miércoles, 4 de mayo de 2016
Poema de Marina Tsvietáieva
Nostalgia de la patria: ¡qué fastidio!
Después de largo tiempo delatado.
Ya me es indiferente
dónde sentirme sola.
Caminar sobre piedras,
a casa con la cesta.
La casa que no es mía:
hospital o caserna.
Me da igual quien me mire
como a un león cautivo.
Cuál es el clan humano
que me ha expulsado -siempre-.
Muy dentro de mí misma,
oso polar si hielo.
Dónde no poder convivir (¡ni lo intento!).
Dónde me humillarán -da lo mismo-.
No, mi lengua natal ya no engaña,
ni materna, me engaña su llamada.
Ya me es indiferente en qué lenguaje
no seré comprendida por el hombre.
(Lector, devorador de toneladas
de periódicos, adicto al cotilleo...)
Él es del siglo veinte;
yo: ¡fuera de los siglos!
Enhiesta como un tronco,
resto de la alameda.
Todo y todos iguales,
igual indiferencia.
Lo natal, lo pasado,
rasgos todos y marcas:
toda fecha borrada-
donde ha nacido el alma.
Mi tierra me ha perdido,
y el que investigue, astuto,
el ámbito de mi alma -¡mi alma toda!
no encontrará la traza.
Las casas son ajenas y los templos vacíos.
Me da lo mismo.
Mas si aparece un árbol
en el camino, un serbal...
3 de mayo de 1934
Marina Tsvietáieva
lunes, 21 de marzo de 2016
Poemas de Blanca Baldó
Blanca Baldó en Orinoco, Nuevo Mundo de Diego Rísquez
Este blog, un tanto abandonado, regresa, no en balde, en el Día Internacional de la Poesía, con algunos textos de Blanca Baldó (Caracas, 1952). Actriz, productora y poeta venezolana. Participó en algunas películas del director venezolano Diego Rísquez, Orinoco, Nuevo Mundo; Amérika, tierra incógnita. Ha publicado dos libros de Poesía: Adicta al miedo (Fundarte, 1991) y Teorema del caos (El Perro y La Rana, 2012), del cual comparto algunos textos. De Teorema del caos me gustó su telurismo, la manera en que la voz lírica vincula la naturaleza, las sensaciones y los sentimientos, la plenitud y el vacío, la narración y la poesía. Marca para mí, que con cierta frecuencia asisto a recitales poéticos, una diferencia respecto a lo que se escribe y se hace público en Caracas, mi ciudad. Estoy quizá algo saturada del intimismo, el yo de protagonista impúdico. La poesía de Blanca Baldó me vincula con lo trascendente:
El vacío.
La caída,
estruendo sin sonido
(Blanca de nubes de agua)
El país de Kanaima.
Entre dos montañas de selva tropical, la cascada de
agua blanca y dorada convertía en nubes su estruendosa caída.
Sugiere, grita, exige un sacrificio.
El paisaje de Kanaima se extendía a lo lejos,
por ríos y montañas.
Desde lo alto de la cascada, el observaba con las
piernas abiertas como un coloso.
A ratos me arrastraba para contrarrestar el llamado
mortal.
Los partes de guerra nos llegaban en forma de radionovela.
Se sentía el llamado de un Dios.
Kaeiteurfalls, Guyana, 1991
&&&
Años y años
pájaros y cascadas,
lágrimas que te vi en los ojos.
He visto quizá una mirada que no olvido.
Fue tu mirada de amor ante mi pequeñez...
mi duda.
Todo el mundo tiene el derecho de estar aquí.
Ya comencé mi camino hacia la selva,
mi selva primaria,
camino de luz.
&&&
Necesito
un vientre,
un silencio,
una pausa.
Volver a nacer.
Caracas, 1993
&&&
Pero entonces el desorden.
Uno trata de poner orden y siempre hay un factor
impredecible.
Hablo del caos como el supremo orden.
El factor inesperado modifica todo lo planeado.
Se impone el libre albedrío de la naturaleza.
¿Quién ordena que dos gotas de agua se junten en
la caída de una catarata?
Blanca Baldó, Teorema del caos, 2012
miércoles, 9 de diciembre de 2015
"Quebrantos" María Gabriela Rosas
Pocas semanas atrás asistí a la presentación del libro de poemas Quebrantos, uno de los mejores libros de Poesía que he podido leer en este año que termina, 2015. Editado por el Movimiento Poético de Maracaibo, bajo la coordinación de Luis Perozo Cervantes. Que algunos de sus versos contundentes y hondos hablen por si solos:
María Gabriela Rosas
Poro
"Entrego lo que he encontrado,
el festín del fuego"
Esdras Parra
Te digo que te quiero con mis manos
me importa que después de tanto escombro
tanta caída
sepas decir y digas
junto a mi cuerpo
Me importa lo temprano de tus sueños
que llegues limpio
a tiempo
tú que me conoces sabes que no temo
no pongo el corazón en cualquier parte.
Ruidos
No pude marcharme ilesa de la noche
los labios nunca son serenos
los agita el silencio
De cada beso uno regresa distinto
o no regresa
y uno se queda solo en las esquinas del mundo
porque estarlo no depende de la gente
de su ruido
depende del silencio que somos
Postal
Una boca es sólo eso
hasta que te abre en dos
y habita la tormenta que eres
entonces, tiemblas
en una boca cabe toda la lluvia.
Columpio
Yo pude mostrarte el color de mis encajes
abrir las piernas más
abonar los límites
ir hondo
pudo pasarme el silencio un día
pero jamás contigo
debiste colocar dentro de tus ojos un pañuelo
para evitar excusas
vueltas
círculos
y fraccionarme la tonta idea de no poder abandonarte
porque un espejo roto es suficiente para toda la vida
pero ningún espejo se quiebra tanto como nosotros
yo pude decir
espera
amor
tengo hambre y hace frío
mi cuerpo es tu columpio
pero no quise.
Trampa
Quedé con las manos limpias
la boca seca
recién bañada
la piel más suave que nunca
soy mi trampa
no cargo lágrimas
no encuentro ya dolor en las despedidas
mi techo siempre ha estado en llamas
no tengo ganas de volver a atravesarlo
me quemo y es contigo
soy una herida
que la noche no cierra.
María Gabriela Rosas
lunes, 26 de octubre de 2015
Poema de Emérita Fuenmayor
Luego de un cierto silencio, debido a una agenda algo agitada. Regreso para compartir texto de una poeta venezolana, de Maracaibo, que descubrí recientemente en una antología de poetas de Maracaibo. Emérita Fuenmayor, además de escribir Poesía desde su adolescencia, ha escrito y publicado ensayos y artículos en revistas y ha integrado talleres de teatro, danza y cine. Estudió Letras Modernas en la Universidad de Roma, en la Universidad de París III. Se diploma en la EHESS en la maestría de Sociología (1979) y allí obtiene también Doctorado. Entre 1967 y 1994 fue docente en la LUZ. Así mismo es autora de varios documentales "Día de Reyes en Gibraltar", "La cruz en la montaña", "Las piedras sagradas", entre otros. Comparto uno de sus textos:
Libre
Extraño
En el olvido
Hombre
Plenitudes ebrias
fugitivas
Renuncia ancestral abierta en nombres
Signo ante el enigma
Ala delirante invoca la eclosión
siembra espacios
comulga con el grito
Ara insomnios
Sueño disperso
Levanta una señal
una palabra
Incendia la noche.
Emérita Fuenmayor
(De su libro El elegido, 1962)
Libre
Extraño
En el olvido
Hombre
Plenitudes ebrias
fugitivas
Renuncia ancestral abierta en nombres
Signo ante el enigma
Ala delirante invoca la eclosión
siembra espacios
comulga con el grito
Ara insomnios
Sueño disperso
Levanta una señal
una palabra
Incendia la noche.
Emérita Fuenmayor
(De su libro El elegido, 1962)
domingo, 13 de septiembre de 2015
Sunday ritual/Ritual de domingo Tanya Shirley (Jamaica)
Sunday
ritual
I would buy a botle
of cheap red wine
keep it on the dining
room table
like a fine
sculptured statue,
until Sunday came
when I would pour its
contents,
pretending it was the
ocean
fermented to red,
into a fake crystal
glass and drink
glass after glass
after glass
until all that
remained was the bloody bottom of the sea.
Sundays were always
hard on my heart, easy on my pen.
I was never a poet
then, just a girl
Longing to be home
In the presence of my
mother's complaining:
Why you young people
don't like church? Eh?
The old choir so old
that all of then combined
Don't have a full
mouth of teeth.'
To be home again,
I would give the old
people all my teeth.
Hand-wrap them and
deliver them at the altar
like a mash-mouth
virgin.
Here, my mouth is
full but my tongue is numb.
Just for remembrance,
I talk patwa with to the furniture.
The brown couch is a
broad back woman
with a basket of
fruit on her head
and three sons at
home sleeping.
The coffee table is
always my father,
stained in the middle
and most days left unpolished.
The frigid snow stuck
to the patio door
is the ripe belly of
a coconut I speak to while eating.
Here, you must turn
food into language.
Cook tin ackee * and
fresh codfish
until the aroma says,
'Mawning, how you do?
No time no see.'
On Sunday the heater
is set to sunshine
and with my breasts
drooping in a floral cotton wrap,
sweat trickling past my navel into my communion cup,
I curl up and die
another day in this place.
*Ackee: a Jamaican vegetable that is staple of the
diet
Ritual de domingo
Compraría una botella de vino tinto barato
para guardarla en la mesa del comedor
como una fina estatua esculpida,
hasta la llegada del domingo
cuando me la bebería,
pretendiendo que es el océano
fermentado de rojo,
dentro de un falso vaso de cristal para beber
vaso tras vaso tras vaso
hasta que sólo quedase el fondo ensangrentado del mar.
Los domingos siempre fueron arduos para mi corazón,
fáciles para [mi pluma.
Nunca era una poeta entonces, sólo una muchacha
que anhelaba estar en casa
frente a mi madre quejándose:
"¿Por qué a
ustedes los jóvenes no les gusta la iglesia?¿Ah?
El viejo coro tan viejo que todo junto
no logra completar los dientes de una boca".
Para estar de nuevo en casa,
tendría que darle a los viejos toda mi dentadura.
Envolverla y ofrendársela a ellos en el altar
cual una virgen desdentada.
Aquí, mi boca está llena pero mi lengua entumecida.
Sólo como recordatorio, hablo patois con los muebles.
El sofá castaño es una mujer ancha de espaldas
con una cesta de frutas en la cabeza
y tres hijos durmiendo en casa.
La mesa de café es siempre mi padre,
con una mancha en el centro y sin pulir las más de las
veces.
La nieve gélida atascada en la puerta del patio
Es el vientre maduro de un coco con el cual converso
mientras
[como.
Aquí, debes convertir el alimento en lenguaje.
Cocinar acki * enlatado y bacalao fresco
hasta que el aroma dice,
"Buenos días, ¿qué tal? Mucho tiempo sin
verte".
Los domingos mantengo el calentador a la temperatura de
la luz del [sol.
Con mis senos caídos dentro de una bata de algodón
floreada,
el sudor goteando más allá de mi ombligo dentro de mi cáliz
de
[comunión,
Me acurruco y muero un día más en este lugar.
*acki: vegetal jamaiquino de uso cotidiano en la isla.
Tanya Shirley
[traducción al español Beatriz Alicia García]
martes, 8 de septiembre de 2015
Curso de redacción en Museo de Arte Afroamericano de Caracas
A partir del próximo lunes 21 de septiembre estaré dictando curso de redacción en el Museo de Arte Afroamericano de Caracas. Comparto la información:
Dirigido a: estudiantes y personas que deseen optimizar su destreza en la redacción
de textos académicos, profesionales o escritura creativa.
Dictado por: Beatriz Alicia García, Licenciada en Letras, Magíster en Literatura
venezolana, quien se ha desempeñado como correctora y redactora y lectora para
editoriales y medios y ha sido profesora en la Universidad Central de Venezuela y la Universidad Simón Bolívar.
Duración: 6 sesiones de dos horas académicas cada sesión.
Lunes y miércoles: dos sesiones semanales de dos horas académicas, durante
3 semanas, de 3 a 4:30 pm
Curso sabatino: una sesión semanal de cuatro horas académicas, durante dos
semanas, de 2 a 5 pm.
Inversión: Bs. 4.000 por participante.
Objetivos: Lograr que el participante obtenga destrezas en la búsqueda y
organización de la información, para utilizarla en su desempeño académico o en
la escritura de un texto o ensayo sobre un tema específico. Asimismo, obtener
herramientas para redactar y revisar textos y presentarlos oralmente.
Formas de pago: en efectivo, cheque a nombre de la Fundación Nelson Sánchez Chapellin o depósito en la
cuenta corriente Nº 01080027-770100779843 del Banco Provincial
Rif: J30214749-2. Una vez realizado el depósito, por favor enviar la planilla
de depósito escaneada o datos de transferencia o traerla el día del inicio del
curso para confirmar inscripción en el curso, indicando horario de preferencia.
Lo ideal es que el participante tenga ya un tema sobre el cual le
interese escribir al iniciar el curso, sobre el cual va a ir trabajando.
Para cualquier información adicional puede llamarnos a los teléfonos
5512849 04122124967
domingo, 23 de agosto de 2015
Poemas de Marissa Arroyal Ordeix
Marissa es silenciosa, no le gusta hacerse notar. Pero detrás de esa delgada figura, se esconde una extraordinaria poeta, una humilde buscadora de honduras y bellezas. Nos conocemos hace años, de vernos en algunos eventos literarios, que siempre hay en Caracas. Pero sólo recientemente tuve la oportunidad de sentarme a conversar con ella, en una amenísima tarde de café en café Arábica, lugar de tantos gratos encuentros, en el que hacía mucho no me sentaba. Habíamos acordado desde hace varios meses una tarde de café y felizmente pudo darse. Esa tarde íbamos de sorpresa en sorpresa, descubriendo afinidades, además del amor por la literatura y la poesía, el amor por la naturaleza, por la necesidad de encontrar espacios para la soledad y el silencio. Le obsequié mi antología Lugares olvidados, publicada por Monte Ávila Editores en 2007 y ella a su vez me obsequió la suya Meridiano del Sol. Le comenté mis recientes experiencias como coordinadora de talleres, algunas semanas en el casco colonial de Petare, y más recientemente en la Casa Arturo Uslar Pietri. El estupendo feed-back con los niños y jóvenes entre 9 y 16 años, que sorprendentemente logré acoplar sin mayor problema. Después de algunas semanas atareadas logro leer su libro de poemas y no puedo menos que compartir sus preciosos versos, que me han deslumbrado. Versos donde se vinculan, dialogan el alma y la naturaleza, el alma y el ser.
Beatriz Alicia García
Compañero
Tu pecho tiene
el tamaño exacto de mi dolor
(el mío el de tu desasosiego)
Tu abrazo no me deja caer
(no te dejo caer)
en la miseria del mundo
Tu boca (en la mía) desgarra
la vana impostura
Incendiamos el mundo
para hacerlo nacer tibio pichón nuevamente
Desde tu trinchera
desde mi trinchera
marchamos con el ejército de los desposeídos
(los que tienen hambre y sed de justicia
(los mansos subversivos de corazón puro
los desperdigados hijos de Túpac Amaru
los hermanos de Cuauhtémoc
Pasas invisible entre los presuntuosos
paso invisible entre las frívolas
Hombre semejante y diferente
Eres el complemento
Manifiesto del corazón
Hay que recorrer todas las cuevas
restaurar todas las grietas
derribar los muros
abrir puertas y ventanas
Hay que borrar las cicatrices
el llanto de los espejos
amansar los perros del odio
dejar volar los pájaros de los propósitos
Hay que levantar un templo
torres, ábside, campanario
de cristales claros
donde cada piedra sea un sol
Gala
De plata y lapislázuli
la libélula
única alhaja de esta
pálida mañana
Corazón de flor
Una súbita
gota de rocío
ilumina
con oleaje de plata
el laberinto
Esbozo para Chuang-tzé
La mariposa
abre y cierra sus alas
en el polen umbrío
de la piedra
¿Sueña tal vez que es mujer?
Tierra de ancestros
¿Has visto el tierno tallo del bambú?
el sereno se demora
en el trazo de los nudos
en el verde nuevo de las hojas
inmóvil se queda
y con súbita luz resplandece
Un compañero desconocido
Por el estrecho sendero
me sigue la mansedumbre
ojos de dolor condensado en brillo
¿por qué quiere realizar conmigo la difícil ascensión?
Marissa Arroyal Ordeix
(San José de Mayo, Uruguay). Poeta, narradora, editora y ecologista. Nacionalizada venezolana, vive en Caracas desde 1974. Realizó estudios de Filosofía. Entre sus libros publicados se encuentran: Arcana (1982); Vertiente norte (Mención Poesía Bienal Mariano Picón Salas, 2001); Guaraira Repano (Premio Certamen Mayor de las Artes y de las Letras, 2004; Sogno nel tempio (Premio Internazionale di Poesia Nosside, 2005) y Centinela de los Toromaymas, 2006; su libro Estación Petare y otros poemas obtuvo Mención de Honor en la Bienal Latinoamericana José Rafael Pocaterra en 2008. También ha publicado literatura para niños: La montaña que vino del mar (Premio Único Bienal Latinoamericana Canta Pirulero); Los Tropitrolls (2007), Ling, la osa de los bambúes (2009) y Poemas al viento (2010).
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