El amor,
en realidad,
tiene vocación suicida.
Toma barcos y se ahoga,
toma aviones y no regresa,
toma calles peligosas
y desaparece
entre las sombras.
Aunque, a veces,
tiene largas agonías,
o métodos más sutiles
y crueles:
una palabra basta
para matar el amor,
un gesto destemplado,
un silencio.
Pero el deseo, él no,
te toma,
en sus rituales placenteros,
su estallido,
y se va, a tiempo,
antes que el dolor
pueda llegar, la sangre al río,
y echarle a perder la fiesta.
Adios, cariño.
Beatriz Alicia García
2009
3 comentarios:
feliz 2010 poeta, espero podamos compartir mucha poesía y buena musica este año...te abrazo
Es un raro amor ese que se apaga en un pestañeo...hay otros.
¡Beso amiga mía!
Queridas amigas, espero que podamos seguir compartiendo mucha poesía y buena música.
Por supuesto, Belkys, no todos los amores se apagan en un pestañeo. Hay algunos que duran toda la vida. Pero eso es menos común de verse. Un abrazo
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