POEMA DE
MARIO LUZI
Despierto en
la madrugada, mi conciencia semidormida piensa en la castigada Italia. Su
belleza quizá, su historia, que sigue viviendo en sus monumentos, su
arquitectura, sus museos, que la han llenado de turistas de todo el mundo
diariamente, deben ser la causa de que el COVID-19 se haya expandido tan
terriblemente allí. Le envío luz, buenas vibras. Es una pequeña velita, pero
luz al fin. Entonces, busco al azar en mi biblioteca algún poeta italiano para
compartir sus versos en esta bitácora, como otra manera de conectarme de una
manera bella, positiva con Italia, con los italianos, que tanta belleza, tanto
arte han dado al mundo. Y encuentro este libro de Mario Luzi Viaje terrestre y celeste de Simone Martini.
Son versos sobre un pintor viajero. Y habla de la luz, que aún en días
nublados, permanece, como las fuentes, aún en días nublados, no enmudecen:
“En días
nublados
o de neblina
se oscurecen
entonces
en la
semipenumbra las fuentes,
pero no
enmudecen.
Viene
de ellas
como
desenterrándose un canto
sombrío
que lentísimamente se
transforma
en claridad celestial,
en esquirla,
ultraluminosa
aguja.
Tiene
una luz la
sombra,
una voz la
nube
en la
inconmensurable armonía.
Lo sabe, él,
perfectamente,
está
excavada de la roca
de su
convicción esa sabiduría.
Mario Luzi
Viaje terrestre y celeste de Simone
Martini
Traducción
María Luisa Ruchi Crespo
Texto
original en italiano
(“In giorni di nubi/e di calígine” / si
oscurano/allora / nella semitenebra le fonti, / non ammutoliscono però. / Viene / da loro / come dissepolto un canto / cupo /
che lentissimamente si trasmuta / chiarore celestiale, in squilla, / ultraluminosa
guglia. / Ha / una luce l’ombra, / una voce il nembo / nell’incommensurabile
concento . / Lo sa, lui, perfettamente, è cavata dalla roccia / del suo
convincimento quella sapienza.)
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