libros editados por Monte Ávila Editores de poesía italiana contemporánea, el libro "El bar del tiempo y otros poemas" de Davide Rondoni y una antología de poesía italiana contemporánea, cuyo nombre no recuerdo en este momento pero sobre la cual comentaré después en otros post. Tuve además la oportunidad de conocer a Rondoni (Forli, Italia, 1964). Me resultó francamente encantador. Bello. La foto que conseguí en internet no le hace justicia. Escritor, poeta, ensayista y traductor de diversos poetas franceses de los siglos XIX y XX. Entre sus libros de poesía se encuentran: No estás muerto, amor (2001), El bar del tiempo (1999), Habría amado a cualquiera (2003), El agua visitada por el fuego (2005). Es autor del ensayo La palabra encendida (2006) y de textos teatrales como El veneno.


Copio aquí un poema de Rondoni en su versión original y luego su traducción por Erika Reginato (joven poeta venezolana de origen italiano)






Le donne sono il tempo degli uomini,


i loro nomi un vento che raramente


si posa, il bacio è nella memoria


la rosa che non declina.




Il loro volto è una fiammadi anni,


la ruota del sole che rallenta, sono la storia,


l' andatura contraria


alla trafila bassa di ogni mattina,


ilcontrotempo che oscuro


batte nel sangue.




Ogni volta


il mio baciamano imaginario


è una forte cortesia,


quasi uno sgomento:


la loro bellezza è il tempo,


il battito d' eterno nell' ora che va via.




Davide Rondoni




&&&




Las mujeres son el tiempode los hombres,


sus nombres, un viento que extrañamente


se detiene, el beso está en la memoria,


es la rosa que no declina.




Sus rostros son una llama de años,


la rueda del sol que declina; son la historia,


la andadura contraria,


el trefilado bajo de cada mañana,


el contratiempo que oscuro


late en la sangre.




A veces


mi besamano imaginario


es una fuerte cortesía,


casi una consternación:


el tiempo es la belleza que poseen,


el latido eterno a la hora que se va.

Novísimos narradores caraqueños 2


HECHIZO ROJIZO


Mariana Falcón


Ahí se encontraba, tendida delargo a largo en el suelo. Estaba un poco desorientada y confundida. Sentía un vacío en el estómago, sensación que iba en aumento a medida que recuperaba la conciencia.No lo recordaba todo, por lo menos no completamente. A medida que intentaba recordar miró a su alrededor, se encontraba en el sótano de una casa que le parecía bastante familiar. Sintió un fuerte ruido de pasos en el parquet del piso de arriba. Se acercó hacia las escaleras y subió al primer piso de la casa. Al abrir la puerta se encontró con un espejo, en el que se observó con detenimiento. Llevaba una falda ancha y larga un poco desteñida color negro y una camiseta del mismo color pero ésta bastante pegada al cuerpo. Tenía el cabello rojizo, largo y liso. No perdió más tiempo observándose, siguió avanzando con la intención de recorrer la casa sin tener ningún motivo aparentemente. Al cruzar vio una pared con cientos de fotos, a medida que iba viendo cada una de ellas sentía más ganas de ver la siguiente. De repente se escuchó un llanto de una mujer, sonido que distrajo su atención y la llevó a ver de dónde provenía tan estruendoso ruido. Cuando llegó a la cocina observó de lejos a una mujer algo mayor, tenía alrededor de 60 años, con el cabello blanco nieve, sentada con los codos en la mesa y las manos en la cara, se veía destrozada. La muchacha se quedó paralizada sin saber qué hacer. La señora subió la cara y la miró fíjamente y le dijo: "Ahora lo entendí"y dirigió los ojos al cuello de la muchacha. Al ver esto la muchacha bajó la mirada y encontró en su cuello un collar con un frasco en miniatura. La muchacha como por arte de magia recordó todo, abrió el frasco en miniatura se tomó un líquido que contenía y seguidamente pronunció: "Esto no fue lo que pensé, devuélveme a donde empecé".

La muchacha se encontraba en el mismo sótano pero un poco diferente, diferencia que a ella le resultaba de mayor comodidad. Se encontraba en el medio de un círculo de velas con rayones de tiza. Fue ahí donde recordó todo: Ella era bruja e intentando hacer un complicado hechizo, al parecer, viajó en el tiempo por equivocación. Sin embargo, nunca entendió quién era la persona que se había encontrado en su viaje. Al pasar los años la muchacha creció y aprendió a utilizar sus trucos mejor, estaba orgullosa de la "herencia especial" que le había dejado su familia. A pesar de esto su hija no compartía ese sentimiento de orgullo. La hija aunque continuaba viviendo con ella no dejaba que le contara historias ni nada parecido. Un día estaban en la cocina cuando tuvieron la pelea más fuerte, en la que su hija decidió irse. Recogió sus cosas diciendo que no quería verla nunca más. Su hija salió de la casa muy molesta, cuando ella llorando desconsolada subió la cabeza y se vio a ella misma hace 40 años atrás y dijo: "Ahora lo entendí".

jueves, 29 de mayo de 2008

NOVÍSIMOS NARRADORES CARAQUEÑOS I


Como ya he comentado con anterioridad en este blog, prácticamente han desaparecido los espacios impresos donde la nueva generación de creadores venezolanos y caraqueños puedan publicar sus textos, o cualquier otra generación que escriba. Es por ello que le he ofrecido a mis alumnos de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela un espacio en mi bitácora, gratamente sorprendida por algunos de los textos que me están entregando en el curso que actualmente dicto. Inicio, pues, este espacio para los novísimos narradores caraqueños con un texto de Andreína Acosta, estudiante del segundo semestre:


LA VIDA
Andreína Acosta

Doce del mediodía. Sol abrasante, brisa inexistente, multitud atrincherada, estruendo incesante. Centro de Caracas. Sentado al volante de mi carrito por puesto. Cansado, sudado, hambriento y malhumorado. Miro hacia atrás y observo mi trabajo, concurrido, mediocre, ruidoso. Miro hacia afuera y me provoca salir corriendo, a abrazar esa niña de 6 años, a comer arroz con pollo, a fumarme un cigarro, a ser chamito otra vez y ser feliz jugando béisbol. De veras el calor es insoportable. Sube una viejita, no paga el pasaje, sube un muchacho alto y paga su pasaje completo. Sube un extraño señor, de ojos amarillos y cabello teñido del mismo color. No tiene un diente pero tiene una bolsa en su mano izquierda, en la derecha un arma calibre 22. Al verlo pienso "estoy frito" y automáticamente mis manos, sin mi permiso, comienzan a apretar la corneta, una y otra vez. Miro nuevamente hacia afuera, nadie se entera de nada, mi corneta está ignorada, sobrevaluada, opacada, perdida sin retorno entre tantas otras cornetas y tanto estruendo. Miro alseñor con ojos de súplica. No sirve de nada. Me pone el arma en la cien y con delicadeza me dice "cierra la puerta". En este momento dejo de pensar, mis neuronas se van a-no-sé-dónde y hago lo que el malhechor me ordena, el pánico se apodera lentamente de mí. "Mire pa'lante y no haga nada extraño, compórtese normal". Eso hago, solo observo la calle trancada que está frente a mis ojos. La cola interminable. El semáforo tan lejos y tan apagado. Los buhoneros tan numerosos, la calle tan colapsada. Nadie se enterará que esto ocurre en mi carrito por puesto. El hombre camina hacia atrás y vaya usted a saber qué hizo y deshizo con mis pobres pasajeros. A los dos minutos vuelvo a sentir el acero frío en la cien, y locamente siento un extraño alivio. "Gracias mi pana, dame tu aparato celular ahí y ábreme la puerta si no es mucha molestia"... Escucho ahora a todas las personas detrás de mí, llorando, gritando, desesperados. Apenas abra esa puerta todos enloquecerán. Creo que cuando llegue a Capitolio dejaré de trabajar por hoy, y me iré a ver a mi chamita, mi vida. "Dios me lo bendiga, papá", y abrí la puerta de mi carrito.

Doce del mediodía. Por la ventanita entra apenas un fresquito lleno de humo y un olor extraño. El calor es impresionante. El ruido terrible de los carros afuera hace que duela la cabeza. La bolsa del mercado que tengo en las manos no permite que corra sangre hasta la punta de los dedos de mi mano derecha, está dormida. La carpeta con los papeles de la universidad de mi hijo está en mi mano izquierda. La cuido como a nada, lo han becado por completo en una universidad de afuera y no puedo estar más orgullosa. No me aguanto a llegar a la casa para decirle que ya todo está listo, que tengo todo aquí, en mi carpetica de tela. La camionetica está llena, pero logré sentarme en la ventanita a nivel de medio pasillo. De repente entra al carrito un muchacho extrañísimo. Con ropa inapropiada, así es. Tendrá la edad de mi hijo. Qué susto tan terrible al ver el arma en sus manos y la bolsa negra de basura. Le dice algo al conductor, sí, le dijo algo. Lo amenaza con la pistola y yo me siento amenazada. Empieza a caminar hacia mí, a su paso arrebata de las manos de todos sus pertenencias, celulares, carteras, dinero, relojes, reproductores de esos modernos, de música. Llega a mí. "Esta humilde señora no tiene nada que darte hijo, llévate la comida, si quieres y este par de monedas". Mi voz tiembla. Se parece mucho a mi hijo. Joven, alto y fuerte. La carpeta de la universidad se mantiene oculta entre mi espalda y el asiento y un Padre Nuestro se me queda a medias cuando el muchacho la ve y la toma. Mis súplicas hacia él no son escuchadas, lloro y jalo su camisa, y el delincuente deja de parecerse a mi hijo y me apunta con el arma. "Tranquila viejita o tu sabes". Miro al espaldar del asiento de enfrente, está un Divino Niño Jesús. Se me olvida el Padre Nuestro. Los segundos pasan volando. El malhechor vuelve a pasarme por al lado, le dice algo al conductor. El conductor exhala y relaja su posición, pude notarlo. Abre la puerta y deja marcharse al ladrón, lo veo marcharse con la vida de mi hijo... metida en un saco negro.

Doce del mediodía. Mi jornada de trabajo culmina por hoy. Poco a poco reúno el dinero para presentar la prueba de aptitud académica que se aplicará en unos días. Subo al carrito que me deja en mi casa detrás de una viejita coja. Me dispongo a pasar largo rato aquí adentro, la cola es bestial. Pago mi pasaje completo y siento un dejo de melancolía cuando leo sobre el retrovisor: "Estudiantes con carnet Bs. 3". Camino hacia el final, hasta la última fila de puestos. Tranquilo, lentamente. El carrito es un lugar fresco comparado con mi isleta y mi semáforo. Encuentro un lugar en el asiento que da hacia el pasillo, y veo caminar hacia mí a un muchacho de mi barrio. Juan de Dios. "Este men tiene mala fama", pienso sin más preocupación que el hambre que resuena en mi estómago. ¡Qué impresión cuando veo que Juan está asaltando a la gente! Robándole todo y metiéndolo en una bolsa negra. Apunta a tres señoras con su pistola 22, hasta llegar a mí. "Pasó hermano, ¿cómo 'ta todo?. "Dame ahí to' lo que ganaste hoy, y no estaría mal que me dieras esos palos también". Mis ojos se salen de sus órbitas, mis manos tiemblan, mi respiración se entrecorta, las palabras no salen de mi boca. Mis malabares no, mis malabares no. Mi mirada le suplica. No sé de dónde sale la fuerza que aplico en impedir que me los arrebate. ¡Mis malabares no! Pero es inútil. Me los quita y se ríe y saca la lengua y me apunta con la pistola en el medio de la frente. Mis malabares. Se da la media vuelta y camina de nuevo hacia adelante, le dice algo al conductor, ¿qué le habrá dicho? y se baja tan campante del carrito. Mis malabares. ¿Eso es todo, así de fácil? Mis malabares, tanto que valen mis malabares. Doce y diez minutos del medio día. Hace un frío terrible. ¿Sabrá Juan de Dios que en su bolsa negra de basura se llevó mi vida?


viernes, 16 de mayo de 2008

POEMAS DE ANA MARIA DEL RE





TRAZOS

I

No escribes el poema
sino su nostalgia
su íntima penuria

II

Espacios
entre el silencio
y esta palabra incierta
que se fuga

III

Blanco
en cada pliegue
en cada minúscula
hendidura

IV

Palabra escindida
tu nombre
trazo apenas

V

Un tiempo
de silencio
hiere
la memoria

VI

Lenta
borrando formas
buscas lo claro
la línea inmensurable.



Ana María del Re
Poeta, traductora, docente venezolana, licenciada en Letras y Francés, Magister en literatura Hispanoamericana y doctora en Letras. Recientemente la editorial venezolana Bid & Co editó una antología de sus textos poéticos. La compartó con los lectores de este blog y en particular con los lectores venezolanos porque es una poeta con la que se me ha dado un diálogo profundo y sus textos no eran quizá de fácil acceso. Celebro la reedición de Bid & Co.

lunes, 5 de mayo de 2008

Un encuentro internacional de escritoras y un foro sobre la enseñanza de la poesía en Venezuela

Ya es vox populi entre los escritores y las escritoras venezolanos el tema de que tristemente hemos perdido los espacios que en otros tiempos tuvimos para publicar nuestro trabajo creativo y nuestras reflexiones sobre el arte y la literatura. Creo que en este mi ecléctico blog ya comenté lo que ha pasado con la revista Imagen, que por desinterés y desidia hemos tenido que darle su rest in peace. Pero los escritores y las escritoras venezolanos seguimos leyendo y seguimos escribiendo, por supuesto. Hoy más que nunca se están editando libros de todos los géneros y calidades. Y asimismo en los últimos años se han venido realizando diversos encuentros y reflexiones. Muy especialmente entre los narradores. Recientemente por tercer año consecutivo se llevo a cabo la semana de la narrativa que organizan Héctor Torres (Ficciónbreve.com) y la reconocida narradora Ana Teresa Torres,en la cual leen sus textos jóvenes narradores inéditos. De igual modo en el marco de la celebración de los 40 años de Monte Ávila Editores un grupo de narradores y poetas leyeron algunos de sus textos en la sede de la Casa de Rómulo Gallegos: Antonieta Madrid, Stefania Mosca, Rodrigo Blanco, Luis Laya y el actual director de Biblioteca Ayacucho, Humberto Mata, entre los narradores, Juan Calzadilla, Beverly Pérez Rego entre los poetas que puedo recordar. Dos semanas atrás se abrió un interesante espacio para la reflexión con el VIII Encuentro Internacional de Escritoras, en el que se rindió homenaje a nuestra inolvidable Elisabeth Schön. Yo misma leí unas líneas sobre la poeta, a pesar de encontrarme con una gripe de esas tenaces. Mas no pude asistir a un recital poético que se realizó en la Universidad Metropolitana, mis fuerzas no me daban para tamaño esfuerzo. En este encuentro pude reencontrarme con dos poetas amigas de Mérida que conocí en el 2003, cuando pasé una temporada en la ciudad de los caballeros. Quiero copiar aquí un par de poemas de Mireya Krispín, quien tuvo la gentileza de regalarme , posee una simpatía y vivacidad que pudiera resultar contradictoria al leer algunos de sus versos de corte ontológico, pero así somos los poetas, un poco contradictorios a ratos:
TRANSPARENCIA
El tiempo avanza con la espiga
y el trigo
Reposa en la luz
como un arma dormida.
Deslizo la mañana como vino
mientras la verdad habita el silencio y
el sol anida en la fruta madura.
Sobre las cenizas crece la maleza.
Los hombres labran la felicidad
en el poder y la opulencia.
(De Recóndita clave originaria)
LAS FIERAS NO SE RINDEN
Aparecen caminos tortuosos
montañas de lodo impiden el paso
El océano oculta la transparencia
Se cierran los senderos y sólo
se contemplan recuas de zarzas
Las espinas producen hinchazón
las manos desvencijadas
no alcanzan ramas que asir
Un veto medular desarticula
la unidad básica
Hay contradicción
Las formas se sumergen
y al contacto con los sentidos
debilitan la conciencia
Brotan sílabas incoherentes
Perdida la expresión del lenguaje
los fenómenos se ocultan
desarticulan mis símbolos
anulan el poder
Los seres evocados luchan
las fieras no se rinden
Los fieles entran en contacto
el oficiante se lanza del cuerpo
y cierra la puerta de los sentidos
Tabay, 3-7-1984
De la otra amiga de Mérida que reencontré María Luisa Lazzaro no tengo poemas, pero me dijo que tenía una página web: marial-lazzaro.com. Marial tuvo la gentileza de acogerme en su casa de Mérida un par de semana cuando estuve por allá. Es también narradora y ha escrito textos para niños. Un fuertísimo abrazo para ambas, me contenta haberlas vuelto a ver. Como quedó grabada en mi memoria la fortaleza y simpatía de Mairym Cruz-Bernall, de quien copio también un texto suyo:
ME CAÍ DEL MUNDO
qué fue lo que llenaste que ahora no puedo estar quieta.
te busco sabiendo que no has de aparecer. qué fue lo
que inventé en ti. Un hombre que amé por un segundo.
como la voladora ama la luz hasta quemarse. ahora
me duele el estómago. frágil emoción. no. otra deuda
sin cancelar.ni puedo imaginar las calles que caminas.
nunca te pregunté el nombre de tu barrio, la hora en que
la luz desciende y asciende. el largo de tu pelo. no quise
saber nada. ahora todo me derrumba. no saber me abre
un hueco. y tú quién eres. tan tranquila la niña. tan de sí
misma. de su soledad desenfrenada.vuelvo a ser el
amor con el hombre no deseado, eso no lo debo escribir.
me caí del mundo. colecciono mis pedazos. desbordada
en la fuente de agua viva. los dientes de la rosa vuelven a
morder. en mis muslos. en la planta de los pies.no mejora
mi hpmbro izquierdo. imposible que mejore nada en
mí si sigo acumulando deudas. un hombre. otro. ahora
tú. falta el hombre que haga paisajes. árboles de pieles
seductoras. qué fue lo que llenaste que ahora me falta
tan terríblemente.
Mairym Cruz-Bernall, Puerto Rico
Como conversaba con Daniel, un amigo que ha escrito poesía y tiene una página web: http://www.panfletonegro.com/, a quien me encontré por azar hace pocos días y almorzamos juntos, la web world wide parece haberse convertido en el refugio de los poetas y escritores autoexiliados de esta tierra de gracia. Aquí es donde puede leerse lo que escribimos, porque nuestro país, en el que teníamos espacios para publicar en qué andábamos se esfumó. Vivimos en el único país que nadie ha podido ni podrá quitarle a los creadores.
Saludo también la iniciativa de los muchachos de El Salmón Willi Mackey y Salvador, que quieren rescatar la memoria poética venezolana. Suerte muchachos, a fin de cuentas, el que busca encuentra, a lo mejor encuentran un país llamado Venezuela donde hay poetas, buenos poetas, con graves problemas para ser reales. O andan en torres de marfil o andan en la web o andan en una revolución que nadie ha podido delimitar con claridad. Pero así es la poesía, queridos. Bienvenidos. Lo que si está claro para mí es que la poesía no se enseña amigos, o vives en ella o no. Nadie puede enseñarte eso. A vivir en la poesía. Lo que algunos entusiastas hemos hecho durante mucho tiempo es ayudar a otros a valorar la poesía.
Caracas, 5 de mayo de 2008, después de tres semanas sin respiro, una gripe feroz y extenuante, la segunda mudanza en dos meses, y el optimismo de los poetas que sobreviven en esta tierra de gracia.

jueves, 17 de abril de 2008

POEMAS DE LUISA DEL VALLE SILVA


Andar

Andar, andar, sin objeto, sin rumbo,
que se enrosque el cansancio como sierpe en mi cuerpo.
Andar, andar, hasta quedar rendida
y dormir en la noche con un sueño sin sueños.

Cruzar calles apretadas de gente
donde aturden mil ruidos y estorban las miradas,
o calles silenciosas y vacías
donde, como un escándalo, resuenan las pisadas.

Caminar, engañando a cada paso
al anhelo que pide ir donde el alma quiere.
Cargar con este anhelo a todas partes
sin lograr nunca que su rumbo encuentre.

Andar...Mientras en loco remolino
el pensamiento se abre caminos ignorados:
galerías fantásticas, túneles de misterio
abiertos al ensueño lejano.

Andar...hasta que fatigue sus aspas
la inquietud que golpea sobre mi alma y mi cuerpo.
Andar...Andar...hasta quedar rendida
y dormir en la noche con un sueño sin sueños.

(de Humo, 1926-1929)

Regreso

Vengo de muy lejos...
de no sé qué país...
Vengo de regreso de un sueño...
¿Podré acaso volver a vivir?

Regreso de un sueño...
dejadme en silencio llegar...
¡Qué dura es la piedra negra de la orilla!
¿Qué blando, qué azul es el mar!

Regreso de un sueño...¿Qué traigo?
Traigo...¡qué se yo!
Unas veces pienso que traigo un tesoro
y otras que el tesoro jamás existió.

Regreso...No conozco a nadie...
Nadie me conoce...¿Cuánto ha que partí?
Hay que caminar por la tierra de nuevo...
¡volver a vivir!

(de Humo, 1926-1929)

Luz

Han caído muchas vendas de mis ojos,
azules, rosadas,
vendas de muchos colores
que la vida me desdibujaban.

Buscando belleza
vagaban mis ojos
por entre una niebla de ilusiones,
y un vapor de sueños lo empañaba todo.

Ahora mis ojos desvendados,
abiertos, sólo quieren mirar
de frente la luz, aunque hiera...
Ahora sólo buscan Verdad.

(de Luz, 1930-1940)

lunes, 7 de abril de 2008

Heme aquí de nuevo

Por si todavía le queda algún gentil lector a mi abandonado blog, me disculpo por mi larga ausencia. Las últimas semanas han sido realmente "duras". Estuve una semana fuera de la ciudad en Semana Santa. Me mudé al centro de Caracas, y estoy buscando hospedaje de nuevo. Defendí mi tesis de maestría en literatura venezolana. Tengo dos nuevos cursos que dictar en la Escuela de Comunicación de la UCV. En fin, haré lo posible por volver a postear amables versos o comentarios diversos sin que media tanto tiempo.

Vivir en un mundo no confiable: relatos sobre el Imperio




Al igual que los antiguos tengo un irracional temor a la oscuridad. No me gusta la noche ni la oscuridad del alma. A pesar de que ya hace muchos años alguien tratara de explicarme que en la oscuridad existe lo mismo que en la luz, para mí la oscuridad está asociada a un sentimiento que no me es grato. Mis angustias, tan hondas y dolorosas en la noche insomne, en el día se atenúan, se hacen más llevaderas. La oscuridad del alma humana es un puñal que hiere mi costado sin remedio: nada disipa el dolor que me produce vivir en un mundo no confiable, en el que las personas, gratuitamente, o por razones que nunca aceptaré como válidas para mí, me hacen daño o dañan a otros. Recientemente, y quizá no por azar, cayeron en mis manos dos libros que he disfrutado, sobre los que me gustaría reflexionar y que se vinculan con esto que vengo diciendo: Despachos del Imperio de Boris Muñoz e Intriga en el car wash de Salvador Fleján. Ambos libros tienen el mismo referente, los Estados Unidos de Norteamérica, pero lo representan desde dos discursos y perspectivas distintas. Boris Muñoz desde la crónica periodística y Salvador Fleján desde la narrativa de ficción. Yo que tuve el azar de leer ambos libros uno detrás del otro les encontré más de un vínculo en común.

El mapa geopolítico y espiritual del planeta cambió, sin duda, luego de las dos grandes guerras mundiales del siglo XX. Las confrontaciones políticas dejaron de hacerse en un campo de batalla y cuerpo a cuerpo para masificarse y hacerse en las ciudades, afectando a civiles, por lo general inocentes, y a los espacios de convivencia ciudadana. En la segunda guerra mundial, ocurren dos situaciones monstruosas que marcan el destino humano y que para mí sientan las bases de lo que hoy se conoce como el pensamiento postmoderno: la instalación de los campos de concentración por la Alemania nazi y el lanzamiento de las bombas nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki por los Estados Unidos de Norteamérica. Estas situaciones hacen del planeta un lugar no confiable, en el que el Poder de una nación, no sólo determina tus condiciones de vida, lo que puedes comer o no, lo que puedes adquirir o no, sino determina tu derecho a la vida y tu derecho a vivir en paz y con dignidad. Como se sabe, las personas asesinadas en los campos de concentración fueron primero torturadas, vivieron sus últimos días en condiciones infrahumanas y asimismo fueron conejillos de indias para experimentos. Así como muchas armas letales y destructivas han sido probadas por el Imperio norteamericano cada vez que propicia una guerra para defender la paz y la democracia. A mis alumnos de la Universidad Central suelo enseñarles fotos de los campos de concentración y de la bomba atómica y sus consecuencias porque como futuros periodistas es indispensable que entiendan qué ha determinado la configuración del mundo en que viven, que la caída de las torres gemelas en la ciudad de New York tienen antecedentes, igual de atroces, igual de desmesurados. También han visto a los niños vietnamitas huyendo aterrorizados del napalm.

El Imperio, al que hacen referencia Salvador Fleján y Boris Muñoz tiene, pues, su historia. Ambos, Salvador desde la ficción y Boris desde la crónica periodística, nos muestran, una visión latinoamericana del monstruo, desde adentro. No por casualidad piensa uno en el caballo de Troya. El Imperio que ha fagocitado nuestras sociedades durante más de un siglo, empieza a resquebrajarse. El Imperio que ha llenado con violencia y antivalores al mundo mediáticamente, que ha invadido, asesinado y humillado a millones de personas, que ha armado a conveniencia terroristas a lo largo y ancho del planeta o instalado misiles estratégicamente, ahora se encuentra al "enemigo" en casa. Creció y se alimentó criando cuervos y estos le han volado, de una manera muy hollywoodense, los dos símbolos de su poder económico, la torres del World Trade Center de New York. No por casualidad poco tiempo antes se había dado la quiebra de la Enron que arrastró a toda la economía mundial. Pero el enemigo, en realidad, siempre ha estado adentro. Esto puede verse maravilosamente plasmado en películas como "American Beauty" o "Asesinos por naturaleza" o en un libro como "American Psycho". Salvador Fleján en sus cuentos, y Boris Muñoz en sus crónicas, nos muestran en lo que ha devenido el "American way of life": un mundo no confiable en el que el otro, cualquier otro que no se parece a mí, no es un conciudadano sino siempre un "enemigo", alguien cuya alteridad hay que mantener al margen, cuyo trato puede hacerme daño, o incluso causarme la muerte, cuyo trato puede ser peligroso. Mi jefe en el car wash puede ser un terrorista, mi compañero de estudios incomprendido mañana puede llegar con una escopeta al colegio a hacer justicia y eliminar algunos pequeños enemigos y pegarse luego un tiro. Hay que limpiar la sociedad de la escoria. Obviamente ésta no es una premisa muy distinta de las que tuvo la Alemania nazi, pero en este caso quienes la enuncian son muchachos de la escuela secundaria. Por un lado, según algunas de las crónicas de Muñoz, encontramos alteridades en la calle, exhibiendo su derecho a la existencia, las marchas gays, ya tradicionales, pero por otra parte, encontramos la defensa a ultranza, con armas, con explosivos, de valores que han sido sistemáticamente violados. La violencia, el resentimiento, la venganza y el fracaso parecen los protagonistas de estas historias. Fleján, sin duda, les da a sus historias un tono y una perspectiva irónica o humorística. El mundo del narcotráfico, por ejemplo, es representado a través del mundo de la música popular latinoamericana, o el atentado del 11 de septiembre de 2002 desde la perspectiva de un venezolano en las calles de los USA que ve de pronto a su empleador en los noticieros tras caída de las torres gemelas. Fleján se instala en esa retórica del post boom latinoamericano que retoma la importancia de la anécdota, de echar un cuento de forma amena. Nada de metafísicas explícitas o grandes relatos, lo que le interesa es el hombre de a pie intentando sobrevivir en un mundo no confiable, donde lo que parece el éxito tal vez no lo sea, donde el fracaso es más bien una probabilidad estadística. Sus personajes podrían quizá ser descendientes de aquellos "pequeños seres" de pensión o burdel de Salvador Garmendia, pero la diferencia está en el tono, en la perspectiva, que como decía un poco más arriba, en Fleján tiende más hacia el humor o la ironía, tan caribeña por lo demás, tan venezolana. No debemos olvidar que como decía Kavafis en algún poema, a donde vayas te llevarás tu ciudad. La radiografía que hace Muñoz de la sociedad norteamericana y sus patologías es verdaderamente inquietante, por lo recurrente, por lo colectiva y notoria. Nos muestra una sociedad al parecer sitiada por sus propias patologías, por su propio ego monstruoso, una sociedad que se devora a sí misma. Celebro esa capacidad de Boris para echar el cuento, sin dejar además de ser profundamente humano y reflexivo. En sus crónicas observamos a un excelente periodista, inquieto, que se las juega, pero que además es un extraordinario narrador. Va cinematográficamente del gran angular, la masa en el espacio público, o un determinado paisaje, para luego ir al detalle, al drama o acontecimiento humano particular, enfocándolo siempre desde una perspectiva muy personal. No hay distanciamiento. Él está allí dentro de ese universo que nos relata, observándolo, sintiéndolo, pulsándolo. "Todo lo sólido se desvanece en el aire", esta frase, al parecer tomada del marxismo, podría tal vez ilustrar eso que he llamado, un mundo no confiable, que tanto Salvador Fleján desde la ficción narrativa como Boris Muñoz desde la crónica periodística, nos muestran de un modo extraordinario, cada uno a su manera. Han sido para mí, en dado caso, que siempre ando buscándole la quinta pata a la silla, dos visiones complementarias del mundo que nos ha tocado en suerte. Yo los felicito a ambos por esa suerte de pánico inicial, y luego ardua reflexión a la que me han llevado sus textos.

Caracas, febrero-abril de 2007

jueves, 13 de marzo de 2008

Poemas de Juan Sánchez Peláez

ELENA Y LOS ELEMENTOS

I

Solo al fondo del furor. A ella, que burla mi carne, que
desvela mi hueso, que solloza en mi sombra.

A Ella, mi fuerza y mi forma, ante el paisaje.

Tú que no me conoces, apórtame el olvido.
Tú que resistes,
resplandor de un grito, piernas en éxtasis, yo te destruyo,
sangre amiga, enemiga mía, cruel lascivia.

Nuestras voces de bestias infieles trepando en una habitación
suntuosa sin puertas ni llaves.
Cuando me desgarra un soplo naútico de abejas, yo pierdo tus
óleos, tus imanes, una calesa de esteras en el vergel.

Mi primera comunión es el hambre, las batallas.
¿Rueda mi frente en un aro,
saltan mis ojos sobre la nieve pacífica?
¿Florecen campanas melodiosas en un abismo de miedo?

Después, sin designio, el rocío extiende por el mundo su gran
nostalgia de húmedos halcones.

FILIACIÓN OSCURA

NO es el acto secular de extraer candela frotando una
piedra.
No.

Para comenzar una historia verídica es necesario atraer en
sucesiva ordenación de ideas las ánimas, el purgatorio y
el infierno.

Después, el anhelo humano corre el señalado albur.
Después, uno sabe lo que va a venir o lo ignora.

Después, si la historia es triste acaece la nostalgia.
Hablamos del cine mudo.

No hay antes ni después; ni acto secular ni historia
verídica.

Una piedra con un nombre o ninguno. Eso es todo.

Uno sabe lo que sigue. Si finge es sereno. Si duda,
caviloso.

En la mayoría de los casos, uno no sabe nada.

Hay vivos que deletrean, hay vivos que hablan tuteándose
y hay muertos que nos tutean,
pero uno no sabe nada.

En la mayoría de los casos, uno no sabe nada.


FORTUITO

SI NO ESTUVIERA suspenido en el aire, aquel sonido. Si el hombre bajo el firmamento no fuera una rota ausencia. Si no nos volcara en la nada nuestra infinita raíz que espera. Si no estuviéramos a la orilla de vastos ríos solares, con nuestra pupila enigmática a algún lado en la sugestión de la noche.

NO TE EMPECINES

NO TE EMPECINES: fija a tu relámpago el oro extremo de
sílabas.
No mientas: tu valle profundo es la casa hechizada.
No ilumines nunca lo vacío. No expreses horror.
No tiembles por esa lágrima de plomo
(de lo que no vuelve nunca o no hallas nunca).
La memoria olfatea a tu reina vestida de gala.
Consta de unas cincuenta plumas de gavilán. Cincuenta.
Sin embargo
No devorarás más tiza en Trinidad o Maturín.
No estimules el grito haciendo equilibrio entre el bien
y el mal.
El ligero crepúsculo no es cordero de pascua.
El desgarrón del otoño es tan poco simple como la
tempestad.
Tu asombro es eficaz como el tacto de un ciego.
¡Sopla nieve loca entre los pinos!¡Jadeante pomposa
desconocida vastedad azul!
¡Sopla por la nariz el día y el plato por la sombra del
arcángel donde brinca la nada!
El ave resbala por intermitencias en una mesa con huesos
de pájaros.
El ave que se transforma en espíritu.


lunes, 3 de marzo de 2008

Los paredones de primavera

No enseñaré a mi hijo a trabajar la tierra
ni a oler la espiga
ni a cantar himnos.
Sabrá que no hay arroyos cristalinos
ni agua clara que beber.
Su mundo será de aguaceros infernales
y planicies oscuras.

De gritos y gemidos.
De sequedad en los ojos y en la garganta.
De martirizados cuerpos que ya no podrán verlo ni oírlo.
Sabrá que no es bueno oír las voces de quienes exaltan el color del cielo.

Lo llevaré a Hiroshima. A Seveso. A Dachau.
Su piel caerá pedazo a pedazo frente al horror
y escuchará con pena el pájaro que canta,

la risa de los soldados
los escuadrones de la muerte
los paredones en primavera.

Tendrá la memoria que no tuvimos
y creerá en la violencia
de los que no creen en nada.


Miyó Vestrini
(De Pocas virtudes)

viernes, 29 de febrero de 2008

Whithout sex and the city



Llegar a los cuarenta, y especialmente pasar los cuarenta años de edad, puede ser inquietante. Sobre todo si eres mujer, soltera y no has logrado independizarte, como es mi caso. Tampoco he tenido hijos, ni los pienso tener. Sin embargo, (menos mal que existe el "sin embargo"), siento haber cruzado una frontera interesante. Es obvio que empiezas a hacerte la mamografía anual, la citología, empiezas a padecer presbicia y ya no luces, ni de lejos, como a los veinte. No sueles despertar pensamientos enternecedores, y más bien tienes la impresión de despertar cierto miedo. A los cuarenta ya sabes lo que quieres o no lo sabrás nunca. Y al parecer, eso intimida a los amigos del sexo masculino: tener que lidiar con alguien que sabe lo que quiere significa que muy probablemente te dirá lo que no quiere, lo que no le gusta. Esto puede ser intimidador. Las veintiañeras, por lo general, no andan buscando compromisos. Se supone que una cuarentona, sí. Una cuarentona va en serio, y desesperadamente. (Esto no es en realidad siempre así). La experiencia (los golpes) te van haciendo más selectiva y suspicaz. Aunque, a veces, eso no te cura de volver a tropezar con la misma piedra más de una vez (Esos hombres que nos gustan tanto aunque por diversas razones nos hagan sufrir). A pesar de todo, no creo haberme equivocado. Supongo que estoy donde debo estar, ubícuamente en distintos sitios. Soy de naturaleza inquieta, lo que ha hecho quizá que la palabra estabilidad no haya sido la que más me haya acompañado. He sido poeta, escritora de columnas sobre literatura y arte, periodista-reportera para una revista social, vendedora en un gran almacén, he trabajado en el área editorial y de publicaciones desde hace 20 años, hice danza contemporánea durante una década, he sido profesora en el área de lenguaje y literatura, colaboré con una publicidad, trabajé como investigadora en el Departamento de Estudios Culturales de una fundación. Finalmente supongo que me quedaré con la cátedra que actualmente dicto en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central, y continuaré cultivando otras inquietudes vinculadas a la literatura y a la cultura. La mía no es lo que se dice una vida estándar, pero creo que la he disfrutado (aunque la he odiado a veces también, debo decirlo). Hay días en que me siento una escritora glamorosa, me alegro de no ser una de esas escritoras que parecen escritoras, de esas que lucen terriblemente intelectuales, inteligentes, y casi nadie recuerda que son mujeres, salvo sus maridos, si los tienen. A mí no, a mí me gusta caminar por la calle y sentir que los hombres y mujeres que me ven me ven como mujer, como persona, no como una enciclopedia ambulante o una sufrida poeta potencialmente suicida. He descubierto, tardíamente, como a veces me ocurre, la serie estadounidense a la que alude el título de estas líneas "Sex and the city", varios amigos de ambos sexos me habían hablado acerca de ella, pero hasta hace dos o tres semanas no la había visto. La última temporada ya terminó pero afortunadamente puedes conseguirla en video. Y la conseguí en video. Esta serie precisamente me ha puesto a reflexionar sobre todas estas cosas sobre las que vengo escribiendo, la protagonizan cuatro amigas solteras y sus vicisitudes con el sexo masculino. Ellas dejaron atrás los veinte hace rato. Carrie (Sarah Jessica Parker), quien lleva la voz cantante en la serie, escribe una columna titulada "Sex and the city", en la que comenta, no sin perspicacia, e incluso ironía, las inquietantes y cotidianas situaciones vinculadas con el sexo de las chicas solteras de New York, que son más o menos las de cualquier chica soltera mayor de treinta años de cualquier parte del planeta. A fin de cuentas, afortunadamente, el no tener un compañero en casa en este terrible siglo XXI no te hace una suerte de freak o algo por el estilo. Si decepciono a mis habituales lectores de poesía, les pido disculpas por esta vez, y la entrada anterior también. Pero además de poeta soy mujer y ciudadana. Y este blog ha sido ecléctico de nacimiento ¿no es así? Finalizaré esta entrada comentando que esta ciudad, a pesar de todo sigue teniendo espacios maravillosos y para todos los gustos. En un par de semanas he asistido a dos inolvidables conciertos de jazz. En el Centro Cultural Corp Group, vi y escuché al talentoso y siempre grato Gerry Weil y sus amigos (Pablo Gil en el saxo, Koch en el contrabajo, y un muchacho encantador en la batería cuyo nombre no recuerdo pero sí su ímpetu, Hana Kobayashi y una flautista japonesa cuyo nombre tampoco recuerdo y Eliecer Yanez en los tambores japoneses). Este concierto fue en el marco de la Semana del Japón. En el auditorio del Museo de Arte Contemporáneo escuché a la Big Band de jazz de una de nuestras orquestas nacionales, fue también un concierto gratísimo. Ambos conciertos fueron entrada libre. Al igual que el concierto más para adolescentes y veinteañeros de "Facto de fe y las flores azules", un grupo de pop-hip hop español que estuvo de visita en Venezuela y se presentó en el Centro Cultural Chacao. Allí mismo pude ver las obras recientes de Jorge Pizzani. Varios lienzos de mediano y gran formato en los que se fusionan las mil y una noches (trazos de reminiscencias árabes) con el origen de la vida. Amnióticos trazos difusos de mucha fuerza. Tienes la impresión de ver la gestación de algo. Son cuadros un tanto inquietantes. Está lo que ves pero hay algo más, es decir, lo que pinta Pizzani está lleno de símbolos. Lo que no me deparó demasiadas sorpresas fue el Salón Pirelli con sus largas explicaciones sobre el relámpago del catatumbo. Me gustó mucho la instalación de Richo, que fue fotografiada por la prensa en su momento, cuando se inauguró el Salón, pero no hay nada más que me haya interesado, emocionado o algo así. Si alguien es paciente y gentil y lee esta entrada hasta el final: deja algún comentario, por favor. ¿También crees que Caracas es salvable y alberga aún espacios gratos o interesantes?¿Qué opinas de "Sex and the city? Yo me he enviciado un poco, no sé cómo pude estar sin "Sex and the city" en mi DVD durante tanto tiempo. Feliz fin de semana.

Beatriz Alicia García

Caracas, 29 de febrero de 2008

lunes, 25 de febrero de 2008

En defensa del patrimonio cultural venezolano


Acabo de enviar esta misiva a El Nacional, correo de Lectores, no sé si la publiquen, por eso dejo en este espacio virtual una copia a los posibles lectores. No puedo creer que el gremio teatral, dancístico y cultural venezolano en general no se haya pronunciado contundente y públicamente ante la pérdida de espacios que son de todos los venezolanos. ¿Cuántas marchas se han hecho por RCTV? Pero pareciera que a los actores, bailarines y artistas en general de Venezuela no les importa que una gestión cultural autoritaria le quite sus espacios y los convierta en quién sabe qué: sede de foros políticos proselitistas o en nada, espacios robados para recordarnos nuestra desidia. No es suficiente estar hablando pistoladas en los cafés, como he visto a más de uno, murmurando por lo bajo. Esto es vergonzoso.

Beatriz Alicia García
25 de febrero de 2008


EN DEFENSA DEL PATRIMONIO CULTURAL VENEZOLANO

Quisiera aclarar, con todo respeto, al actual ministro de la Cultura, Francisco Sesto, que los grupos, las instituciones o proyectos culturales que han sido desalojados, o se les ha pedido desalojo de sus sedes: Danzahoy, Instituto Universitario de Danza, Trayectodanza, grupo Theja, Thejadanza, Macrodanza, Ballet Contemporáneo de Caracas, entre otros, no pertenecen a la empresa privada venezolana, son patrimonio cultural de todos los venezolanos. A la empresa privada pertenecen, por ejemplo, las instalaciones del Centro Cultural Corp Group, el auditorio de la Fundación Polar, el auditorio del Colegio Emil Fridman. Por otra parte, el Complejo Cultural Teresa Carreño, la Casa del Artista, la actual sede del Ateneo de Caracas, no pertenecen a ningún gobierno o tendencia política o gestión cultural, son patrimonio cultural de todos los venezolanos. El Complejo Cultural Teresa Carreño, en particular, como su nombre lo indica, no fue construido para ser foro político de la ciudad, el país o partido político alguno. El primer exabrupto acaecido allí, en la sala Ríos Reyna, fue la toma de posesión del segundo mandato del ex-presidente Carlos Andrés Pérez; pero ni esa sala, ni ese complejo cultural, o cualquier otra edificación que forme parte del patrimonio cultural de los venezolanos, debería convertirse en foro para actos políticos. Lo más lamentable es el éxodo de talento venezolano a diversos países. La verdadera cultura no se impone desde arriba, puede estar acaeciendo en cualquier calle de Venezuela. La verdadera cultura no necesita millardos para existir y ser patrimonio vivo de un país.

Beatriz Alicia García N.
C.I.: 6.823.418

lunes, 18 de febrero de 2008

Poemas de Ursula K Le Guin


Hier steh' ich

I stand here, feet planted
firmly in nothing
and brushing away the gnats,
state, over the mocking-
bird's song, I
stand here. Where here is
God knows
still
I keep standing.

(Hier steh' ich

Estoy aquí, los pies firmemente
plantados en nada
y espantando a los mosquitos.
Sobre la canción del
sinsonte declaro que
estoy aquí. Dónde es aquí
sólo Dios lo sabe
sin embargo
sigo estando aquí.)

Invocation

Give me back my language,
let me speak the tongue you taught me.
I will lie the great lies in your honor,
praise you without naming you,
obey the laws of darkness and of metrics.
Only let me speak my language
in your praise, silence of the valleys,
north side of the rivers,
third face averted,
emptiness!
Let me speak the mother tongue
and I will sing so loudly
newlyweds and old women
will dance to my singing
and sheep will cease from cropping and machines
will gather round to listen
in cities fallen silent
as a ring of standing stones:
O let me sing the walls down, Mother!

(Invocación

Devuélveme mi lengua,
déjame hablar la lengua que me enseñaste.
Diré las grandes mentiras en tu honor,
alabándote sin nombrarte,
obedeciendo las leyes de la oscuridad y de la métrica.
¡Sólo déjame hablar mi lengua
en tu alabanza, silencio de los valles,
ribera norte de los ríos,
tercera cara esquiva,
vacío!
Déjame hablar la lengua materna
y cantaré tan fuerte que
las recién casadas y las viejas
bailarán al ritmo de mi canto
y las ovejas cesarán de pastar y las
máquinas se reunirán para oír
en ciudades silentes
como un anillo de piedras erguidas:
¡Oh, déjame tumbar las paredes cantando, Madre!)

Slick Rock Creek, September

My skin
touches the wind.

A lacewing fly touches my hand.
I speak too slow
for her to understand.

Rock's warm under my hand.
It speaks too slow
for me to understand.
I drink sunlit water.

(Arroyuelo Roca Satinada, Septiembre

Mi piel
toca el viento.

Una libélula toca mi mano.
Hablo realmente lento
para que ella me entienda.

La roca caliente bajo mi mano.
Habla realmente lento
para que yo entienda.
Bebo el agua soleada.