martes, 21 de enero de 2020

Metamorfosis poema de Juan Liscano


                                                         Juan Liscano

METAMORFOSIS

Tu bloque de hielo flotante
tu iceberg tu castillo de escarcha
tus labios de cascada helada
tu soledad polar
en la noche gélida del mes de enero.

Tus labios como dos cuchillos fríos
tu lengua y tu saliva
como lento glaciar que resbala
tu pubis como un bosquecillo de pinos
sobre la estepa nevada.

Para vencer la noche y la helada
para ahuyentar la soledad como un hambriento lobo
establecimos ritos de sangre
de fuego
              de marcha lunar.

Tú cantas. Yo canto.
Las lenguas de nuestro canto nadan en el viento
como dos peces de fósforo.
Tú cantas desde el fondo de ti.
Yo canto desde el fondo de mí.
A nuestros rostros asoman desconocidos rostros.

Tú cantas desde el fondo de ese nuevo rostro
                                                                                      [aparecido
y tu carne se irisa florece en cristalería de nieve.
Una luna marina la enciende una luna interior
y es como resplandeciente gruta de hielo.

Yo canto desde el fondo de mí y nazco otro.
Brota una voz desconocida
un verbo una lengua de mí que no sabía
brota un hombre de deseos como una llamarada:
delfín que salta
oso que se yergue
                                 flecha que da en el blanco.
Yo canto. Tú cantas.
Dejamos de ser los mismos.
Los hielos retroceden. Se funden los glaciares.
La noche se llena de murmullos de aguas.
Nuestras voces nadan en el viento
como dos peces de fósforo
vuelan por el aire azul de luna
como dos aves de estrellas.

Tú cantas desde el fondo de los seres que te pueblan.
Te llena el coro de sus voces.
Eres la tierra el agua el fuego
eres un pájaro hembra y un tibio nido.
Yo canto desde el fondo de mis verbos:
soy la lluvia el cauce la ceniza el humo
soy el viento y mis lenguas lamen tus plumas.
Eres el eco del viento
cuando suena su rumor de fondo del mar entre los pinos
y yo soy el pinar.

Yo canto. Tú cantas.
Tu voz suena mía. Suena tuya mi voz.
Eres ahora la lluvia la nieve el granizo de mil pisadas
y entonces soy la tierra el agua: lo que eras tú.
Te miras en mí como un paisaje
eres el lecho de mi río
                                        fluyo
                                                   te mojo toda
soy el agua de erizadas crestas de gallo
el agua que canta como un gallo y sacude sus plumas
soy el gallo de lumbre que te seca y te enciende
y te convierte en ceniza en humo y en distancias.

Tú cantas. Yo canto.
Soy el eco de tu voz. Eres la sombra de mi voz.
Nuestros pueblos se juntan en paz.
Retrocede el invierno. Reverdece el otoño.
Amanece la noche
el hielo corre río de la aurora
el polo resplandece como trópico
fulgura el eterno verano el equinoccio justo
                                                                         la Edad de Oro
y tú y yo somos clarividencia
doble pájaro del sol.

Juan Liscano

De Cármenes (1966)

(Tomado de Antología Poética Juan Liscano. Caracas, Monte Ávila Editores, 1993)

Sobre el autor: Juan Liscano. (Caracas, 1915-2001). Es más conocido y recordado como gestor cultural, folklorista, editor, crítico de arte y literatura, e incluso como ensayista. Para los anales culturales de Venezuela quedará siempre aquel evento que organizó en 1948, con motivo de la toma de posesión como presidente de Rómulo Gallegos. En dicho evento, realizado en el Nuevo Circo de Caracas, pudieron contemplarse expresiones culturales de todas las regiones de Venezuela. Nunca antes se había realizado un espectáculo de tal magnitud en nuestro país. Liscano también fue Individuo de número de la Academia Venezolana de la Lengua, fue director de Monte Ávila Editores; fundó y dirigió varias revistas: Acción Estudiantil (1928), Cubagua (1938), Suma (1944), Revista Nacional de Folklore (1948), y Zona Franca (1964-1984); así como también el Papel Literario de El Nacional. Fue galardonado con el Premio Municipal de Poesía (1943) y el Premio Nacional de Literatura (1950).

No hay comentarios: