viernes, 7 de diciembre de 2007

Tenemos algo importante que no teníamos

Luego de ver la foto de Ingrid Bentancourt y escuchar la carta a su mamá creo que la palabra inhumano tomó para mí nuevos significados. Pero lastimosamente ayer también los venezolanos supimos de un nuevo atropello a los derechos humanos que no podemos olvidar: La agresión brutal e injustificada al periodista de Globovisión. Además de los insultos, el lenguaje brabucón y escatológico de nuestro actual Presidente de la República. Pero tenemos algo muy importante que no teníamos después del 2 de diciembre: la recuperación de la confianza, la esperanza de una luz al final del túnel. Pero también es necesario reflexionar. Fui miembro de mesa en las elecciones del 2 de diciembre y en mi mesa la mayoría de las personas que fueron a votar eran personas mayores de 60 años, que en realidad tenían poco que perder, pero una mayor conciencia de lo que estaba en juego. Fueron a votar muy pocos jóvenes. Creo que nuestra democracia tiene dos enemigos: el miedo y la desidia. Ambos son graves. Pero ahora, repito, tenemos algo que no teníamos: confianza. Aunque a ratos el temor siga allí, aunque se sigan violando los derechos humanos en este país y no haya ninguna institución a la cual acudir ni adentro ni afuera. Pero ningún gobierno se sostiene sólo a través de la violencia. Mas aún si cotidianamente no se están solucionando las necesidades básicas mínimas de los venezolanos. Ya no son malandros asesinados en ajuste de cuentas los muertos diarios que tenemos. Ya el parte de los muertos en este país son niños de dos, cinco, ocho años de barrios pobres. Que esas muertes pesen para siempre en la conciencia del señor presidente, de su poder moral, de su ministro del interior y justicia y de todos los que lo apoyan. Sus vulgaridades, su estímulo a la violencia, su egoísmo quedará para siempre en la historia de este país. No dejarán más nada ni a la Historia ni a los que día a día luchamos con fe por un país mejor.