martes, 4 de febrero de 2020

Poema de Otoniel Medina Torrealba

                                                           Otoniel Medina Torrealba




INSTRUCCIONES PARA SOBREVIVIR A LAS ADVERSIDADES DEL MAÑANA:

Es un gato que canta a medianoche,
un hombre dando vueltas en una silla giratoria,
una cigarrera en el bolsillo.
Ese ir y venir sobre mí, o lo que se espera de eso,
y sólo coincidimos en un mero decir de las cosas.
Que si bien se dejaron tomar justicieramente por las cosas,
se reservan el derecho de acogernos
como inexpresivo augurio, que a poco se vuelve más urgente,
a medida que los cigarrillos, dentro y fuera de la casa,
son cada vez más difíciles de encender.
Es preciso pensar en otra cosa
ahora que todos se despiden
y se van así sin estrenar el día,
como esas cerillas que entran y salen a su antojo,
al alcance, por si a alguno de nosotros
se le ocurre entablar una conversación
con el ceño fruncido,
mientras hay quienes se escabullen en el humo
y luego se van, así no más,
en vista de que la ciudad ahora se acuesta más temprano,
apenas habiendo comenzado
por el solo hecho de llevarla en el bolsillo.
Siempre habrá un cuerpo en el que coincidiremos,
probablemente, al abandonar todo lo que corresponde a la casa.
Y que por entregarnos enteramente a ella
dejemos de hacer tantas cosas.
Quizás irnos a un café a las 3:00 de la mañana,
fumarnos esos cigarrillos como si no lo hubiera.
Que por una vez no se posponga y continúe
aún cuando estemos lejos de ella.
No se trata de asomarnos a la calle,
esperar el día que no llega,
y aún así
rige la voluntad que precede al hombre,
donde las esperanzas se repiten sin esfuerzo
en el espectáculo sórdido
de que la casa se muestre a ella misma
asombrosamente ocupada.
Cuando no más de un cigarrillo se requiere
para abastecernos a todos.

Otoniel Medina Torrealba

(De Los roces domésticos. Caracas: editorial Eclepsidra, 2014)

Este joven poeta venezolano se ha desempeñado asistente de producción musical para War and Doll Productions y como asistente de escenografía para Luisela Díaz.









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