miércoles, 28 de noviembre de 2007

Incertidumbre

En este momento de ansiedad e incertidumbre ¿qué puedo decir en este blog? Nunca me sentí tan pisando arenas movedizas. Desde hace 3 semanas no les he podido dar clases a mis alumnos de la noche en la Escuela de Comunicación Social de la UCV. Me siento en una frontera muy frágil. La lucha por no desesperar es de pronóstico reservado. Algunos hechos parecen llenarnos de esperanzas pero no me fío. No sé si fue Manuel Caballero, estoy casi segura que fue él, quien dijo que la mejor manera de que una pesadilla termine es despertar. Cuánto más debemos tener los ojos abiertos. Cuánto más nos van a fregar de manera cotidiana. Cuántas amenazas o represiones más debemos soportar. Cuántas bombas lacrimógenas. Cuántos canales más deben ser cerrados. Cuántos alimentos más deben faltar en los supermercados. Cuántos venezolanos más deben morir. Esto es desquiciante. Esto es inhumano. Yo no sé qué más debemos decir. Yo no se qué debemos hacer. Esto es una pesadilla interminable que no parece tener fin.

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